El auge de la inteligencia artificial y las cuestiones ESG
La inteligencia artificial (IA) está llegando a casi todos los rincones de la economía mundial. Pero ¿cuáles con las consecuencias en materia medioambiental, social y de gobierno corporativo (ESG)?
Por un lado, la IA ofrece la posibilidad de hacer frente a la gran cantidad de problemas que plantean los datos ESG. Por otro, también están surgiendo riesgos ESG relacionados con el auge de la IA, como la protección de los datos, los derechos laborales y el consumo de agua y energía. ¿Qué tienen pensado hacer los inversores con respecto a la IA?
El impacto de la IA en las cuestiones ESG es solo uno de los aspectos que hemos analizado en la última edición de nuestro Estudio global ESG.
Nuestra encuesta anual recoge las opiniones de 1.130 inversores institucionales e intermediarios procedentes de Europa, Oriente Próximo, Norteamérica y Asia Pacífico. En esta nueva edición del estudio hemos tratado de obtener más información sobre tendencias, riesgos y oportunidades en el ámbito ESG en un entorno de crecientes riesgos geopolíticos, inestabilidad del contexto político y evolución de la normativa.
A continuación, exponemos las cinco conclusiones más interesantes del estudio.
1. La adopción de los criterios ESG se mantiene estable en un contexto de volatilidad
La adopción de criterios ESG sigue estando en máximos históricos en todo el mundo, e incluso ha aumentado en la región EMEA (Europa, Oriente Próximo y África). Según el estudio, las razones que impulsan este compromiso con las cuestiones ESG son principalmente el cumplimiento de las exigencias normativas y la gestión financiera de los riesgos ESG relevantes.
Por otro lado, la preocupación de los inversores por el llamado «blanqueo ecológico» parece estar remitiendo, lo que también podría haber contribuido al mayor nivel de adopción de los criterios ESG. En 2024, aproximadamente cuatro de cada diez inversores (42%) consideran que el blanqueo ecológico es algo habitual en el sector de la gestión de activos, lo que supone el porcentaje más bajo desde que publicamos la primera edición del estudio en 2021. Según los encuestados, la normativa y las medidas coercitivas han ayudado a tranquilizar a los inversores en este sentido.
Percepción sobre la prevalencia del blanqueo ecológico en el sector de la gestión de activos desde 2021
2. Los inversores se inclinan por estrategias multitemáticas
Las estrategias monotemáticas, que invierten en cuestiones concretas como la energía limpia o el agua y el saneamiento, suelen estar muy presentes en el mercado de fondos ESG. Sin embargo, el interés de los inversores por invertir en una amplia gama de temas de inversión ha impulsado la demanda de estrategias ESG multitemáticas.
Los inversores que han participado en el estudio señalan varias ventajas potenciales de las estrategias ESG multitemáticas frente a las monotemáticas. Entre ellas, las tres mayores ventajas son la diversificación, la posibilidad de generar una mayor rentabilidad ajustada al riesgo y un mayor impacto ESG. Además, casi la tercera parte de los inversores mencionaron las ventajas potenciales de menor volatilidad y reducción del sesgo de estilo.
El estudio también señala que los inversores son cada vez más conscientes de que tanto las compañías líderes en sostenibilidad como las que están en proceso de transición desempeñan un papel importante en la transición del mundo hacia un futuro más sostenible. El porcentaje de inversores que favorecen la combinación de ambos tipos de compañías ha aumentado por segundo año consecutivo, y este año se sitúa en el 52%. Esta tendencia podría continuar en los próximos dos a tres años, ya que el 55% de los inversores encuestados tienen previsto aplicar un enfoque mixto e invertir en ambos tipos de compañías.
3. Los inversores recurren a la IA para abordar los problemas relacionados con los datos ESG
Entre las barreras a la adopción de cuestiones ESG, las más citadas son las dificultades relacionadas con la coherencia y fiabilidad de los datos ESG. Los inversores tienen la esperanza de que la inteligencia artificial contribuya a resolver los problemas relacionados con los datos ESG. Aunque solo el 10% de los inversores encuestados utilizan ya la inteligencia artificial para analizar los datos ESG, más de la mitad tienen previsto hacerlo en el futuro. El potencial de la IA para mejorar el análisis de datos ESG constituye un avance prometedor para todos aquellos inversores que deseen optimizar sus estrategias ESG.
«Diría que nuestro principal problema en lo que se refiere al ámbito ESG reside en la comparabilidad y la armonización de los datos», señala un gestor de una compañía británica de gestión de patrimonios. «Hay muchas normas diferentes, y todos vemos las cosas de formas muy distintas. Es realmente difícil de encajar».
Áreas en las que se prevé que la IA resulte más útil para el análisis ESG

4. El auge de la IA trae consigo nuevos riesgos para la inversión ESG
Aunque la IA permite solucionar ciertos problemas relacionados con los datos ESG, también introduce algunos riesgos de inversión.
El auge de la IA ha puesto de relieve los posibles riesgos sociales relacionados con esta tecnología. Seis de cada diez inversores consideran que el impacto social de la IA constituye el mayor problema social en los próximos doce meses. Más de las dos terceras partes piensan que lo seguirá siendo en los próximos tres años.
La privacidad y la protección de los datos, citadas por las tres cuartas partes de los inversores, se consideran la cuestión que plantea el mayor riesgo relacionado con la IA. La cuestión relativa a los derechos laborales y el reemplazo de trabajadores también tiene relevancia como riesgo social relacionado con la IA.
El potencial transformador de la IA exige un elevado consumo de electricidad. No es de extrañar que más de la mitad de los inversores encuestados consideren que el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de la IA constituye un riesgo ESG relevante en los próximos dos a tres años. En torno al 25% de los inversores también consideran un riesgo importante la contaminación provocada por la IA y los desechos electrónicos.
Riesgos ESG relacionados con la IA que los inversores consideran más relevantes

5. La amenaza de los riesgos geopolíticos
Los inversores consideran que los riesgos geopolíticos podrían desviar la atención de las cuestiones ESG y dificultar la cooperación internacional. Casi las tres cuartas partes de los inversores consideran que el factor que podría obstaculizar en mayor medida el avance en materia de cuestiones en 2024 se refiere a las perspectivas de riesgo geopolítico, en un contexto de guerra en Ucrania y en Gaza y de aumento de las tensiones entre China y Estados Unidos.
Las tensiones geopolíticas y las guerras en curso han llevado también a algunos inversores a replantearse los enfoques habituales de inversión ESG. Hay una pregunta que se ha repetido mucho últimamente: ¿debería quedar excluido de las estrategias ESG el sector de defensa, si este contribuye a la legítima defensa de un país y a la protección de la democracia? Casi las dos terceras partes de los inversores coinciden en que las tensiones geopolíticas podrían traducirse en nuevos enfoques de exclusiones sectoriales.
El cambio de actitud con respecto a las exclusiones sectoriales, como podría ser el caso del sector de defensa, refuerza el argumento a favor de la inversión activa. A los fondos indexados pasivos les resulta más complicado adoptar una perspectiva tan detallada y acceder a la evolución de los distintos matices. De hecho, más de la mitad (55%) de los inversores encuestados señalan que las dificultades políticas refuerzan el argumento a favor del enfoque activo, lo que parece indicar que los inversores valoran la capacidad de las gestoras activas para aprovechar las oportunidades de mercado y gestionar de forma proactiva el riesgo.
Si desea conocer las perspectivas ESG de los inversores globales:
Jessica Ground es directora global de ESG de Capital Group. Cuenta con 25 años de experiencia en el sector (a 31 diciembre 2022). Está licenciada en Historia por la Universidad de Bristol y es miembro del Instituto CFA.