El error de la Teoría Cuantitativa del Dinero

El error de la Teoría Cuantitativa del Dinero

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La Teoría cuantitativa del dinero establece que existe una relación directa entre la cantidad de dinero en el sistema y el nivel de precios de una economía. Para quienes no lo sepan fue Milton Friedman el que dió una explicación a este hecho a mediados de los años 50.

Pero como demuestra la actual crisis económica, no siempre la inyección de dinero por parte de los Bancos Centrales ocasiona inflación. Al menos, las macro-inyecciones de la FED y del BCE no están consiguiendo aumentar significativamente la inflación ni en Estados Unidos ni en Europa. Entonces, la pregunta que deberíamos hacernos es ¿por qué falla esta teoría? Hasta ahora, lo que podemos ver de los agregados monetarios es que es posible tener una escasez de dinero simultáneamente con el exceso de trabajo de las prensas de impresión de papel moneda ó su correspondiente aciento electrónico.

Una de las explicaciones que a mi más me gustan, en parte propuesta entre otros por el profesor Antal Feteke, se basa en que la Teoría Cuantitativa del dinero (QMT en inglés) refleja de forma unidimensional cantidad de dinero con el nivel de precios, cuando la relación es bidimensional. Para intentar explicar esto, hay que establecer que la inflación no es lo mismo que la inflación de la oferta monetaria. La inflación es la depreciación de la unidad monetaria. Dos conceptos que están lejos de ser lo mismo. Y esta diferencia es la que no logra entender la QMT y de allí el origen de su error. La razón por la que falla es que la inflación está condicionada con 2 conceptos:  " cantidad" (como lo hace la QMT), pero además nos habla de " velocidad de circulación". Los bancos centrales controlan la primera dimensión y el mercado controla firmemente la segunda.

Mientras el clima económico es estable, la velocidad puede ser ignorada porque se encuentra en un valor más o menos fijo. Es por esto que la Teoría Cuantitatida del Dinero puede ser una buena aproximación en muchos casos (ojo: aproximación). Pero tan pronto como aparece el mal tiempo económico, varía la velocidad de circulación. Y vuelve la velocidad de circulación con una venganza. Si se incrementa, hablamos de inflación. Si disminuye, se habla de deflación.

En el caso extremo, el aumento de la velocidad puede empezar a alimentarse a si misma y la velocidad podría crecer más allá de cualquier límite. La gente compra cualquier cosa que pueda tener en las manos porque espera que los precios sigan aumentando. Esto es la hiperinflación, aniquilando el valor de la unidad monetaria. Se trata de un proceso irreversible: cuando el papel fiducitario pierde su valor, se pierde para siempre. Si hay un rebote, será un dead-cat bounce (el término en inglés es dead-cat bounce -salto de gato muerto- alude a la recuperación de la bolsa sin mejora de sus fundamentales, por lo que terminará en una nueva caída).

Pero también es posible que, en el otro extremo del espectro, la contracción en la velocidad de circulación se niegue a detenerse y empiece a retroalimentarse. Las personas posponen las compras indefinidamente, ya que esperan que los precios bajen aún más. Esta es la hiperdeflación. Se manifiesta a si misma con cada aumento del valor de la unidad monetaria.

Es importante remarcar que se puede dar una deflación (o hiperdeflación) mientras algunos precios siguen subiendo. Aparte del oro, la comida y la energía son dos importantes excepciones. La gente tiene que comer, y quieren mantenerse calientes y en movimiento, sin importarle el precio.  Paradójicamente, esto puede reforzar la deflación. Porque por el aumento de los precios de los alimentos y de la energía la gente tendrá mucho menos  para gastar en otros bienes, acelerando la caída de los precios en otros sectores.

Lo primordial en cualquier patología del dinero es que el gobierno es impotente. Una vez que se llega al punto de no retorno, no hay nada que los gobiernos puedan hacer para convencer a la gente que el proceso va a terminar. En lo que concierne a las personas, la retroalimentación de su experiencia les dice que se espera más de lo mismo.

P.D. Si tienen dudas sobre cuál es el vaticinio de Antal Feteke para los Estados Unidos, comentarles que espera una deflación.

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