La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha anunciado unas medidas que puede afectar de un
modo muy notable al funcionamiento del mercado financiero español y
del asesoramiento.
En una circular, afirma que aplicando las líneas hacia las que apunta
la regulación europea, las "entidades que deberán revisar, y en
su caso modificar, l os sistemas de remuneración y
los controles y procedimientos establecidos" que puedan suponer
conflictos de interés. Sobre todo, en lo que toca a
"los incentivos que puedan incitar a quienes los perciben a
favorecer sus propios intereses en posible detrimento del interés de
los clientes".
Es decir, la retribución variable que recibe el director de la
sucursal o los empleados por colocar los productos de campaña... Ahora
depósitos, ahora preferentes, ahora estructurados, ahora planes...
La CNMV dice que las entidades deberán vincular el bonus
con criterios cualitativos, por ejemplo que demuestren que
al cliente se le ha ofrecido el mejor producto para su situación y
perfil de riesgo, y no tanto cualitativos, como el volumen colocado:
Así, "deberán comprobar que el margen de las oficinas o
cualquier otro elemento utilizado para determinar la retribución
variable del personal de la red comercial no esté vinculado
de forma directa con la venta de un producto específico o
de una categoría de productos muy limitada"
Además, antes de aprobarse los bonus deberán pasar por
alta dirección, que antes tendrá que tomar la
decisión tras consultar un documento del departamento de
cumplimiento legal. De este modo, los directivos
tendrían responsabilidad directa si se aprueban unos incentivos inapropiados.
A mí me pasa con esta legislación como con la
limitación
de la comisión en los planes, en un mercado eficiente este
tipo de medidas no serían necesarias. Los clientes no contratarían
los productos de campaña que se les mete por los ojos, sino que se
fijaría en las distintas alternativas y contraría la mejor para su
perfil... Pero está claro que este sistema que tenemos no funciona
así, como ha demostrado el caso de las preferentes.
Por lo tanto, me parece muy positivo, siempre que consigan que
sea una medida efectiva y no se quede en agua de borrajas. Y que
resaltará la necesidad de avanzar hacia un asesoramiento
financiero que evite los conflictos de interés... Que alinee los
intereses del asesor con los del cliente.
¿Qué os parece a vosotros? ¿Cómo creeis que puede afectar al
mercado financiero español? ¿De verdad supondrán una limitación al
poder de los productos de campaña o será sólo un trámite burocrático
que la entidad sabrá esquivar?