¿Cómo subirse a la ola de la inversión de impacto en España?
Factores determinantes del crecimiento de la inversión de impacto y estrategias para el inversor minorista
En los últimos años, la inversión de impacto ha pasado de ser una alternativa de nicho a convertirse en un pilar fundamental para aquellos inversores interesados en generar no solo beneficios financieros, sino también impacto social y medioambiental. Según el informe GIIN de 2024, los activos bajo gestión en inversión de impacto han alcanzado los 1.164 mil millones de dólares a nivel global, con un crecimiento anual de aproximadamente el 22%. Este interés creciente se refleja en los más de 1.700 fondos especializados que ahora existen en impacto a nivel global.
Este crecimiento no solo se explica por una mayor conciencia social, sino también por el rendimiento competitivo que estos fondos han demostrado desde un punto de vista financiero. Según el GIIN, cerca del 90% de los inversores de impacto han alcanzado o superado sus expectativas de rendimiento financiero, además de cumplir sus objetivos de impacto social. Esto demuestra que los retornos financieros y sociales pueden ir de la mano, y que cada vez más actores están interesados en contribuir a soluciones sostenibles a largo plazo.
El caso de España: un momento único para la inversión de impacto
España ha dado pasos significativos para fomentar la inversión de impacto durante los últimos años, con la creación de vehículos específicos como el Fondo de Impacto Social (FIS) de COFIDES y el impulso realizado por todos los actores del ecosistema, donde SpainNAB, el Consejo Asesor para la Inversión de Impacto en España, ha jugado un papel fundamental.
Desde su fundación, SpainNAB ha trabajado para definir estándares claros y establecer una comunidad comprometida con la inversión de impacto. Los esfuerzos de SpainNAB han contribuido a incrementar la participación tanto de inversores institucionales como de minoristas, ampliando el acceso y la claridad en un ecosistema que ha crecido significativamente en los últimos años hasta llegar a los +1.500 millones de activos bajo gestión (AuM) y 1.740 millones de financiación bancaria de impacto en 2023.
La creación de fondos públicos de impacto, como el Fondo de Impacto Social (FIS) de COFIDES, con apoyo de los fondos Next Generation de la Unión Europea, representa una oportunidad única para impulsar el sector en España. Este fondo, dotado de 400 millones de euros, se destinará a financiar proyectos que generan beneficios sociales y ambientales, catalizando así inversiones privadas y acelerando el crecimiento del ecosistema de impacto en los próximos años. El contexto regulatorio europeo también ha incentivado este auge que buscan estandarizar y proteger la integridad de las inversiones sostenibles y de impacto.
Estos factores, combinados con el trabajo de todos los actores del ecosistema, consolidan el momento actual como una oportunidad clave para que España alcance y supere el nivel de otros países en inversión de impacto, permitiendo una mayor inclusión entre las distintas instituciones y facilitando la canalización de capital hacia proyectos que buscan solucionar problemas sociales y medioambientales no atendidos por el mercado.
La democratización de la inversión en capital privado
La democratización de la inversión en capital privado ha cambiado el panorama financiero, permitiendo que cada vez más personas inviertan en proyectos que antes no eran accesible para el inversor minorista y a partir de cantidades de inversión accesibles. Las plataformas de financiación participativa y ciertos gestores institucionales han sido cruciales en este cambio, facilitando el acceso a sectores variados.
Algunos ejemplos de esta democratización del capital privado serían los siguientes:
- Startups: Plataformas como Dozen y StartupXplore abren la inversión en startups de distintos sectores a capitales más bajos, promoviendo el emprendimiento y el crecimiento de nuevas empresas.
- Salud y biotecnología: Capital Cell permite invertir en proyectos de salud y biotecnología, sectores con gran potencial de impacto y de retorno a largo plazo.
- Fondos de capital privado: Con Crescenta, los inversores pueden acceder a fondos de capital privado que antes eran exclusivos de grandes patrimonios, diversificando su exposición y potencial de retorno (a partir de 10.000€ de inversión con la nueva regulación).
- Proyectos inmobiliarios: Urbanitae facilita la inversión en proyectos inmobiliarios, lo que aporta visibilidad y capital a desarrollos de vivienda.
- Energías renovables: Fundeen canaliza capital hacia proyectos de energías renovables, permitiendo a los inversores minoristas apoyar la transición energética.
- Proyectos de impacto social y/o medioambiental: a través de Bolsa Social, los inversores pueden contribuir directamente a apoyar en empresas de impacto social y medioambiental en España, invirtiendo en capital directamente (equity) o en deuda (lending).
Para los proyectos, estas plataformas no solo aportan capital para el crecimiento, sino también visibilidad, impulso de marca y comercial, validación de mercado y un ecosistema de apoyo, entre otros. Para los inversores, estas opciones permiten diversificar sus carteras, entrar en sectores de alto potencial, y participar en proyectos que generan notables retornos financieros.
El papel del inversor minorista de impacto: canalizador de capital y beneficiario de retornos de impacto
Para los inversores minoristas, la inversión de impacto representa una oportunidad única para alinearse con causas que estén alineadas con sus valores personales, al tiempo que logran retornos financieros competitivos. A diferencia de otros tipos de inversión que pueden requerir un capital inicial elevado, la inversión de impacto a través de plataformas accesibles permite a cualquier inversor minorista contribuir a empresas que abordan problemas sociales críticos.
Además, los inversores minoristas pueden obtener retornos económicos significativos. Según datos del GIIN, el promedio de retorno para inversión de impacto ronda entre el 4% y el 17%, dependiendo del tipo de inversor (siendo Private Equity el activo que ofrece un retorno mayor).
En Bolsa Social, la inversión en Equity ha supuesto un 18% de IRR en los exits ya realizados y el total de la cartera (38 startups y 12 millones de euros de inversión) tiene una rentabilidad proyectada de +8% de IRR. En Lending, se han financiado 10 empresas y el inversor de Bolsa Social ha conseguido una rentabilidad de +6% hasta el momento.
El momento del inversor minorista: construir tu porfolio de inversión de impacto
Sabiendo el momento actual de la inversión de impacto en España, ¿cómo puedo ser parte activa de este mercado financiero como inversor? Nos gustaría, desde Bolsa Social, dar unas recomendaciones que puedan ayudar en la construcción de una cartera potencial de inversión de impacto para el inversor minorista:
- Decidir el capital de inversión anual en impacto: establecer un importe anual destinado a activos de impacto en capital privado, manteniendo un criterio de diversificación que no comprometa la estabilidad de la cartera general. Para un perfil de inversión moderado, este tipo de activos (considerando deuda y capital) suele representar entre el 5% y el 20% de la cartera total, lo que permite participar sin asumir un riesgo desproporcionado.
- Determinar el perfil de empresas en las que invertir: definir los sectores de interés (ej., educación, salud, transición energética, inclusión social), el stage de desarrollo de las empresas (startup, crecimiento, madurez) y la geografía que mejor se alinea con los objetivos de impacto y financieros y con el conocimiento de cada inversor: Invertir en empresas que comprendas y te interesen puede facilitar la toma de decisiones y permitirá entender mejor el potencial y los riesgos asociados.
- Seleccionar un partner adecuado para acceder a dealflow de calidad: si no se cuenta con experiencia profesional como inversor en capital privado (ej., Business Angel), hay que invertir a través de plataformas que proporcionen acceso a oportunidades cuidadosamente seleccionadas, analizando su track record y experiencia para garantizar que sus criterios y procesos de selección son sólidos y transparentes.
- Elegir el tipo de inversión directa (Lending vs. Equity): en función del perfil inversor, considerar si se busca una inversión en deuda (préstamos con retorno más predecible y a corto plazo) o en Equity (capital en startups, con mayor potencial de rentabilidad y a más largo plazo) y alinear esta decisión con el horizonte de inversión y el perfil de rentabilidad riesgo-impacto esperado. Por supuesto, la combinación de ambas es una opción óptima para diversificar la estrategia de inversión.
- Evaluar criterios de selección determinantes: analizar en detalle los principales aspectos de la oportunidad, como la calidad del equipo, el modelo de negocio, la escalabilidad del producto, la tecnología diferencial, los inversores con los que cuentan, el crecimiento experimentado, los resultados y tracción comercial, la capacidad de expansión, entre otros.
- Construir un porfolio balanceado: es necesario construir una cartera con diferentes inversiones, en diferentes sectores y diferentes etapas, que nos permita diversificar el riesgo. Esta diversificación aplica particularmente a la inversión en capital, que se rige por "The Power Law": en una cartera de inversiones en startups, una minoría de las empresas generará la gran mayoría de los retornos por lo que, estadísticamente, en muchas compañías no conseguiremos recuperar la inversión realizada.
- Monitorear y rebalancear la cartera regularmente: realizar un seguimiento de las inversiones, revisando su desempeño financiero y el impacto generado y rebalancear la tesis de inversión de la cartera si es necesario, para mantener el perfil de riesgo y la asignación original en función de los resultados obtenidos y de los objetivos a largo plazo.
¿Quieres saber más sobre la inversión de impacto? Consulta la 'Guía para el inversor de impacto' elaborada por Bolsa Social.
Puedes descargarla de forma gratuita desde la web de Bolsa Social (vía registro o login si ya eres parte de la comunidad).
Tribuna elaborada por Eduardo Baruque, Investment Manager en Bolsa Social.
Este contenido puede ser catalogado como material de marketing. No constituye una recomendación ni propuesta de inversión. La inversión contiene riesgos y rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras.