Azvalor Asset Management
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«Las caídas de mercado son una oportunidad excelente, si sabes lo que estás haciendo» | Javier Sáenz de Cenzano en TDND

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En tiempos de incertidumbre y pánico en los mercados financieros, algunas voces con experiencia como la de Javier Sáenz de Cenzano, socio de Azvalor y responsable del fondo Azvalor Managers, ofrecen un análisis pausado y fundamentado. En una reciente entrevista concedida al programa Tu Dinero Nunca Duerme, Javier Sáenz de Cenzano abordó con detalle la volatilidad de las últimas semanas, el papel de Azvalor en este contexto y las perspectivas del value investing en un entorno que, a su juicio, abre una etapa especialmente prometedora para esta filosofía de inversión.

Las recientes caídas bursátiles, motivadas en parte por la incertidumbre geopolítica y económica, han provocado una preocupación generalizada. Sin embargo, para Azvalor estas correcciones son parte inherente de la inversión en renta variable y, lejos de representar una amenaza, suponen una oportunidad: “En los últimos 90 años ha habido más de una docena de sesiones con caídas bursátiles muy significativas. Y eso no ha impedido que la bolsa siga siendo el mejor instrumento para preservar el ahorro a largo plazo”.

El gestor recordó varias de estas situaciones históricas en las que los mercados parecían al borde del colapso, y que finalmente resultaron ser excelentes momentos para invertir: “La crisis de las puntocom en 2002, la gran crisis financiera de 2007-2008, la crisis de deuda periférica europea en 2013, el referéndum del Brexit en 2016, la pandemia del COVID en 2020 o la fuerte corrección del Nasdaq en 2022. En todas esas ocasiones parecía que se iba a acabar el mundo, y sin embargo, nuestras carteras se recuperaron e incluso ofrecieron oportunidades extraordinarias”.

En su opinión, el verdadero peligro radica no en la caída, sino en la reacción emocional del inversor. “La tentación es salir del mercado y volver a entrar cuando esté más bajo. Pero acertar ese momento es extremadamente difícil. Lo normal es acabar entrando cuando ya ha subido, y perder lo mejor del rebote”. Por eso, insiste en que lo esencial es mantener el rumbo, confiar en el análisis fundamental y actuar con visión de largo plazo: “Las caídas son una oportunidad para comprar, pero solo si sabes bien en qué estás invertido y por qué lo hiciste en primer lugar”.

Una crisis de fondo más que de forma

Aunque los titulares apuntan a los aranceles y tensiones comerciales como causa principal del pánico bursátil, Javier Sáenz de Cenzano considera que el problema es más estructural. “La deuda pública de los países occidentales, especialmente de Estados Unidos, ha alcanzado niveles alarmantes. Estamos hablando de un 120 % del PIB. Es consumo anticipado que habrá que pagar. Y eso hace que el sistema sea intrínsecamente frágil”.

El socio de Azvalor citó incluso a Warren Buffett para ilustrar el desequilibrio actual, recordando un artículo de 2003 donde el inversor hablaba de Despilfarrolandia y Ahorrolandia: una metáfora sobre cómo algunos países viven por encima de sus posibilidades a costa de endeudarse con otros. “Buffett ya anticipó hace más de 20 años los problemas que estamos viviendo ahora. El detonante ha sido, en esta ocasión, la política comercial estadounidense, pero el castillo de naipes ya estaba montado. Solo faltaba una chispa para hacerlo caer”.

El Método Azvalor aprovecha las oportunidades que ofrecen las caídas

Ante este entorno, la actuación de Azvalor se ha centrado en la disciplina, el análisis y la gestión activa de las carteras. “Nosotros no invertimos en índices, zonas geográficas o sectores. Invertimos en empresas concretas, que conocemos muy bien, y que compramos solo si están muy por debajo de su valor intrínseco”, explicó Javier Sáenz de Cenzano. “Ya pensábamos que nuestras carteras estaban baratas antes de las caídas. Ahora lo están aún más”.

En su carta a inversores del segundo semestre de 2024, publicada en febrero de este año, el equipo de Azvalor ya advertía de que podíamos “asistir a caídas del 20-30% en las bolsas”. Pero, si la firma ya veía venir la corrección de los mercados, ¿por qué la caída ha afectado también a sus carteras? La reacción inmediata del mercado ante situaciones de pánico, explicó Javier, es indiscriminada: “Primero dispara, luego pregunta. Eso penaliza a todas las compañías por igual, aunque sus fundamentos no lo justifiquen. Y ahí es donde surgen grandes oportunidades”. En este contexto, Azvalor ha aprovechado para rotar parte de la cartera, vendiendo participaciones en empresas que han resistido bien, para reinvertir en otras que han sido castigadas de forma injustificada.

Un ejemplo claro es el caso del sector del acero. En el fondo Azvalor Managers, explicó, tienen en cartera tanto una empresa estadounidense como otra canadiense. La primera, a priori beneficiada por los aranceles, podría enfrentarse a represalias comerciales. La segunda, teóricamente perjudicada, podría convertirse en monopolio en su mercado nacional. “Solo si conoces a fondo cada compañía puedes anticipar esos efectos de segundo orden y tomar decisiones acertadas”.

El temple del inversor value

Una de las claves del Método Azvalor de inversión es el control emocional, especialmente en momentos de alta volatilidad, cuando la tentación es de actuar precipitadamente movidos por el miedo. “En nuestras oficinas no hay papeles volando ni pánico. Hay silencio, análisis, modelos de valoración… Seguimos exactamente igual que siempre. Hablamos de compañías, de negocios, de flujos de caja. Nuestro trabajo no cambia porque el mercado esté nervioso”, afirmó Javier Sáenz de Cenzano.

Citó como ejemplo el comportamiento de los fondos de la firma durante la pandemia en 2020, cuando, tras una gestión disciplinada en el momento más difícil, Azvalor Internacional y Azvalor Managers triplicaron su rentabilidad. “Fue una prueba de que los momentos de mayor miedo pueden ser los mejores para invertir, si mantienes la cabeza fría y no cometes errores”.

Azvalor Managers: una propuesta diferencial

Durante la entrevista, Javier Sáenz de Cenzano también explicó en detalle el funcionamiento y las últimas novedades del fondo Azvalor Managers, un vehículo único dentro de la gestora (y del mercado español). “Es un fondo que invierte en acciones seleccionadas por gestores externos que consideramos entre los mejores del mundo. Actualmente contamos con siete Managers, cada uno con un estilo y un enfoque particular”.

La filosofía detrás de este fondo es que un solo equipo no puede dominar todo el universo inversor, por lo que la firma ha seleccionado gestores con un profundo conocimiento y una amplia experiencia en sus respectivas áreas. “Nos fijamos en gestoras boutique, propiedad de los empleados, con un enfoque muy especializado, y con experiencia real atravesando crisis. Y, por supuesto, que inviertan su propio dinero en sus estrategias. Queremos que estén en el barco con nosotros”.

En los últimos años, el fondo ha pasado de tener cuatro a siete gestores, incorporando nuevas capacidades en áreas geográficas o sectores previamente no cubiertos. Actualmente, la cartera está compuesta por unas 80 compañías, con un perfil muy diversificado tanto en estilo como en geografía. Algunas cotizan a múltiplos muy bajos, otras lo hacen algo más alto por su calidad excepcional. El potencial de revalorización, según explicó su responsable, es históricamente muy alto: “Estamos en uno de los momentos con mayor potencial que hemos tenido nunca. Y eso nos llena de ilusión”.

¿Una nueva edad de oro para el value investing?

El momento actual puede suponer un punto de inflexión para el value investing, tras una década en la que el crecimiento [growth] y la tecnología han dominado los índices. “El entorno de tipos bajos y políticas monetarias expansivas favoreció a las empresas de crecimiento, que prometen beneficios futuros. Pero eso ha cambiado”, señaló el socio de Azvalor.

Con tipos de interés más altos, inflación persistente y una mayor aversión al riesgo, el mercado empieza a valorar de nuevo las empresas con activos tangibles, generación sólida de caja y balances robustos. “Estamos convencidos de que el value investing, bien entendido, está a las puertas de una edad dorada. Ahora se premian los negocios reales, los que generan valor hoy, no dentro de diez años”.

“Si uno es paciente, si se abstrae del ruido y sigue un método riguroso, los próximos años pueden ser muy buenos para quienes apuesten por el valor. Nosotros, desde Azvalor, lo afrontamos con plena confianza y entusiasmo”, concluyó Javier Sáenz de Cenzano.

Fuente: esRadio

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