El síndrome de la manta corta: las pensiones serán sostenibles, pero no suficientes
El titular es muy gráfico. Intentar taparse con una manta más corta de lo habitual es tarea imposible: cuando tiras de un lado, se destapa el otro, y así sucesivamente. Con las pensiones sucede algo similar: nos enfrentamos al reto de tener un sistema de pensiones que sea a la vez sostenible y suficiente. ¿Qué dicen las previsiones? Básicamente, que ambas cosas a la vez son complicadas.
Según un informe de la Comisión Europea (Ageing Report, descargable en este enlace), el gasto necesario para pagar las pensiones en 2013 suponía un 11,8% del PIB español. En 2060 ese gasto se encarecería en 9 puntos por el simple hecho de que habrá más pensiones y pensionistas, pero otras variables contrarrestarán ese efecto (como por ejemplo, la caída que se prevé en el importe de las prestaciones, los efectos que tendrá el aumento de empleo previsto, etc...), hasta el punto de que, al final, el coste de pagar las pensiones respecto al PIB será menor incluso que el actual.
En resumen: ¿Sostenible? En 2060 la Comisión Europea cree que nos gastaremos menos que ahora, un 11% del PIB. ¿Suficiente? Díficil que lo sea, porque será también a costa de unas pensiones más bajas.
Entre otras cosas, porque esas previsiones cuentan con que el porcentaje que cubren ahora mismo las pensiones en España caiga abruptamente. En 2013, la pensión cubría un 82% del sueldo. En 2060, cubrirá solo un 49,7%, la mitad, según la propia Comisión Europea.
4 de cada 10 españoles, jubilados en 2050
"Si hacemos que las pensiones sean muy generosas, teniendo en cuenta el número de jubilados que habrá en los próximas décadas probablemente pongamos en cuestión la sostenibilidad y la viabilidad del sistema de pensiones. Pero por el contrario, si pagamos pensiones muy escasas, estaremos introduciendo riesgos severos de pobreza en una proporción importante de la población, que va a suponer 4 de cada 10 españoles en el año 2050", afirma David Carrasco, Director Ejecutivo de Pensiones de BBVA.
120 años jubilándonos a los 65 años
Los sistemas de pensiones que hoy tenemos, explica, están en gran medida diseñados en base al primer sistema de pensiones moderno que hubo en la humanidad, el de Alemania de la época de Bismarck (entre el 1883 y el 1889). En aquel momento se establecieron los 70 años como edad de jubilación, que se redujo a principios del siglo 20 a los 65 años. "El límite de edad de jubilación en los 65 años se ha mantenido prácticamente sin cambios en los últimos 120 años, a pesar de que la esperanza de vida se ha duplicado. Lo que supone un importante reto para nuestros sistemas de pensiones, diseñados para una sociedad, una esperanza de vida y una tasa de reposición poblacional que nada tiene que ver con la que tenemos hoy", explica Carrasco.
