¿Qué le espera a la renta fija tras la victoria de Trump?
Los resultados de las elecciones estadounidenses son, sin lugar a dudas, un acontecimiento decisivo. Os traemos en este artículo la visión y el análisis de Andrea Iannelli, Director de inversiones en renta fija de Fidelity:
"El sorprendente desenlace que nos han dejado es totalmente opuesto a la visión que manejábamos a comienzos de octubre, cuando hablábamos de una clara victoria de los Demócratas. Lo que nos ha llevado a reevaluar las estrategias de inversión en todas las clases de activos, también la renta fija.
Así, se están suscitando grandes preguntas: ¿A quién nombrará el presidente electo Trump para su gabinete, especialmente como Secretario del Tesoro, Secretario de Estado y otros puestos importantes? ¿Qué políticas se aplicarán en materia tributaria y asuntos exteriores? ¿Cómo interactuará con la Reserva Federal? ¿Qué va a priorizar el nuevo gobierno en sus primeros 100 días?
Donald Trump ha prometido impulsar la inversión pública, pero el gobierno tiene pocas balas en materia presupuestaria y no está claro de que sea el mejor momento para apretar el gatillo de forma indiscriminada. En esta situación, las perspectivas a medio plazo para los TIPS son favorables en líneas generales: la inflación está subiendo, los mercados laborales registran tensiones y la inflación subyacente muestra fortaleza.
En tanto que las hipotecas pierden atractivo y las perspectivas del dólar no están claras. Se espera que las monedas emergentes pierdan terreno frente al dólar, pero la búsqueda de la calidad podría dar alas al yen, al euro y al franco suizo. Hasta ahora, lo que hemos visto ha sido un dólar más fuerte y, si viene acompañado de un crecimiento sólido y una inflación controlada, la tendencia podría continuar.
La reunión de la Fed de diciembre casi con toda seguridad nos deparará tipos más altos, pero una postura favorable a las subidas de tipos en la rueda de prensa será un lastre para los bonos. La vocación de servicio público de Janet Yellen parece fuerte y no esperamos que dimita anticipadamente.
Respecto a los bonos corporativos, los efectos son muy dispares. La prometida rebaja del impuesto de sociedades puede tomar derivas muy diferentes en función de cómo se implemente, pero Fidelity no confía en que la repatriación de la tesorería que las empresas norteamericanas disponen en el extranjero se utilice para reducir deuda a gran escala, con la consiguiente merma en la emisión de bonos corporativos.
En lo que se refiere al sector financiero, el futuro dependerá de los nombramientos de Trump para los organismos de supervisión y del grado de relajación que imprima la administración estadounidense, pero a corto plazo probablemente destaque.
Por su parte, las farmacéuticas viven un momento incierto entre la alegría por haberse sacudido la amenaza de los planes de Clinton y la zozobra por las promesas de Trump de eliminar las barreras de acceso para los proveedores de medicamentos alternativos, por lo que las perspectivas siguen siendo inciertas para los fabricantes de fármacos.
En esta coyuntura, la clave de la situación serán los tipos de interés. Fidelity mantiene una hipótesis bajista para los bonos en la que los mercados descuenten demasiada expansión en gasto público en todo el mundo. Por su parte, los mercados de deuda corporativa muestran una inquietante falta de volatilidad. Todo ello lleva a la gestora a posicionarse defensivamente, con infraponderación en la exposición a deuda corporativa e hipotecas y una posición neutral en duración, en previsión de un nuevo pico de volatilidad"