¿Cómo nos beneficia el tiempo y el plazo? La importancia de la planificación financiera
Cuando hablamos de invertir solemos pensar únicamente en el dinero, en el cuánto. Pero ¿y si lo viésemos como un medio para alcanzar nuestros objetivos? Aunque nos cueste pensar a largo plazo, el para qué queremos realizar una inversión sí importa.
¿Cuál es la diferencia entre invertir hoy 20.000 euros o hacerlo dentro de 10 años si necesito ese dinero dentro de 30 años? Más de 30.000 euros de diferencia en una inversión con un objetivo de rentabilidad del 5%. “El tiempo es nuestro mayor aliado en la planificación financiera. Cuanto antes empecemos a ahorrar, menor será el esfuerzo anual de ahorro que tendremos que hacer”, explica Belén Alarcón, socia y directora de Asesoramiento patrimonial en Abante.
Hacer un ejercicio de planificación financiera es vital para tener éxito en nuestras inversiones. Lo primero: ¿cuál es mi objetivo? Una vez respondido hay que pensar en el plazo, el perfil de riesgo y alejarnos de las modas que prometen rentabilidades históricas, así como de nuestras emociones que, “son malas consejeras”, señala Marta Campello, socia y gestora de fondos en Abante.
Un plan a medida y global que responsa a nuestras preguntas
Ahorrar para una vivienda, poner en marcha un negocio o tener el ahorro para mantener el nivel de vida que deseamos durante la jubilación son algunos de los objetivos que nos podemos marcar. La diferencia entre empezar a ahorrar a los 30, 40, 50 o 60 es conseguir nuestros objetivos con mayor o menor esfuerzo. La clave está en el horizonte temporal y en el interés compuesto. En ir sumando al capital inicial los intereses que nos está dando el ahorro que tenemos invertido.
Empezar a ahorrar cuanto antes y realizar aportaciones periódicas a un fondo de inversión, por ejemplo, es importante para multiplicar el efecto del interés compuesto. De esta manera, el capital final que obtengamos por nuestros ahorros será mucho mayor.
