Asia: ¿Destino de los dólares sin rumbo?
La decisión del electorado británico de distanciarse de Europa
está provocando incertidumbre y muchos inversores están revisando
sus estrategias para protegerse frente a los riesgos sistémicos que
plantea una eventual salida del Reino Unido de la UE.
Esta tendencia podría ser beneficiosa para Asia, ya que los
dólares sin rumbo —dinero que estaba destinado a Europa y al Reino
Unido— tendrán que acomodarse en otra parte. Gran parte de este dinero
podría terminar en Asia, por las ventajas derivadas de su relativa
estabilidad política y económica, así como por su mayor potencial de crecimiento.
Desde el punto de vista fundamental, Asia, y en concreto el mercado
de renta fija asiática, está resistiendo bien en un contexto marcado
por la salida del Reino Unido de la UE. La región ha dejado de ser un
área dependiente de la
exportación de las manufacturas que
consume el mundo para convertirse en un vivero de innovación que
satisface cada vez más las necesidades de sus mercados internos con
los excelentes artículos que fabrica.
El comercio con el Reino Unido representa apenas el 0,2% del PIB
asiático, por lo que la región puede considerarse relativamente
defensiva y ofrece diversificación en dos vertientes: la cambiaria y
la de los fundamentales a largo plazo.
La percepción de la renta fija asiática como una clase de
activos de mayor riesgo está viéndose contrarrestada activamente
conforme se van materializando las turbulencias en Europa. Este
hecho puede constatarse en la resistencia de los
mercados de bonos asiáticos, donde las rentabilidades totales
han seguido
siendo positivas gracias a la demanda interna y al aumento de
los flujos
internacionales que buscan diversificación frente a Europa.
Atendiendo a los diferenciales, las valoraciones apenas han variado desde que se conoció el resultado del referéndum británico. De hecho, los diferenciales de riesgo crediticio de los mercados emergentes y Asia están en niveles más bajos que antes de la consulta. Ello se debe, en parte, a que las perspectivas de subidas de tipos en EE. UU. se han alejado hasta el año que viene y eso prolongará la búsqueda de rendimientos.
La huida hacia la seguridad ha arrastrado los rendimientos en muchos mercados desarrollados a mínimos históricos, en bastantes casos hasta territorio negativo, lo que ha elevado el atractivo de los rendimientos que ofrecen los bonos asiáticos.
Los intereses del 7% que ofrecen los bonos de alto rendimiento asiáticos resultan difíciles de obviar, mientras que los bonos de alta calidad crediticia de la región rentan un 2,9% y ofrecen una buena combinación de riesgo y recompensa por su mayor calidad (calificación A) y su exposición diversificada en una amplia variedad de empresas y países.
China, en su condición de tercer mayor mercado de bonos del mundo (5,5 billones de dólares o 34 billones de yuanes), sigue albergando un número creciente de oportunidades de inversión, a pesar de las dificultades que plantea la desaceleración de su crecimiento.
El yuan mantiene una correlación baja con otras divisas del G4 y un
nivel de volatilidad reducido en términos absolutos (una volatilidad
en torno al 2-3%, frente al 8-12% de otras divisas del G4). Se ha
avanzado en la mejora del acceso a los mercados de capitales, con
hitos como el anuncio de la apertura del mercado interbancario chino a
los inversores internacionales.
Europa sufre actualmente una mayor incertidumbre política
que podría traducirse perfectamente en un menor crecimiento económico,
mientras que las perspectivas fundamentales de Asia no han variado.
Cabe esperar que la marcha de los dólares sin rumbo siga
encaminándose hacia Asia, donde las perspectivas políticas son más
estables actualmente. Este hecho dará impulso al desarrollo de los
mercados de deuda de Asia y
estimulará el mercado de bonos de la región.
Dirigido exclusivamente a profesionales de la inversión. No debe ser tomado como referencia por inversores particulares.