Tras la guerra comercial: hacia un nuevo equilibrio global
Andreas de Maria Campos, gestor de Allianz Global Investors
Los mercados muestran una mayor tranquilidad tras la reducción parcial de la tensión arancelaria, gracias a que las expectativas de represalias internacionales se han moderado y los acuerdos comerciales resultan más previsibles. Sin embargo, la estrategia de Donald Trump podría haber generado vulnerabilidades a largo plazo que los inversores deberán tener en cuenta.
Puntos clave
- La menor incertidumbre sobre aranceles favorece a los activos de riesgo y mejora la percepción de crecimiento económico.
- La desaceleración en la creación de empleo y el coste de los aranceles para los consumidores mantienen el riesgo de recesión en EE. UU.
- A medio plazo, conviene adoptar una estrategia más selectiva sobre activos estadounidenses.
La estrategia arancelaria de Trump
Trump logró imponer aranceles de forma unilateral y con escasas represalias, reorganizando algunas reglas del comercio global. La reacción inicial de los mercados fue de cautela, pero la pausa de 90 días y la mayor previsibilidad de ciertos acuerdos ha reducido la preocupación por una posible recesión o inestabilidad financiera.
Gráfico 1: La caída del crecimiento del empleo en EE. UU. puede señalar una recesión
Fuente: Bloomberg
El coste de los aranceles recae principalmente sobre los consumidores, sobre todo los de menor renta, mientras que las grandes empresas y los ciudadanos con mayores ingresos se benefician de impuestos corporativos más bajos.
Gráfico 2: El crecimiento del “PIB subyacente” al nivel actual puede ser un precursor de recesión
Fuente: Bloomberg
Un futuro más predecible, pero con riesgos
La reducción de la incertidumbre es positiva para la economía y para los activos de riesgo, tanto en EE. UU. como a nivel global. Los aranceles de bajo nivel (0-5 %) son preferibles, mientras que los más elevados reducen el crecimiento y aumentan la inflación.
A corto plazo, algunas tasas arancelarias podrían disminuir, como las de Suiza, Canadá, México o China. No obstante, la situación legal de la mayoría de los aranceles sigue siendo controvertida, con posibles recursos legales pendientes en el Supreme Court.
EE. UU. y sus aliados
El enfoque unilateral ha debilitado la posición de EE. UU. como aliado global y ha generado desconfianza en otros países. Los ataques internos a instituciones independientes, como la Fed o el Bureau of Labor Statistics, podrían erosionar aún más la confianza de los mercados y de las instituciones financieras estadounidenses.
Estrategia de inversión: ser selectivo en EE. UU.
A corto plazo, los activos de riesgo pueden beneficiarse de la mayor previsibilidad y de los estímulos fiscales. A medio plazo, conviene ser selectivo: los activos estadounidenses, especialmente las acciones, siguen sobrevalorados y podrían verse afectados por una desaceleración económica sin suficiente margen fiscal para contramedidas.
Europa y Asia presentan una estabilidad relativa, gracias al desacoplamiento provocado por los aranceles y a un espacio fiscal suficiente para gestionar ralentizaciones locales.
Conclusión
A corto plazo, los mercados de riesgo no se han visto afectados negativamente. A largo plazo, el fin de décadas de liberalización comercial introduce riesgos complejos que los inversores deberán gestionar durante años. La clave será combinar previsión con selectividad y mantener la diversificación global para minimizar el impacto de posibles desaceleraciones en EE. UU.