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Bancos centrales: ¿la caballería al rescate?
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Bancos centrales: ¿la caballería al rescate?

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En junio, los bancos centrales salieron al rescate. Ante la amenaza de unos datos económicos más débiles, riesgos en las previsiones comerciales y una inflación aún baja, la Reserva Federal (la Fed) y el Banco Central Europeo anunciaron la llegada inminente de la caballería en forma de estímulo monetario adicional. De esta forma, las que eran en principio malas noticias económicas se convirtieron en un impulso para los mercados.

Los activos de riesgo –como la renta variable y el crédito– repuntaron junto con los activos refugio tradicionales, entre ellos los bonos gubernamentales de mercados desarrollados, el oro y el yen. La sólida rentabilidad de junio consiguió revertir la volatilidad de los activos de riesgo en mayo para cerrar el trimestre en positivo y dibujar un arranque de ejercicio más que bueno para prácticamente todos los inversores, con independencia de los ámbitos en los que hubiesen colocado su capital. En este contexto, la renta variable de mercados desarrollados registró un avance de casi el 4 % en el trimestre y del 17 % en el año curso. Por su parte, el crédito también había empezado el trimestre y el año con buen pie. Además, la mayoría de índices de deuda pública marca subidas de aproximadamente el 5 % en el año en curso tras haber repuntado durante este trimestre. 

Que los activos de riesgo y los activos refugio hayan repuntado simultáneamente puede parecer contrario a toda lógica. Sin embargo, tiene sentido si tenemos en cuenta que los mercados han estado descontando bajadas de tipos por parte de la Fed y el BCE y una posible ronda de expansión cuantitativa (QE) adicional por parte de este último, circunstancias que, en ambos casos, resultan favorable para los bonos gubernamentales de mercados desarrollados. Por otra parte, dichas bajadas de tipos y QE adicional también pueden ser positivas para los activos de riesgo si consiguen evitar que la actual ralentización no degenere en una desaceleración económica. En consecuencia, los actuales precios de mercado reflejan las expectativas de que el estímulo de los bancos centrales mantendrá la expansión económica a flote.

Las encuestas al sector de la fabricación se han debilitado en todo el mundo, experimentando notables descensos en el caso de los indicadores empresariales estadounidenses y debilidad continuada en China, Japón y Europa. Además, el sector industrial alemán parece estar atravesando especiales dificultades.

Uno de los riesgos es que esta debilidad en el sector industrial podría provocar pérdidas de empleo y un desplome en la confianza de los consumidores. Por ende, el aumento en la tasa de desempleo alemana en mayo, habría sido una fuente de preocupación para el BCE. Los datos de comienzos de junio revelaron una ralentización en el ritmo de contratación en EE. UU., y el índice de la Conference Board sobre la confianza de los consumidores estadounidenses también registró descensos. Probablemente, es este riesgo creciente que se cierne sobre las previsiones del empleo y el consumo el que ha motivado el giro hacia políticas más expansivas en el seno de la Fed y el BCE. A la vista de ello, es de esperar que en las próximas semanas y meses los mercados presten más atención de la habitual a los datos del mercado laboral.

En respuesta a la intensificación en los riesgos a la baja en las previsiones económicas y a la caída en las expectativas de inflación a largo plazo, la Fed respaldó la retórica flexible que venía transpirando el discurso de varios de sus integrantes en los últimos meses e indicó finalmente que ocho de sus 17 miembros creen que la actual situación justifica bajadas de tipos este mismo año. Empujado en parte por el comentario del presidente de la Fed Jerome Powell sobre que «más vale prevenir que curar», el mercado espera ahora con una probabilidad superior al 0,5 % bajadas de tipos antes del final de año, expectativa que contrasta marcadamente con las previsiones de subidas del 0,5 % en 2019 que sus participantes mantenían allá por septiembre del pasado año. En este contexto, las tires de los títulos del Tesoro estadounidense a 10 años se han reducido en aproximadamente un 2%. 

Al no querer quedarse atrás, y preocupado además por los riesgos bajistas sobre las previsiones económicas, el BCE intensificó también su retórica. El presidente Mario Draghi afirmó que la política monetaria se flexibilizaría a menos que la economía mejorase, trató de convencer a los mercados de que el BCE sigue disponiendo de mucha munición si se requiriesen rondas de expansión cuantitativa adicionales, y que los tipos de interés podrían incluso desplazarse hasta territorio negativo en caso de necesidad.

Tras la Cumbre del G20, EE. UU. y China acordaron seguir negociando su relación comercial sin aumentos arancelarios, pero también sin enviar señales importantes de avance en lo relativo a la superación de los principales escollos de la negociación. Mientras que la ausencia de escaladas adicionales evita por el momento el peor escenario, la incertidumbre permanente y la posibilidad de que las conversaciones vuelvan a fracasar continúan lastrando la confianza empresarial. 

Por tanto, mientras seguimos a la espera de determinar si el crecimiento mundial levanta el vuelo o sigue cayendo, un posible enfoque para los inversores consistiría en mantener únicamente una asignación neutra a activos de riesgo y evitar sobreponderaciones en títulos de baja capitalización y valores caros y de baja calidad. Además, los títulos del Tesoro pueden proporcionar cierta cobertura a la renta variable en caso de desaceleración económica, y aumentar la calidad de las inversiones en crédito también podría ser una medida adecuada en este supuesto. En lo que respecta a los activos alternativos, las estrategias flexibles –como los fondos macro globales, que históricamente han servido de colchón a las carteras en periodos de descenso en los mercados –y las asignaciones a proyectos de infraestructuras de los principales países del mundo, también pueden contribuir a diversificar las carteras. 

Podéis consultar el informe completo aquí

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