Allianz Global Investors
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Israel-Irán: ¿y ahora qué?

Israel-Irán: ¿y ahora qué?

Gregor MA Hirt, CIO Global Multiactivo de Allianz Global Investors en Allianz GI

La acción directa de Irán sobre Israel durante el fin de semana ha generado temores de una escalada adicional. Pero en ausencia de una crisis total en la región, que no es nuestro escenario base, creemos que el impacto en los mercados financieros será contenido.

Principales conclusiones y aspectos clave:

  • El ataque de Irán a Israel ha aumentado los temores de un conflicto más amplio, pero una guerra más extensa en la región no es nuestro escenario base.
  • El conflicto puede ayudar a generar puntos de entrada en los mercados de renta variable, mientras que los bonos del Tesoro de EEUU también pueden beneficiarse por su valor refugio en tiempos de tensión geopolítica.
  • Los mercados de materias primas pueden sufrir un impacto más directo como consecuencia de las tensiones. Por su parte, esperamos que los precios del petróleo y sus derivados aumenten aún más durante las próximas semanas.
  • Vemos indicadores "tranquilizadores" de que cualquier respuesta de Israel podría ser, al menos, medida y Estados Unidos, su principal aliado, ha confirmado que no participará en ninguna represalia.

Hace apenas seis meses, un ataque de Irán a Israel habría sido inimaginable. Sin embargo, el suceso del fin de semana es el resultado de meses de conflicto que han intensificado las tensiones en Oriente Medio. Existe un temor latente de que la acción iraní pueda desencadenar una peligrosa escalada en la región, aumentando la probabilidad de una crisis a gran escala. No obstante, ciertos indicios tranquilizadores que sugieren que cualquier represalia podría ser, al menos, mesurada. Mantenemos la esperanza de que ambas partes retrocedan en su escalada bélica.

  • La misión de Irán ante las Naciones Unidas anunció después del ataque que "el asunto puede considerarse concluido", lo que muestra que Teherán podría intentar calmar la situación durante los próximos meses.
  • Los daños a los intereses estadounidenses e israelíes y las bajas humanas han sido muy limitados, al menos según los primeros informes, lo que sugiere que es posible encontrar el camino hacia una posible desescalada.
  • Israel y sus aliados parecen haber logrado detener una gran mayoría de los drones y misiles entrantes, lo que debería disuadir a Teherán de un nuevo ataque. El éxito de Israel en contraatacar el ataque de múltiples oleadas apunta a una lección importante aprendida.
  • Con Israel e Irán aproximadamente a 1.000 km de distancia, un ataque aéreo israelí será difícil sin el apoyo de sus aliados y vecinos. Irán también parece haber evitado el uso de sus misiles balísticos más letales.

Dado este contexto, vemos algunos impactos potencialmente importantes, aunque contenidos para la situación global y los mercados financieros:

Geopolítica: ondas globales, pero no una guerra más amplia

El ataque de Irán complicará aún más la situación previa a las elecciones del presidente Biden. Para asegurar el apoyo del electorado musulmán estadounidense, presionó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para que impulsara ayuda alimentaria a Gaza. Pero el ataque de Irán lo obligará a reafirmar el compromiso de Estados Unidos con Israel.

Rusia, por su parte, puede beneficiarse a medida que la atención global se desplaza de Ucrania a Oriente Medio, impulsando el apoyo militar occidental. Los precios más altos del petróleo también ayudarán al presidente Vladimir Putin a estabilizar el presupuesto ruso.

China se ha vuelto cada vez más asertiva en la región, una posición que querrá reafirmar aún más dadas las rápidas encrucijadas en la zona. Pero también necesita asegurarse de que las cosas no se salgan de control, ya que se enfrenta a problemas económicos y necesita petróleo barato y rutas comerciales abiertas.

Materias primas: el petróleo ofrece una cobertura para la agitación y el oro debería beneficiarse

En medio de las tensiones en Oriente Medio, el crudo Brent ya había escalado a más de USD 90 por barril, y esperamos que los precios del petróleo y sus derivados aumenten aún más durante las próximas semanas. Estas premisas encajan bien con nuestra posición larga en el contexto del mercado de materias primas. Nuestra visión fundamental sigue siendo constructiva ya que creemos que el petróleo ofrece una buena cobertura contra los riesgos inflacionarios, al tiempo que se beneficia de la recuperación china y de la sólida economía estadounidense.

Tras un fuerte rally reciente, desencadenado también por tensiones geopolíticas, el oro debería seguir beneficiándose de su condición de diversificador y valor refugio, con inversores de mercados emergentes comprando el preciado metal amarillo. Un aumento exógeno de la inflación general junto con salidas de capital hacia bonos del Tesoro podrían respaldar al oro, ya que los tipos de interés tienden a la baja.

El único factor de riesgo es cómo responderá el dólar estadounidense a la crisis: como refugio seguro, esta divisa tiende a beneficiarse de tales situaciones, lo que sería negativo para las materias primas.

Inflación: las presiones de precios deberían mantenerse bajo control

Una escalada adicional podría complicar los esfuerzos de los bancos centrales por controlar la inflación a medida que los precios más altos del petróleo impacten en la inflación subyacente. Sin embargo, creemos que a menos que se produzca una explosión total de la crisis regional, el impacto debería mantenerse bajo control.

En Estados Unidos, el problema clave es el exceso de demanda, mientras que su gran producción nacional de petróleo les inmuniza frente a tensiones geopolíticas como la presente. Por el contrario, los aumentos de precios podrían sentirse más ampliamente en Europa en un momento en el que la economía acaba de comenzar a acelerarse nuevamente, especialmente después de la escalada de los precios del gas tras los ataques de Rusia a instalaciones ucranianas.

En resumen, después del reciente aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro de EEUU, la Reserva Federal (Fed) podría volver a su postura "natural" cautelosa en momentos de incertidumbre y mantener su ritmo para reducir los tipos interés durante la segunda mitad del año.
Mercados financieros: pueden surgir puntos de entrada potenciales

Los mercados de renta variable siguen siendo fundamentalmente sólidos gracias a datos económicos mejores de lo esperado y fuertes ganancias. A medio plazo, por lo tanto, seguimos siendo positivos sobre el comportamiento de los índices bursátiles, y creemos que las correcciones a corto plazo podrían ofrecer buenos puntos de entrada o reentrada.

Sin embargo, también somos plenamente conscientes de que el impulso a corto plazo ya era más lento en abril antes del ataque de Irán, ya que datos de inflación inesperadamente altos en EE. UU. llevaron a expectativas de tipos de interés más elevados durante más tiempo, con los rendimientos de los bonos del Tesoro de EEUU terminando la semana pasada por encima del 4,5%.

En este entorno de mercado, los precios más altos del petróleo podrían, en gran medida y por razones psicológicas, exacerbar los temores sobre la persistencia de la inflación a largo plazo y ralentizar el escenario de recortes de tipos de interés por parte de los bancos centrales.

La posición y el sentimiento de mercado en las bolsas han evolucionado de forma más positiva en los últimos meses sin llegar a un fenómeno de burbuja. Las consecuencias de los eventos del fin de semana pueden ayudar a limitar cualquier exuberancia del mercado. Incluso antes de este último giro en el conflicto de Oriente Medio, ya anticipábamos una mayor volatilidad tanto en los mercados de bonos como de acciones, y para ciertos tipos de carteras en marzo ya agregamos coberturas en forma de estrategias de opciones y mantuvimos nuestras posiciones en oro.

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