Informe Semanal Macro 09.12.24
EEUU
Cerramos una semana cargada de publicaciones macro de relevancia al otro lado del Atlántico. Así, conocimos el ISM manufacturero de noviembre, con una aceleración de la referencia desde 46.5 hasta 48.4, lo que supuso un registro mejor del esperado por un consenso que, aunque barajaba cierta corrección al alza tras los mínimos contabilizados el mes anterior, lo cierto es que vislumbraba cifras algo inferiores. En cualquier caso seguimos hablando de un registro compatible con una contracción de la actividad en el sector.
Por su parte, su homólogo de servicios cayó en 3.9 puntos, el primer descenso desde junio, hasta situarse en 52.1. En este sentido, a pesar de mantenerse por encima de la referencia de los 50 y, por lo tanto, en terreno de expansión de la actividad, lo cierto es que se situó claramente por debajo de las estimaciones del consenso (55.7). De esta manera, destacó el fuerte descenso experimentado por los nuevos pedidos, alcanzando un mínimo de tres meses (53.7).
Por último, el informe de empleo mostró una gran divergencia entre las dos encuestas que lo conforman. Por una parte, la tasa de paro aumentó en una décima hasta el 4.2% en un contexto de descenso de la ratio de participación hasta el 62.5%. Por otro lado, la creación de empleo fue mayor de lo esperado, con 227.000 nuevos puestos (220.000 estimado), si bien es cierto que 100.000 se debieron a una corrección del mes anterior, en el que la cifra agregada se vio muy penalizada por huracanes y huelgas que se dieron en dicho periodo.
Europa
Sin grandes publicaciones macro de relevancia, lo más destacado estuvo en las ventas al por menor de octubre del conjunto de la UME que resultaron peores de lo esperado, con una caída del –0.5% desde el 0.5% anterior, cuando el consenso anticipaba un descenso algo más moderado (-0.3%).
En cualquier caso, la atención de los mercados se centró fundamentalmente en materia política, con Francia en el foco de las miradas como consecuencia de la crisis política en torno al gobierno del primer ministro Michel Barnier, quien se enfrentó a una moción de no confianza impulsada por la coalición de izquierda (NFP) y, posteriormente, secundada por el partido ultraderechista Reagrupamiento Nacional (RN) de Le Pen, debido a desacuerdos sobre los presupuestos del 2025 y la utilización por parte de Barnier del artículo 49.3 de la Constitución para aprobar una parte de los mismos sin votación parlamentaria. De esta forma, el ejecutivo cayó y el presidente Macron debe nombrar, sin contar con un plazo de tiempo establecido, un nuevo primer ministro.