¿Necesitas tener un asesor financiero?
Para nuestra salud, siempre recurrimos a un médico o a un farmacéutico; para arreglar el coche, nos viene de perlas tener un taller de confianza; si tenemos un juicio, buscamos un buen abogado… ¿Pero qué sucede con nuestras finanzas?
La figura de un especialista financiero, que se preocupe por nosotros, conozca nuestras metas y nos ayude a alcanzarlas, puede ser de enorme ayuda para la gestión de nuestro dinero. Tanto a lo hora de preservarlo como para buscarle rentabilidad.
Las grandes fortunas lo tienen claro. No se administran ellas mismas su patrimonio, aunque muchas son expertas en negocios e inversiones, sino que cuentan con especialistas que les ayudan a organizar sus finanzas y tomar las mejores decisiones. Y saben que les compensa pagar para tener un profesional al frente de su cartera.
Los pequeños inversores y ahorradores también necesitamos alguien a nuestro lado, quizá incluso más que las grandes fortunas, porque nuestra cultura financiera media es menor. De hecho, sólo por tener una segunda opinión y evitar los errores financieros más frecuentes ya nos compensaría.
Incluso los inversores más avezados, quienes saben de inversiones y les gusta dedicar parte de su tiempo a seleccionarlas y seguirlas, necesitan servicios que les pueda prestar un asesor. Por ejemplo, para ayudarles con la fiscalidad o para organizar el futuro de sus finanzas… Especialmente si su pareja o sus hijos no compartan su pasión por las inversiones.
Todos deberíamos tener un asesor, igual que todos tenemos un médico de cabecera o un abogado cuando tenemos un juicio. Alguien que de manera profesional se encargue de preservar y hacer crecer ese dinero que tanto nos cuesta ahorrar.