La inversión en cultura también es RSC
Según datos oficiales de 2018, la industria cultural española empleaba a más de 690.000 personas y logró alcanzar cotas similares a los años previos a la anterior crisis económica. El gasto medio por hogar vinculado a la cultura rondaba los 680 euros al año y, en términos macro, el sector cultural aportó un 3,2% al PIB, obteniendo una financiación pública en términos de PIB del 0,06% por parte del Estado, un 0,10% por la Administración autonómica y un 0,28% por la Administración local.
Las cifras anteriores son la base del apoyo reciente que se ha dado al sector a través del RDL 17/2020, por el que se aprueban una serie de medidas para minimizar el impacto de la crisis sanitaria de la Covid-19 en el sector cultural en general, incluyendo medidas específicas que benefician al sector audiovisual. La exposición de motivos señala, entre otras cosas, que las medidas tratan de favorecer la financiación privada de la cultura.
Como principales conclusiones del RDL cabría destacar lo siguiente:
- Se incrementan los incentivos fiscales relacionados con la producción cinematográfica de carácter nacional, siendo de aplicación desde el 1 de enero de 2020.
- Se pretende atraer a los productores extranjeros a rodar a España.
- Todo ello con el fin de proteger y generar empleo e incrementar ingresos tributarios asociados a la recuperación de la actividad económica del sector.
Una manera de contribuir al apoyo del sector es a través de la inversión en producciones cinematográficas, a través de productoras que revisten la forma societaria de Agrupación de Interés Económico. Esta forma societaria, presente en nuestro ordenamiento jurídico desde 1991, es el vehículo el que invierten anto sociedades como profesionales y a cambio obtienen un ahorro fiscal muy atractivo y participan en el posible éxito comercial del proyecto. Se traa de invemiones a corto plazo (menos de 18 meses) con rentabilidades atractivas y previsibles.
No hay que perder de vista que es un sistema de financiación que está amparado a nivel de la UE y que en otros países de nuestro entorno se aplica de manera habitual: el partícipe invierte en cultura nacional y por ello obtiene ciertas ventajas fiscales. Si bien se aplica principalmente al cine nacional, también es trasladable a series de TV (nacionales siempre) y a espectáculos en vivo y de artes escénicas.
En este contexto, Dunas Capital cuenta con un equipo espeializado con una amplia experiencia en el asesoramiento a inversores en producciones audiovisuales. Son inversiones certificadas oficialmente como cultura española y, por %nto, elegibles como inversiones RSC para su empresa.
