Bonos corporativos globales: un buen momento para reforzar las asignaciones defensivas
Este año, la evolución de los mercados financieros ha sido muy similar a la de una montaña rusa. Los precios han experimentado fuertes altibajos, ya que los inversores han intentado calcular el aumento del riesgo geopolítico y el enfoque «America first» del presidente Donald Trump en materia de comercio mundial. Tras el «Día de la Liberación» de Trump, el S&P perdió un 20%, pero recuperó casi todo en cuestión de semanas. Al mismo tiempo, los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense fueron igualmente volátiles, subiendo y luego cayendo casi 80 puntos básicos. ¿Qué pueden hacer los inversores para gestionar el riesgo de la cartera en medio de movimientos tan extremos del mercado?
Una lección importante que creemos que los inversores pueden extraer de tal volatilidad es el valor de mantener una asignación defensiva importante para ayudar a suavizar los resultados de la cartera. Creemos que los bonos corporativos globales con grado de inversión son una forma eficaz de lograrlo, ya que esta clase de activos cumple tres de las funciones clave que los inversores suelen exigir a la renta fija: ingresos, preservación del capital y diversificación respecto a la renta variable.
Ingresos: El poder del rendimiento
Los rendimientos de los bonos corporativos con grado de inversión son elevados en comparación con los niveles registrados durante la última década. Como se destaca en el siguiente gráfico, los rendimientos han estado históricamente estrechamente correlacionados con los rendimientos futuros. Esto sugeriría que, en los niveles actuales, es razonable que los inversores en dólares esperen resultados anualizados de entre un 5% y un 9% durante los próximos cinco años.
Además del atractivo nivel de ingresos, los rendimientos relativamente altos disponibles también proporcionan a las carteras un colchón de ingresos que puede ayudar a compensar la volatilidad de los precios y, por lo tanto, proteger los rendimientos totales.