Adolfo Domínguez no consigue ser rentable: sube en ventas pero sigue perdiendo 7 millones
Sensación agridulce para una de las marcas españolas más asentadas en el sector textil. Adolfo Domínguez ha presentado este miércoles resultados en los que reduce las pérdidas, pero aún así no consigue ser rentable.
En concreto, para las cuentas correspondientes al ejercicio 2017/2018, la compañía ha alcanzado los 113,7 millones de euros en ventas, lo que supone un 3,1% más que en el ejercicio anterior. Asimismo, ha conseguido reducir sus pérdidas por tres en un año (70%), sin embargo, sigue perdiendo en torno a 7 millones de euros.
En cuanto a su rendimiento en el parqué, las acciones han respondido de forma positiva a los resultados y suben cerca del 5%, hasta los 5,58 euros por título. De hecho, desde los mínimos que tocó en marzo, se revaloriza un 13%. No obstante, desde los máximos que marcó en 2006, los títulos de la compañía pierden cerca del 90%.
Con este escenario, el grupo textil tiene dos retos: conseguir que su negocio sea rentable y llevar a cabo un plan de fusión de marcas para centrar todo su diseño, negocio y red de tiendas en la marca principal (Adolfo Domínguez). "Este plan genera importantes sinergias para la compañía en los procesos de diseño, logística y red de tiendas. La fusión de marcas en una sola, Adolfo Dominguez, está directamente orientada a mejorar la oferta al cliente, tanto en el producto como en la percepción de la marca", han explicado desde la firma.
Adolfo Domínguez no es la única textil que está sufriendo en sus cuentas el bache del sector retail. Por un lado, H&M lleva dos años consecutivos reduciendo su beneficio y se espera que la compañía tenga que recortar su dividendo en un 7,5%. Inditex, la reina textil española por excelencia tampoco se libra: en sus últimos resultados anunció una caída de márgenes, una ralentización en sus ventas y en el crecimiento. No en vano, estas caídas han provocado que algunos gestores como Iván Martín de Magallanes opine que la compañía se encuentra en un buen momento de entrada. Y es que la tendencia e-commerce empuja a las compañías retail tradicionales a adaptar su modelo de negocio a marcha forzada para poder hacer frente a sus competidores en la era Amazon.
