SNOWBALL SICAV: febrero 2018

SNOWBALL SICAV: febrero 2018

Me gusta
Comentar
Compartir

La rentabilidad neta de gastos de Snowball acumulada en 2018 es del +0,5%. Asimismo, les recordamos que rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras.

A continuación, y a modo de referencia, les mostramos la evolución de los principales índices desde principio de año:
                              

Durante el mes de febrero los principales índices bursátiles han sufrido caídas superiores al 10% que posteriormente han recuperado parcialmente. Según los analistas y medios informativos este fuerte incremento de volatilidad, acompañada de la corrección mencionada, se ha producido por el repunte inesperado de la inflación, tanto actual como las expectativas sobre la evolución futura de la misma. Vamos a aprovechar esta Newsletter para tratar sobre la inflación y cómo puede afectar a las inversiones. Para ello, sugerimos las enseñanzas de un artículo de Warren Buffet escrito en el año 1977(“How inflation swindles the equity investor” ver link adjunto) y otro documento donde se recogen los comentarios del mismo Warren Buffett realizados en todas sus cartas anuales (ver link adjunto).

Tras 10 años de bombeo de dinero como si no hubiera un mañana por parte de los principales Bancos Centrales (ver gráfico inferior donde se observa el incremento de los balances de los mismos en los últimos años), parece que finalmente la inflación empieza a “asomar la patita”. El balance de la FED ha subido de 1 trillón (anglosajón) en 2007 hasta los 4,5 trillones en 2017. El BCE lo habrá aumentado en 2,5 trillones hasta 2017 y, por su parte, el Banco de Japón ha multiplicado su balance por cuatro. El conjunto de principales bancos centrales, incluido el chino, han inyectado la nada despreciable cifra de 22 trillones de dólares desde 2008 hasta la actualidad.
                                 

En esta Newsletter no queremos (ni sabemos) hacer predicciones sobre el posible incremento de la inflación (ni ninguna otra variable macroeconómica), pero sí que nos parece interesante resumir qué debemos tener en cuenta cuando invertimos en un escenario de incremento de inflación.

Distingamos entre 2 tipos de activos, los activos financieros y los activos reales:

  1. Los activos financieros, básicamente bonos y depósitos, nos ofrecen un cupón fijo y una devolución del capital en una fecha determinada. Estas inversiones son consideradas como "seguras". Y la realidad es que se encuentran entre las más peligrosas de los activos. Veámoslo. Debido a que este tipo de productos pagan un cupón fijo preestablecido, supongamos, un 1%, si la inflación repunta a niveles normales del 2%-2,5%, cada año seremos más pobres en términos reales. Para simplificar, una cantidad fija de € podrá comprar menos cantidad de una cesta de bienes y/o servicios con el paso del tiempo.
  2. Los activos reales reflejan la propiedad sobre algo o sobre parte de algo. Si ese algo es demandado de forma relativamente estable a largo plazo por la sociedad, invertir nuestros ahorros en ello tenderá a protegernos contra la inflación. Los activos reales se podrían clasificar sobre una recta en función de lo únicos que son. Cerca de uno de los extremos se encontrarían las materias primas, fácilmente replicables y cuya extracción se va haciendo más eficiente conforme se van desarrollando mejoras tecnológicas. Cerca del extremo opuesto se situarían aquellas empresas que, protegidas por ventajas competitivas, ofrecen un producto o servicio que no pueden ofrecer sus competidores. Por su parte, los inmuebles se encontrarían entre estos dos extremos, básicamente en función de su localización (un piso en el centro de Barcelona es menos replicable que uno perdido en las afueras).

          Vayamos por partes, y al detalle de lo señalado en los párrafos anteriores:

  • Las materias primas como el cobre, el petróleo o el acero. La razón tradicional que aboga por mantener en cartera materias primas en periodos de incremento de inflación es porque a medida que la economía se recalienta, el consumo aumenta con fuerza en bienes y servicios que van desde automóviles y casas hasta electrodomésticos.
  • Las inversiones inmobiliarias pueden ofrecer a los inversores una protección parcial frente a un aumento repentino de la inflación. La protección frente a la inflación es parcial porque existe un retraso temporal entre la subida de los precios y la indexación de los arrendamientos, generalmente de seis meses o más. Por otra parte, si los tipos de interés nominales suben por un aumento de las previsiones de inflación, los tipos de interés reales (ajustados a la inflación) se mantienen estables. Si un propietario financia su proyecto inmobiliario a un tipo de interés fijo antes de que la inflación suba, el coste de la deuda se mantendrá estable, mientras que los ingresos por arrendamiento aumentarán.
  • Las acciones, que no son otra cosa que un título de propiedad sobre una parte proporcional de una empresa. Cuando invertimos en acciones debemos tener en consideración una serie de matices:
    • Evitar los negocios mediocres ya que la inflación los empeora: durante un periodo de inflación los precios de una empresa no son lo único que sube, también lo hacen sus costes. Las empresas que no tienen ventajas competitivas (de las que hemos tratado en Newsletters anteriores) no pueden aumentar los precios a la misma velocidad que los costes y por tanto reducen sus márgenes. 
    • Enfocarse en negocios que generen flujo de caja y no en los que consumen caja (negocios intensivos en capital): a medida que la inflación se intensifica, las empresas intensivas en capital descubren que deben gastar todos los fondos que generan internamente solo para poder mantener su capacidad actual de negocio. 

Podemos concluir, por tanto, que ante el posible riesgo de un incremento sustancial de la inflación la mejor manera de cubrirse es dotarse de activos reales como pueden ser las acciones, los inmuebles y las materias primas, y no en activos financieros. En nuestro caso, nos cubriremos en aquellas empresas bien gestionadas, con un management capaz y orientado a la generación de valor a sus accionistas, que gozan de ventajas competitivas, y que van a ser capaces de trasladar esa alza de precios a sus clientes, manteniendo o incluso mejorando sus márgenes.

Esperamos haber contribuido a lograr un mayor entendimiento sobre este hecho económico de importancia capital, presente en la vida de todos sean inversores o no, y nuestra propuesta para ver mitigados sus efectos a lo largo de estas cortas líneas a título de síntesis y abstracción.

Agradeciéndote el tiempo dedicado a la lectura de la presente Newsletter, te recordamos que nos ponemos a tu disposición para profundizar en cualquier duda que puedas tener.

Atentamente,



Josep Mussons Caldés
Presidente y Gestor de Snowball Value, SICAV
jmussons@snowballsicav.com
www.snowballsicav.com

Número ISIN: ES0126219007

0 ComentariosSé el primero en comentar
User