La educación financiera, un reto pendiente
El informe PISA 2024 revela que el nivel de educación financiera de los adolescentes españoles sigue por debajo del promedio de la OCDE, una tendencia que se arrastra desde 2012. Según el estudio, un 17% de los jóvenes no alcanza el nivel básico en competencias financieras, lo que puede afectar a su toma de decisiones y a su planificación futura. La familia juega un papel clave en esta formación: los adolescentes que hablan con sus padres sobre dinero obtienen mejores resultados en competencia financiera, mientras que quienes no lo hacen presentan un menor conocimiento en la materia.
Para mejorar esta situación, es fundamental fomentar desde edades tempranas hábitos financieros saludables, ayudando a los jóvenes a entender la importancia del ahorro, la planificación y el consumo responsable. Iniciativas como el Día de la Educación Financiera buscan concienciar sobre este desafío. Santiago Satrústegui, presidente de Abante, explica que enseñar a los jóvenes a relacionarse con el dinero desde una perspectiva estratégica “les permitirá tomar mejores decisiones en el futuro, evitando modas pasajeras y asegurando una mayor estabilidad económica a lo largo de su vida”.