Aumenta el ruido en los mercados: una prueba para los inversores
Los mercados registraron una fuerte subida en las últimas semanas de 2023, ya que los inversores se apresuraron a valorar el giro de la política monetaria -en forma de recortes de tipos anticipados- de los bancos centrales. Esto ha dejado las valoraciones al límite en todas las clases de activos.
Está claro que 2024 traerá consigo muchos acontecimientos diferentes que darán lugar a una reorganización de las oportunidades de inversión. Algunos de ellos ya están marcados en los calendarios de los inversores, como las numerosas elecciones que tendrán lugar este año en todo el mundo, sobre todo las presidenciales estadounidenses del 5 de noviembre. Otros acontecimientos son menos previsibles, como los ataques a los buques que navegan en el Mar Rojo y la posterior reacción de las naciones occidentales. No sabemos cómo evolucionarán los actuales epicentros de conflicto; si se atrincherarán más, por ejemplo, o si atraerán a más actores.
En general, se trata de un entorno complicado, y a veces alarmante, para los inversores. Las elecciones presidenciales de EE.UU. son claramente un acontecimiento en el que hay mucho en juego, pero ese no es el caso de todos los sondeos.
Un enfoque práctico para los inversores consiste en centrarse en comprender cómo políticas y acontecimientos -financieros y geopolíticos- divergentes dan lugar a diferentes riesgos y oportunidades.
La renta fija
La economía mundial sigue en desaceleración, lo que debería ser un entorno favorable para la renta fija, pero hay que vigilar el extremo largo de la curva de rendimientos a medida que se acercan las elecciones estadounidenses. Gracias al estatus del dólar como moneda de reserva, Estados Unidos se ha permitido el lujo de poder incurrir en un gran déficit. Pero los indicios de despilfarro fiscal de los candidatos pueden poner a prueba la paciencia de los mercados y dar lugar a una mayor volatilidad de los bonos a más largo plazo.
Europa, por el contrario, ha aplicado políticas fiscales más conservadoras. Esto favorece a los bonos europeos. De nuevo, en los mercados emergentes muchos países han aplicado políticas monetarias ortodoxas que ahora dejan a sus mercados de deuda en un buen lugar. Somos bastante positivos respecto a la deuda de los mercados emergentes en moneda local.
Renta variable
La renta variable no se ha movido tan rápido como la renta fija para incorporar las expectativas de recorte de tipos. Aunque las valoraciones han subido, no están en niveles extremos.
Gran parte de las subidas del año pasado se concentraron en los denominados Siete Magníficos (valores estadounidenses de gran capitalización) e incluso éstos están apuntalados por los beneficios. Puede haber margen para que la renta variable siga subiendo. Esto será especialmente relevante para los inversores que actualmente mantienen efectivo. Nuestro reciente análisis, que estudia los datos de 22 ciclos de bajadas de tipos que se remontan a 1929, ha revelado que históricamente la rentabilidad media de la renta variable estadounidense ha sido del 11% en los 12 meses siguientes a la primera bajada de tipos en Estados Unidos.
Si se produce un "aterrizaje suave" de desaceleración, pero no de recesión, la renta variable debería verse favorecida. Esta cuestión vuelve a hacer hincapié en la divergencia: ¿se extenderán esas ganancias a zonas desatendidas del mercado, incluidas regiones infravaloradas como el Reino Unido?
China sigue enfrentándose a un problema de crecimiento mientras hace frente a las ramificaciones de su crisis inmobiliaria, y aunque el resultado de las elecciones estadounidenses podría traer cambios significativos para los mercados, no creemos que un cambio de postura hacia China sea uno de ellos.
Es probable que la actual tendencia proteccionista y la carrera por la supremacía tecnológica se mantengan intactas, gane quien gane.
Conclusión
En última instancia, lo principal es permanecer invertido para aprovechar estas oportunidades divergentes a medida que surjan. En el momento actual, y a diferencia de gran parte de la década pasada, es posible obtener una rentabilidad nominal atractiva del efectivo. Pero, no hay que olvidar que, incluso si los recortes de tipos en EE.UU. no son tan inminentes como algunos esperan, es probable que los tipos de interés bajen, con lo que el efectivo será menos atractivo. Al mismo tiempo, los movimientos del mercado pueden producirse muy rápidamente, por lo que mantenerse al margen (de la inversión) podría significar perderse oportunidades significativas.
Información importante: Los puntos de vista y opiniones aquí contenidos son los de Johanna Kyrklund, co-responsable de inversión y directora de inversión del grupo Schroders, y no necesariamente representan puntos de vista expresados o reflejados en otras comunicaciones, estrategias o fondos de Schroders. Este material tiene la intención de ser sólo para fines informativos y no tiene la intención de ser material promocional en ningún sentido. El material no pretende ser una oferta o solicitud de compra o venta de ningún instrumento financiero. El material no tiene la intención de proporcionar y no se debe confiar en él para la contabilidad, asesoramiento jurídico o fiscal, o recomendaciones de inversión. No se debe confiar en las opiniones y la información de este documento cuando se toman decisiones individuales de inversión y/o estratégicas. Las rentabilidades pasadas no son una guía para las rentabilidades futuras y es posible que no se repitan. El valor de las inversiones y los ingresos de las mismas pueden disminuir o aumentar, y los inversores pueden no recuperar las cantidades invertidas originalmente. Todas las inversiones implican riesgos, incluido el riesgo de una posible pérdida de capital. Se cree que la información aquí contenida es fiable, pero Schroders no garantiza su integridad o exactitud. No se debe confiar en las opiniones y la información de este documento cuando se toman decisiones individuales de inversión y/o estratégicas. Los dictámenes de este documento incluyen algunos pronósticos. Creemos que estamos basando nuestras expectativas y creencias en suposiciones razonables dentro de los límites de lo que sabemos actualmente. Sin embargo, no hay garantía de que se vayan a realizar previsiones u opiniones. Estos puntos de vista y opiniones pueden cambiar.