Mercados de renta fija: ¿Y si no tuviera que pagar un precio elevado?
Un entorno de mercado complejo a primera vista
A pesar del deterioro de la situación sanitaria en muchos países por la llegada de las nuevas cepas de la COVID-19, los programas de vacunación se están acelerando y allanan el camino para una reapertura gradual de las economías. Tras un 2020 convulso, en 2021 parece perfilarse una recuperación generalizada del crecimiento mundial, con unas políticas aún acomodaticias de los bancos centrales estadounidense y europeo como telón de fondo.
Las repercusiones para los mercados de renta fija:
La situación también se ha normalizado, ya que gran parte de las valoraciones han vuelto a los niveles anteriores a la crisis, que pueden considerarse excesivos.
Implicaciones para los inversores:
Un entorno de tipos bajos con rendimientos reducidos que, además de no remunerar el riesgo del inversor, no permite tampoco compensar una posible subida de los tipos, sinónimo de pérdida de valor.
En este contexto, ¿cómo encontrar valor en los mercados de renta fija sin pagar un precio elevado?
La solución pasa, por un lado, por priorizar una solución de activos de renta fija flexible gestionada de forma activa y capaz de aprovechar las oportunidades que puedan presentarse en el universo de la renta fija y, por el otro, por evitar los riesgos de una gestión de renta fija tradicional o pasiva.
¿Dónde encontramos fuentes de rentabilidad en la actualidad?
La reapertura de las economías
La reapertura gradual de las economías debería beneficiar a numerosos sectores que, hasta ahora, se han visto muy afectados por la crisis de la COVID-19. Así, hemos invertido de forma sumamente selectiva en deuda corporativa de los sectores aéreo, automovilístico y turístico, al tiempo que ha creado un nicho de inversiones en el sector energético, muy sensible a la recuperación del crecimiento mundial.
Deuda financiera subordinada
En un entorno de rendimientos cada vez más reducidos en los mercados de crédito, la deuda financiera subordinada europea sigue ofreciendo valor. Este sector está respaldado tanto por factores a corto plazo —apoyo del Banco Central Europeo, valoraciones atractivas— como por factores a largo plazo, en particular, la normativa europea que les obliga a disponer de una importante provisión de fondos propios.
Deuda emergente
Los gestores también aumentaron su exposición a la deuda emergente, que debería beneficiarse de la recuperación del crecimiento mundial, el aumento de los precios de las materias primas y la tendencia de debilitamiento del dólar estadounidense a medio plazo. Nuestros especialistas en mercados emergentes, que actualmente priorizan las monedas fuertes frente a las divisas locales, seleccionan las oportunidades en este universo.