Los cinco hábitos que no te ayudan a ahorrar y conviene que evites

Los cinco hábitos que no te ayudan a ahorrar y conviene que evites

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Los precios no dejan de subir. El índice de precios de consumo (IPC) se situó en junio en el 10,2%, según el Instituto Nacional de Estadística. Este incremento se debió principalmente al encarecimiento de los carburantes y de los alimentos, que se han visto impulsados por la guerra de Ucrania. Este repunte de la inflación golpea el bolsillo de los ciudadanos en un momento de mucha incertidumbre económica.

Ante este escenario, muchas familias se han puesto manos a la obra para ahorrar por si ocurriera algún imprevisto. A lo largo del año pasado, los hogares españoles ahorraron 41.822 millones de euros, según el Banco de España. Sin embargo, no todas las familias consiguen este objetivo. El problema no suelen ser los grandes dispendios, sino pequeños errores recurrentes que lastran la economía familiar y conviene evitar. Desde la plataforma para inversores Finect hemos recopilado los 5 hábitos más comunes que no ayudan a ahorrar.

No controlar la economía familiar

Uno de los hábitos más comunes que no ayudan a ahorrar es no controlar los gastos y los ingresos que se producen a lo largo del mes. Una familia no puede plantearse guardar dinero de forma recurrente sin conocer antes cuál es la situación de sus finanzas. Si se quieren conocer los números del hogar, conviene llevar un registro. Actualmente existen multitud de aplicaciones para el móvil que permiten conocer los gastos.

También puede ser una buena idea elaborar un presupuesto. Gracias a ello, la familia tendrá una imagen más fiel sobre sus finanzas. Sea cual sea la herramienta utilizada para su elaboración, el presupuesto permite plasmar los ingresos, analizar los gastos y adaptarlos para mejorar la economía familiar. "Como ocurre con cualquier empresa, la economía familiar debe planificarse asignando presupuestos a las partidas que la componen, con prioridad para los gastos obligatorios de la casa, ahorro e inversión y ocio, que estaría en último lugar y supeditado a los excedentes de las otras partidas", señala Francisco Martínez, asesor financiero de Andbank.

Las compras por impulso

Otro hábito muy frecuente de las personas que no consiguen ahorrar son las compras por impulso. Se trata de esas pequeñas adquisiciones de productos que se realizan sin tenerlo previsto y satisfacen un deseo puntual.

Las cadenas de supermercados y los sitios de comercio electrónico son especialistas en colocar este tipo de productos (como chicles o chocolatinas) en lugares de alta visibilidad y ofrecer promociones para aumentar las ventas (como los gastos de envío gratis si se llega a un importe). Por eso, siempre conviene acudir a la compra con la lista de productos que se quieren comprar.

Los pequeños gastos

Asimismo, también conviene dejar de abusar de los pequeños gastos, conocidos como gastos hormiga. Son pequeños desembolsos realizados con frecuencia, como tomar un café en el bar antes de entrar al trabajo o pedir comida a domicilio cuando hay comida en la nevera. Estos gastos no implican mucho dinero por sí solos, pero sí pueden suponer una cantidad relevante a largo plazo. Muchos de ellos se pueden evitar sin realizar un gran esfuerzo, ya que siempre se puede optar por opciones más baratas.

Esperar a final de mes para ahorrar

Una costumbre muy extendida consiste en ahorrar el dinero que ha sobrado del salario al acabar el mes. Este hábito implica que la cantidad ahorrada mensualmente sea diferente e impide que el ciudadano adquiera el hábito de ahorrar. También conlleva que se tenga una menor conciencia de la situación económica

Los expertos siempre recomiendan apartar una cantidad de dinero nada más recibir la nómina y enviarlo a otra cuenta corriente secundaria solo destinada al ahorro. "Si solo nos acordamos a veces, ahorraremos muy poco. No hay que esperar a fin de mes, tiene que ser periódico, casi diario", asegura Eloi Noya, autor de Fintech: ahorro e inversión en la era financiera digital, en una entrevista para Finect.

El economista Nicolás Litvinoff recomienda descontar un 10% de los ingresos para dedicarlos al ahorro. Este porcentaje se debe adaptar a la realidad de la situación familiar, ya que algunos hogares no pueden prescindir de tanto dinero.

Tener los ahorros parados

Otro hábito muy común de los españoles es tener el dinero ahorrado parado en el banco, metido en la cuenta corriente habitual que no tiene remuneración. Ese dinero ahorrado pierde valor progresivamente con el paso del tiempo. Este error se agrava cuando la inflación está muy alta, como ocurre actualmente.

Los españoles solían tradicionalmente meter sus ahorros en un depósito a plazo fijo, aunque estos productos han atravesado una larga travesía del desierto durante la que apenas ofrecen rentabilidad. Sin embargo, el reciente anuncio de subida de tipos por parte de las autoridades monetarias ha cambiado el panorama y hay depósitos con rentabilidades superiores al 1%.

Otra opción puede ser invertir el dinero ahorrado para sacarle un mayor provecho. Los fondos de inversión son productos financieros gestionados por profesionales que permiten acceder a una cartera diversificada. Finect cuenta con un escaparate llamado 'Invertir mis primeros ahorros', donde se recogen diferentes productos financieros para inversores principiantes.

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Este artículo se publicó originalmente el miércoles 27 de julio de 2022 en el periódico El Economista.

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