Día de la Tierra: Por qué la infraestructura es clave para la transición energética
Este #DíaDeLaTierra 2025, el mensaje es claro: “Nuestro compromiso, nuestro planeta” 🌍¿Estamos preparados para sacar el máximo partido a la energía renovable y construir un futuro más limpio y sostenible? ¿Cómo pueden los inversores apoyar y acelerar la transición hacia fuentes de energía renovable como la solar, eólica, hidroeléctrica, hidrógeno verde, geotérmica o mareomotriz?
En AllianzGI creemos que la inversión de impacto es clave para acelerar la transición energética. En los últimos años, las iniciativas mundiales hacia soluciones de energía sostenible han aumentado de forma significativa. A pesar de los cambios en el apoyo político, muchos países del mundo siguen invirtiendo en fuentes de energías renovables como la solar, la eólica, la hidroeléctrica y el hidrógeno verde, y están promoviendo la investigación de tecnologías sostenibles disruptivas.
¿Sabía que...?
- El 40% de las redes de distribución de Europa tienen más de 40 años de antigüedad.
- Los proyectos de infraestructura energética transfronterizos pueden disminuir los costes asociados con la generación de energía en 9.000 millones de euros al año antes de 2040.
- Se espera que al menos 3.000 gigavatios (GW) de proyectos de energía renovables, de los cuales 1.500 GW se encuentran en etapas avanzadas, estén a la espera de conexión a la red eléctrica.
- Los cortes de electricidad ya suponen un coste de alrededor de 100.000 millones de dólares al año, o el 0,1% del PIB global.
- Europa se sitúa como líder mundial en patentes de transición energética, por delante incluso de Japón y Estados Unidos.
Es importante tener en cuenta que esto requiere una gran inversión en infraestructuras.
No hay transición sin más inversión
La mayoría de las tecnologías de transición energética suponen un Capex o gasto de capital de gran volumen, con requisitos de inversión valorados en alrededor de dos a tres billones de euros tan solo en Europa antes de 2050. Europa, en particular, cuenta con unos mercados no tan avanzados que pueden dificultar el acceso a financiación, y una falta de fondos suficientes para permitir que las empresas crezcan a gran escala.10 Muchos modelos de negocio de transición energética como la producción de moléculas verdes, almacenamiento de energía, baterías de carga de vehículos eléctricos, captura y almacenamiento de carbono, calefacción industrial e incluso procesos de economía circular, pueden considerarse infraestructuras y financiarse con dinero institucional a largo plazo. Un ejemplo es la inversión de Allianz en Ren-Gas, un desarrollador finlandés de proyectos de hidrógeno y metanol verdes para descarbonizar el transporte de mercancías pesadas.
El capital privado de inversores institucionales a largo plazo puede, por tanto, ser crucial para conseguir la transición energética de las infraestructuras y para impulsar el crecimiento de empresas en transición energética.
La descarbonización sigue siendo un punto esencial en la agenda de muchos países. Se necesitará capital privado para acelerar la modernización de las infraestructuras y promover la transición energética, debido al aumento de los déficits presupuestarios nacionales y a la demanda de inversiones. Los inversores institucionales, con una trayectoria duradera en infraestructuras y una visión a largo plazo, pueden ser los impulsores del rendimiento financiero y económico futuro.
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