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Perspectivas para 2016: diferentes expectativas
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Perspectivas para 2016: diferentes expectativas

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Por Stephanie Flanders, Chief Market Strategist para el Reino Unido  y Europa:

"En diciembre de 2015 fuimos testigos de un incremento de los tipos de interés en Estados Unidos, una ronda adicional de expansión monetaria en la zona euro y otra sacudida en los precios del petróleo, tres acontecimientos fundamentales que determinarán las perspectivas de los inversores en los próximos meses.

La tónica esencial es la de la divergencia: el mundo se encuentra hoy dividido, pero no solo en cuanto a la dirección de las políticas monetarias, sino también en sus regiones y sectores, encontrándose las oportunidades más atractivas del conjunto de la economía global en los mercados desarrollados y los segmentos más próximos a los consumidores. 

Las rentabilidades obtenidas por los inversores de mercados desarrollados en 2015 resultaron mediocres, y mientras que una cartera equilibrada estándar compuesta por valores de renta variable y deuda pública a largo plazo de mercados desarrollados en una proporción del 50/50 habría obtenido una pequeña rentabilidad negativa de aproximadamente el 1% en 2015, otra de idéntica composición habría dado lugar a una rentabilidad de más del 9% en 2014.

FLUJOS ACUMULADOS DE LA RENTA VARIABLE DESDE ENERO DE 2014

No obstante, debe tenerse en cuenta que las rentabilidades de los índices en los principales mercados se han visto gravemente distorsionadas por la venta masiva experimentada en los ámbitos de la energía y otras materias primas, lo cual implica que –en términos reales– muchos inversores habrán obtenido mejores resultados.

A la vista del "retraso" de la zona euro en el ciclo económico, no descartamos la posibilidad de que Europa continúe obteniendo rendimientos superiores a los de los Estados Unidos. Por otra parte, Japón ha obtenido los mejores resultados de entre los mercados desarrollados en 2015, situación que parece menos probable en 2016, particularmente si el BdJ decide que su economía sigue una marcha lo suficientemente buena como para
arreglárselas sin medidas de flexibilización adicionales.

En lo que respecta al Reino Unido, la caída en los precios del petróleo sugiere que el país podría seguir patrones similares a los de 2014 y 2015 con un comportamiento relativo del índice inferior pero con grandes segmentos del mercado registrando evoluciones aceptables, especialmente en los sectores ligados al consumo doméstico. 

A lo largo de 2015 el dinero se ha encauzado en flujos salientes desde fondos estadounidenses y de mercados emergentes hacia Europa y Japón, y es posible que dicha tendencia se prolongue durante la primera mitad del próximo ejercicio si la ansiada recuperación en las ganancias corporativas estadounidenses no termina por materializarse y los inversores continúan preocupándose por el impulso económico mundial y los ajustes en los emergentes. 

En caso de que los temores por el crecimiento global se apacigüen y los mercados estadounidenses continúen tomándose con filosofía el incremento en los tipos de interés, no descartamos que puedan mejorarse las rentabilidades una vez entrado el año aumentando la exposición a activos infravalorados de los mercados emergentes y el sector energético.

No obstante, la perspectiva de menores rentabilidades y mayor volatilidad en esta fase más madura del
ciclo justifica probablemente la estrategia consistente en incrementar la exposición a clases de tipos alternativas como los Hedge Funds a fin de utilizarlos como fuente tanto de diversificación de las carteras como de eventual protección frente a pérdidas.

Riesgos clave para 2016 y preguntas sin respuesta

Los riesgos que más nos preocupan son un posible brote adicional de fortalecimiento significativo del dólar estadounidense a raíz de los pasos en falso de la Fed o del BCE, un debilitamiento adicional del crecimiento mundial derivado de los problemas motivados por los ajustes adicionales en los mercados emergentes, y las fuerzas
desinflacionarias procedentes de China.

Los peligros políticos –en especial el referéndum británico sobre la pertenencia del país a la UE, la crisis de la inmigración en Europa y las elecciones generales en los Estados Unidos– son otros de los temores que nos acechan. Los siguientes son, en nuestra opinión, los aspectos fundamentales que los inversores deberán mantener bajo estrecha vigilancia en 2016:

Un dólar generalmente estable

Aunque la divisa estadounidense tiende a revalorizarse en la antesala de los incrementos en los tipos de interés, con frecuencia dicha tendencia se ha revertido una vez que el ciclo de ajuste se encuentra en marcha.

VALOR DEL DÓLAR ESTADOUNIDENSE: INDEXADO A 100 EN EL MES DEL PRIMER INCREMENTO EN LOS TIPOS

No obstante, en esta ocasión el consenso dicta que el USD continuará apreciándose al menos durante la primera
mitad del ejercicio, una situación que si bien sería asumible, podría resultar perjudicial tanto para el equilibrio de la economía nacional como para la estabilidad del conjunto de los mercados en caso de tener lugar un incremento al alza adicional en dicha moneda.

En cualquier caso, el mejor escenario para los inversores consistiría bien en un periodo de estabilidad, bien en
una caída del dólar a lo largo del año, ya que ello apuntaría a que el impulso del crecimiento global ha saltado de Estados Unidos al resto del planeta.

Ausencia de recesión en 2016

Coincidimos con el consenso del mercado en el hecho de que no existe una amenaza inminente de recesión en los Estados Unidos, visión que sustenta nuestras perspectivas ampliamente optimistas para 2016 y nuestra expectativa de que, llegado el momento, partes importantes del mercado High Yield estadounidense y europeo habrán sido
objeto de sobreventas.

Sin embargo, la debilidad persistente en el sector de la fabricación a escala mundial y los recientes recelos sobre la calidad y la liquidez en los mercados de crédito estadounidenses constituyen, en ambos casos, motivos de
preocupación en una coyuntura en la que la renta fija se encuentra en un proceso de transición histórico y
potencialmente volátil hacia una política monetaria más ajustada.

Por ello, recomendamos a los inversores que permanezcan atentos a cualquier signo que sugiera que parte o la totalidad de estas cuestiones comienzan a “contaminar” la recuperación en su conjunto".

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