BUSCANDO EL MEJOR PLAN DE AHORRO PARA LA JUBILACIÓN.

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¿Realmente es un problema la jubilación? ¿Es el gobierno quien debe solucionarlo? ¿Por qué se habla de planes de pensiones cuando se habla de jubilación? ¿No hay nada mejor? 

Plan de Pensiones, Depósitos, Acciones, Fondos de Inversión, Seguros de Vida Ahorro, Unit Linked, SIALP y PÍAS y algún otro, pero yo solo analizaré tres.

Hoy trataré de demostrar que entre los productos de inversión/ahorro para complementar la jubilación, el más recomendable no es ninguno de los más recomendados.

El Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) menciona la pensión de jubilación como uno de los asuntos que más preocupa a los españoles. O sea..., que un altísimo porcentaje de población necesita encontrar soluciones para su futura jubilación y no sabe como.

También es un asunto que preocupa o más bien, “interesa” a nuestros gobernantes y a los que pretenden gobernar, no porque quieran resolverlo, sino porque esperan ganar votos con propuestas imposibles de cumplir.

La preocupación generalizada por las pensiones de jubilación surge porque el sistema público es insostenible y la causa es bastante simple. El sistema se pensó cuando la esperanza de vida no superaba los 75 años. Entonces eran necesarios 3 cotizantes por jubilado (3/1), pero actualmente la esperanza de vida ha ascendido a 84 años y la natalidad ha descendido, de forma que solo somos 2 cotizantes por jubilado (2/1). El sistema ya es insostenible ahora, pero el verdadero problema está por llegar. En dos décadas la esperanza de vida será aun mayor, la natalidad no parece ir en aumento y las jubilaciones masivas de los “baby boomers” nos llevará a una ratio de 1 cotizante por jubilado (1/1). 

Con este escenario, la tasa de reposición (diferencia entre el último salario y la pensión de jubilación) descenderá irremediablemente a niveles europeos, pasando del 80% actual al 50%.

En otros países la perdida de poder adquisitivo en el momento de la jubilación, se complementa con ahorro privado, porque hace décadas que se concienciaron de esta necesidad, pero en España estamos a años luz porque gran parte de la población entiende que el problema de las pensiones no es individual, sino público.

Hay quien defiende que la solución le corresponde al estado y confían en que algún gobierno haga el milagro de conseguir que de repente nazcan 8 millones de cotizantes con salarios estables, que coticen lo suficiente para pagar las pensiones de millones de jubilados. A todos los que opinan así, les deseo suerte.

Otros defendemos que el escenario no permite una solución en la que solo intervenga el estado. La experiencia y el ejemplo de otros países nos demuestra que debemos cambiar el chip de la “dependencia” por el de la “independencia financiera” y que una jubilación solvente solo se consigue ahorrando e invirtiendo correctamente, desde el día en el que se empiezan a percibir ingresos. Así de fácil.

En este caso, la única intervención del estado consiste en eliminar las penalizaciones e incentivar el ahorro/inversión privado, premiando el esfuerzo personal y la inversión a largo plazo, para disfrutarla como complemento a la jubilación.  

Conociendo el problema y la causa, solo queda encontrar la mejor solución y en mi caso, no voy a esperar a ver que propone el gobierno de turno. Lo que propongo es valorar las soluciones y recursos individuales que existen, para que la jubilación deje de ser una preocupación y se convierta en esa etapa de júbilo que premia una larga vida laboral.

Con este artículo quiero dar respuesta a una pregunta que se repite en los foros que frecuento y aunque intervengo siempre que puedo, observo que muchos expert@s, repiten los mismos argumentos sin dar con la respuesta correcta.

La pregunta que yo mismo he lanzado alguna vez, es; “Si entre los diferentes productos de ahorro/inversión, ¿hay uno mejor que el resto para complementar la jubilación?”

A esta pregunta se suele responder con argumentos contradictorios sobre las ventajas e inconvenientes de los planes de pensiones y de los fondos de inversión, pero se pasa de refilón y se habla con muy poco acierto del mejor de los productos de ahorro para la jubilación, al menos para la gran mayoría. El PIAS.

Este producto nace en 2005 con la finalidad específica de resolver el problema que trae de cabeza a la población española. La jubilación.

Un buen PIAS supera la rentabilidad de los mejores índices bursátiles y por supuesto la de cualquier plan de pensiones. No envidia la rentabilidad de los fondos de inversión y mejora con mucho la fiscalidad de ambos productos.

¿Y entonces por qué se habla tan poco del PÍAS? 

Muy sencillo. Los canales de distribución de productos de ahorro no tienen como prioridad resolver el problema de las pensiones. Su prioridad es vender productos de ahorro y cuanto más fácil sea su venta, mejor. El PIAS es un producto que compite directamente con los planes de pensiones, pero mientras la contratación de un plan de pensiones la puede hacer cualquier comercial, la de un buen PIAS necesita una gestión de venta asesorada y una dedicación al cliente complicada para la estructura de ciertos canales de distribución de productos de ahorro. La banca, algunas aseguradoras y algunos “asesores”, no disponen de PIAS competitivos y prefieren ocultar la existencia de este producto.

Yo comparo el PÍAS con la rana de los cuentos de princesas. Solo quien escucha el cuento hasta el final, descubrirá que en realidad es el Príncipe Azul del ahorro.

En este artículo trataré de darle a la rana el protagonismo que merece y estaré encantado de generar debate, poniéndome a disposición de quien quiera más información.

Entremos en harina y analicemos varias opciones de ahorro PARA COMPLEMENTAR LA JUBILACIÓN.

Entre las opciones existentes está el Plan de Pensiones, Depósitos, Acciones, Fondos de Inversión, Seguros de Vida Ahorro, Unit Linked, SIALP y PÍAS y algún otro, pero yo solo analizaré tres. Las dos más recomendadas y mencionadas en este canal y la que yo recomiendo desde hace años. El resto las descarto y si alguien quiere comentarlas, que lo diga.

1. LA MÁS POPULAR. El plan de pensiones.

2. LA MAS RECOMENDADA EN ESTE CANAL. Los fondos de inversión.

3. LA QUE YO RECOMIENDO. El PIAS con inversión diversificada y gestión activa.   

1º. EL PLAN DE PENSIONES NUNCA FUE NI SERÁ EL MEJOR SISTEMA DE AHORRO PARA LA JUBILACIÓN, aunque a estas alturas se sigue recomendando mucho más de lo que sería de esperar.

Puede que en casos muy puntuales y solo para quien perciba rentas de trabajo muy altas, sea interesante, pero no para la jubilación, sino para APLAZAR el pago de impuestos. Eso si, cuidado a la hora de rescatar la inversión.

Respecto a la jubilación, este producto se ha ganado a pulso la consideración de “poco recomendable”, por su escasa rentabilidad, por sus limitaciones para rescatarlo y por su penalización fiscal, que se vende como ventaja. 

Además produce rechazo porque se utiliza como moneda de cambio para cuestiones que nada tienen que ver con la jubilación. La banca lo utiliza para chantajear a los clientes para obtener mejores condiciones en la contratación de hipotecas, en la contratación de cuentas bancarias, tarjetas de crédito, concesión de créditos personales, etc... por su contratación se regalan sartenes, televisiones, etc...

El plan de pensiones es protagonista de una despiadada estrategia comercial que se produce cuando finaliza el ejercicio fiscal y cuando se acerca el momento de la declaración de la renta. En esas fechas se publicita y recomienda su contratación para reducir el pago de impuestos en la declaración de la renta. ¡Un argumento más falso que el beso de Judas!

Pero pocas veces, yo diría que NUNCA, SE OFRECE O CONTRATA PARA SOLUCIONAR EL PROBLEMA DE LA JUBILACIÓN. Porque es para lo único que no sirve.

Además, como su uso se ha desvirtuado totalmente, se permiten su contratación desde 30€ mensuales y su rescate a los 10 años de su contratación. Y esto último se argumenta como ventaja.

¿Me puede explicar alguien para qué servirá un plan de ahorro jubilación al que se aportan 30 € mensuales si se rescata a los 10 años? Quien contrate con 35 años este chollo, a los 45 años tendrá ahorrados 3600 € que además se habrán devaluado al menos un 20% con motivo de la inflación, a razón del 2% anual.

Respecto a las ventajas fiscales, si esa misma persona percibe un renta de trabajo media, no habrá reducido su factura fiscal ni 100 € al año, pero a cambio cuando rescate su ahorro tendrá que declararlo como renta de trabajo, descontándole hacienda entre un 19% y un 45%, dependiendo de su tipo marginal.

En resumen, 10 años ahorrando para conseguir 3600€ que tributando un 19%, se quedarán en 2916 € y tributando un 45%, se quedará en 1980 €. Ademas esa cifra estará devaluada un 20%. Diez años perdidos y la jubilación cada vez más cerca.

Y si duplicamos o triplicamos las aportaciones, las cantidades devaluadas y retenidas por hacienda serán escandalosas, el ahorro fiscal igual de absurdo y el ahorro para la jubilación insuficiente.

El argumento de la reducción de impuestos del p.p., solo sirve para quien percibe rentas de trabajo superiores a 60.000€ anuales, porque a partir de esa cantidad se tributa con un marginal del 45%. En ese caso y aportando el máximo anual a un plan de pensiones (8000 €), la reducción de la base imponible pueden ser interesante. Pero cuidado, una vez firmado el “pacto de sangre” con hacienda no se deberá rescatar el capital a los 10 años, porque el hachazo fiscal será del 45% de la suma de la renta de trabajo, el capital invertido y la plusvalía. 

No quedará más remedio que mantener el ahorro secuestrado hasta un año después de la jubilación y rescatarlo de forma diferida. Aun así, hacienda reclamará el marginal (IRPF) por el que se tribute como jubilado, sumando la pensión pública y la renta del p.p., que también incrementará el marginal del IRPF. 

Un ejemplo practico: Si la pensión es de 14000€ año, el IRPF sería próximo al 19%, pero si le sumamos la renta de un p.p., el IRPF subirá al 24, 30, 37, 45%, porque no olvidemos que se cobre de una vez o fraccionado, un plan de pensiones siempre tributará como renta de trabajo.

Insisto. Mucho cuidado quien con rentas de trabajo altas contrate el p.p. para desgravar. Si lo rescata a los 10 años, hacienda le estará esperando con los brazos abiertos para percibir el 45% de la suma de aportaciones, plusvalía y rentas de trabajo, porque el tipo marginal lo es para lo bueno y para lo malo.

Si ya tienes un plan de pensiones y estás a punto de jubilarte, siento llegar tarde. Solo te haré algunas advertencias, pero la primera es que exijas a quien te lo vendió un correcto asesoramiento fiscal antes de su rescate.

Deberás diferenciar en la forma del rescate, entre las cantidades aportadas hasta el año 2005 y las aportadas hechas con posteridad, porque hasta 2005 el 40% de lo aportado gozaba de exención fiscal. Esa cantidad tal vez merezca la pena rescatarla como capital.

Del resto más la plusvalía se declara el 100%, y lo más recomendable es rescatarlo de forma fraccionada o como renta temporal, de la forma en la que menos se incremente el tipo marginal del IRPF. 

Si esperabas percibir una renta vitalicia, o sea una mensualidad hasta el momento del fallecimiento, siento anunciarte que los planes de pensiones no contemplan esa opción. Para constituir una Renta Vitalicia se debe rescatar en forma de capital y tras el correspondiente hachazo de hacienda, podrás contratar la Renta Vitalicia con cualquier aseguradora. 

Resumiendo. Si buscamos un plan de ahorro para la jubilación, el plan de pensiones no sirve y si lo que buscas es desgravar impuestos, estúdialo muy bien. No es oro todo lo que reluce.

2º. LOS FONDOS DE INVERSIÓN TAMPOCO SON EL MEJOR PLAN DE AHORRO PARA LA JUBILACION. Son una opción más interesante y rentable que cualquier plan de pensiones, su fiscalidad también es mejor porque solo tributa la plusvalía obtenida como rendimiento de capital mobiliario (entre el 19% y el 23%), pero tributa.

Quien recomienda fondos de inversión para complementar la pensión de jubilación, lo ofrece como alternativa a los planes de pensiones y hablade mejor rentabilidad, fiscalidad, facilidades para disponer de la inversión sin esperar a la jubilación y por último, se dice que un fondo bien gestionado y bien rescatado permitirá contratar una renta vitalicia mejor que la renta temporal de un plan de pensiones. 

Todo esto es cierto, pero vamos a compararlo con el PÍAS.

La única ventaja que tienen los fondos de inversión frente al Pías, es que no existe límite en las aportaciones anuales.En un fondo de inversión se puede aportar tanto capital como la economía personal permita, pero en el momento del rescate el beneficio obtenido será penalizado con impuestos. A mayor rentabilidad, mayor plusvalía y entre un 19% y un 23% de esa plusvalía será para hacienda, sin importar que la finalidad sea la jubilación. 

Otra ventaja de los fondos frente a los planes de pensiones es la fácil disponibilidad del capital, pero cuando se trata de ahorrar para la jubilación esa ventaja se convierte en desventaja. Es tremendamente complicado que un ahorrador sin experiencia mantenga una inversión en fondos durante 20, 30 o incluso 40 años para llevarla hasta el momento de la jubilación. Lo habitual es que caiga en la tentación de rescatarlo en un momento de debilidad, ya sea por exceso de beneficio o porque su inversión decrezca. Llegará un momento en que pensará en cambiar de coche o de casa, de invertir en un negocio o de “disfrutar de la vida”, pero son pocos los casos que aguantan una inversión de este tipo hasta la jubilación. 

Si el ahorrador no aguanta la presión de la renta variable en el larguiiiiiisimo plazo, rescatará y en el mejor de los casos congelará sus ahorros en productos garantizados. Como esos más de 900.000 millones de euros que tenemos en depósitos garantizados a un tipo de interés prácticamente negativo, devaluándose cada año. En muchos casos esos depósitos son procedentes de inversores que no aguantaron la presión.

Esta desventaja se puede corregir con un correcto seguimiento y asesoramiento, pero también es poco probable que un ahorrador con un nivel medio de ingresos cree un vínculo con un asesor@ que dure 20, 30 o 40 años.

Los fondos son una excelente opción de inversión para revalorizar el apical y pueden servir para complementar la jubilación para una minoría capaz de gestionarlos, pero no son la mejor opción para esa mayoría que necesita soluciones sencillas y eficaces.

No olvidemos que hoy no buscamos el mejor producto de inversión, sino el mejor plan de ahorro para la jubilación.

Vamos con el tercer producto. El PÍAS. SIN DUDA EL MEJOR PLAN DE AHORRO PARA LA JUBILACIÓN.

Ya hemos visto el plan de pensiones y los fondos de inversión, pero buscamos un plan de ahorro para la jubilación individual, que permita aportaciones sistemáticas y que asegure una rentabilidad a largo plazo suficiente como para vencer la inflación y hacer crecer el capital invertido para constituir con el una buena renta vitalicia. Por su honorable finalidad debe contar con el mejor trato fiscal, no penalizándolo por obtener beneficios y premiando la permanencia en el tiempo hasta el extremo de dejar libre de impuestos la inversión y la plusvalía cuando se utilice para complementar la jubilación con una renta vitalicia. Y esa exención deberá ser mayor cuanto más se retrase el rescate del ahorro. Pero por muy bien que se planifiquen las cosas, puede surgir una necesidad, por lo que su rescate antes de la jubilación no debe castigarse.

Ese producto ideal y bendecido por hacienda existe y es el PÍAS. 

El PIAS o Plan Individual de Ahorro Sistemático, nació en 2005 como sistema de ahorro para complementar la jubilación y desde entonces su contratación no ha dejado de crecer.

El PIAS es un seguro de vida ahorro o Unit Linked que invierte en fondos. El capital, como en un fondo de inversión, se puede rescatar en cualquier momento tributando por el beneficio obtenido, pero si se rescata como renta vitalicia para complementar la pensión de jubilación se premia con la exención de impuestos prácticamente total, tanto del capital invertido como de la alta plusvalía que obtendrá en el largo plazo.

Es un producto regulado por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones y su exención fiscal se establece en la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, de reforma del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

La planificación de ahorro para la jubilación es una especialidad y sinceramente, tras leer y participar en muchos de los artículos que se publican por aquí, he visto que el PIAS es un gran desconocido, incluso a veces me da la sensación de que no interesa darlo a conocer.

Para tratar al PIAS como al resto de productos analizados, voy a buscarle alguna desventaja. 

La primera es que todos los PIAS no son buenos. Un buen PIAS debe incluir una cesta de fondos diversificados globalmente, con gestión activa que movilice los fondos de forma habitual y debe acreditar históricos de rentabilidad superiores al 8% anual.

En el mercado hay PÍAS que no cuentan con gestión activa, no invierten en renta variable y ofrecen rentabilidades garantizadas que no superan el 1%. Estos se ofrecen en canales de venta sin asesoramiento, pero no tiene ningún sentido contratarlo porque a largo plazo se devaluaría el ahorro a razón de un 20% por década.

Además, si el beneficio fiscal está en que la plusvalía no tributa, si no hay plusvalía no hay beneficio fiscal.

Esos PIAS no interesan y son los que suelen comentar sus detractores.

Otra desventaja es que al ser un producto relativamente joven en el mercado (2005) aún no hay testimonios de asegurados que lo hayan rescatado con 20 o 30 años de gestión, que es cuando se ven sus ventajas.

Por eso quien esté pensando en contratar un PIAS, puede hacerlo ahora, o esperar 20 o 30 años para oír esos testimonios que le harán llorar de envidia.

Y la ultima desventaja es que para obtener la exención de impuestos hay un límite de aportación anual de 8000€. Es comprensible porque se trata de complementar la jubilación y no de evadir impuestos.

Aunque habrá quien incluya este punto como desventaja, realmente es lo contrario. Un buen PIAS es un producto de venta asesorada y no se puede contratar en canales de distribución online, o en oficinas bancarias y aseguradoras que no cuenten con profesionales que cumplan la normativa MiFIDII y la estricta ley de distribución de seguros que entrará en vigor este año 2019.

Y ahora vamos con un ejemplo para entender porqué el PIAS en el mejor plan de ahorro para la jubilación, y para entender la rentabilidad y la fiscalidad del PIAS, teniendo en cuenta que la fiscalidad es la que establece la ley y por lo tanto real y la rentabilidad es variable y basada en históricos de más de 10 años y por lo tanto estimada.

Ej: Un ahorrador contrata el mejor PÍAS del mercado con 30 años y realiza aportaciones periódicas de 100 € mensuales, que irán aumentándose un 3% anual. A largo plazo y basándose en los históricos del producto, se espera una rentabilidad media del 8%. 

A los 67 años el ahorrador habrá invertido 79.409€ y el valor de rescate serán 281.108€. Si opta por rescatarlo en forma de capital tributara como un fondo de inversión, pero si rescata su inversión en forma de renta vitalicia, el 80 % de esa su renta estará exenta de declaración y al 20% de la renta se le aplicará solo el 19% de impuestos, en concepto de rendimiento de capital mobiliario. O sea que solo tributará un 3,8% de la renta mensual.

Lo podemos mejorar si rescata su inversión a los 70 años, que es cuando más falta le hará. Su capital habrá alcanzado los 356.000€ y el 92% de la renta que perciba estará exento de declaración y a 8% de la renta se le aplicará el 19% de impuestos. O sea que solo tributará un 1,52% de la renta mensual. O sea que por cada 1000€ de mensual solo pagará 15,2€.

La renta vitalicia se calcula dividiendo la cantidad acumulada (356.000€) entre los años restantes desde el rescate a la edad de estimada de esperanza de vida. Si la esperanza de vida en España son 83 años y el titular del PÍAS lo rescata a los 67 años, se dividirá el capital entre 16 años, y la renta resultante (1.854€ al mes) se percibirá de por vida. Si viviera menos de 83 años las personas designadas como beneficiarias percibirán el capital no consumido y si viviera hasta los 100 años o más, el tomador seguirá percibiendo su renta. 

Sin duda, el PIAS ES EL MEJOR PLAN DE AHORRO PARA LA JUBILACIÓN y quien no lo vea así, por favor que exponga sus argumentos y abrimos un debate.

¿O no?

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