¿Qué sigue ofreciendo valor y podría beneficiarse de una vacuna?
La recesión provocada por el Covid-19 ha sido inusual en muchos sentidos. Para los inversores, quizás la característica más llamativa de esta recesión ha sido el grado en que ha creado ganadores y perdedores.
Los valores tecnológicos que han proporcionado el hardware y el software para permitir que grandes sectores de la población trabajen desde casa han sido los principales beneficiarios. Al igual que aquellas empresas que ayudan a facilitar la vida de las personas en casa, como los minoristas online (ver GRÁFICO 1). La combinación de mayores beneficios y tasas de descuento muy bajas (gracias a los bancos centrales) ha ayudado a impulsar la rentabilidad de estas compañías que se perciben como ganadoras.
En cambio, muchas empresas y sectores que dependen de que las personas salgan de sus hogares continúan languideciendo. Mientras que el sector minorista online ha subido un 75% en lo que va de año, los grandes almacenes siguen un 58% a la baja. La débil demanda ha deprimido el precio del petróleo y, a su vez, ha empujado a la baja a los valores de energía, mientras que el impacto en la economía y el mercado laboral, junto con la perspectiva de un largo período de tipos de interés en cero, ha sido una combinación desagradable para las empresas financieras.
Por lo tanto, la apuesta ganadora desde que comenzó el Covid-19 ha sido la sobreponderación en tecnología y la infraponderación en energía y finanzas, o sobreponderación en acciones de crecimiento e infraponderación en valor. La gran ponderación de los valores de tecnología, distribución minorista online y publicidad online en el mercado de valores de EE. UU. han llevado a comportarse mejor que otros mercados este año (ver la rentabilidad del mercado en el año GRÁFICO 2).
Pero, ¿qué pasa si una vacuna Covid-19 se vuelve viable y la vida puede volver a lo que una vez conocimos? A continuación, destacamos tres áreas que siguen ofreciendo valor y que esperaríamos fueran grandes beneficiarios de una vacuna. Por supuesto, no sabemos cuándo y ni siquiera si estará disponible una vacuna, por lo que estas oportunidades parecen más adecuadas para aquellos inversores con horizontes más a largo plazo.
Acciones de valor de EE. UU.
Si bien el mercado estadounidense en su conjunto parece bastante caro según los estándares históricos, al presentar una ratio precio-beneficios (PER) de 23 veces los beneficios a 12 meses (ver GRÁFICO 3), esta valoración está distorsionada por las acciones de crecimiento, que han subido un 25% este año y tienen un PER de 29,5x. Aunque no todas las acciones de crecimiento están sobrevaloradas, algunos de los valores más baratos del mercado podrían tener más potencial de subida si se anuncia una vacuna, en comparación con los que ya han evolucionado muy bien este año.
Es importante filtrar aquellas acciones de valor que podrían seguir teniendo dificultades incluso después de que haya una vacuna disponible. Pero hay empresas de calidad expuestas al ciclo disponibles con valoraciones razonables que se beneficiarían de una vacuna.
Algunas acciones del sector financiero, por ejemplo, cotizan con valoraciones relativamente baratas y estarían expuestas a cualquier mejora de las perspectivas económicas. Y no todas las entidades financieras dependen de tipos de interés más altos para aumentar los beneficios, siendo un buen ejemplo los gestores de activos y patrimonios.
Las valoraciones del Reino Unido parecen razonables ante las bajas expectativas de beneficios
En este lado del charco, el FTSE 100 cotiza ampliamente en línea con su media a largo plazo con un PER de 15,2x los beneficios previstos para el próximo año, pero esas expectativas de beneficios han bajado al mismo nivel al que estaban en marzo de 2009 (ver GRÁFICO 4).
El FTSE ha atravesado dificultades porque no cuenta con los grandes nombres tecnológicos que tiene EE. UU. (Amazon, Netflix y Tesla combinados ahora tienen una capitalización bursátil superior a la de todo el FTSE 100). En cambio, el mercado británico tiene una gran ponderación de bancos (8%), que han bajado un 46% en lo que va de año, y una ponderación de casi un 10% en acciones de energía, que han perdido un 49%.
Una vacuna daría a los inversores una mayor claridad sobre el tamaño probable de los préstamos incobrables que tendrá que absorber el sistema bancario. También debería mejorar las perspectivas del mercado laboral y conducir a un precio del petróleo más alto a medida la actividad se recupere aún más.
Claramente, la posibilidad de un Brexit duro sigue siendo un riesgo. Si eso sucediera, la libra esterlina probablemente caería bruscamente. En ese escenario, dado que el 77% de los ingresos del FTSE 100 provienen del exterior, las acciones de gran capitalización probablemente resultarían más resilientes que las de mediana y pequeña capitalización, más centradas en la economía británica. La expiración en octubre del programa de ayudas a los trabajadores también podría afectar a la economía nacional, al aumentar el desempleo.
Dada la persistente incertidumbre, los inversores que buscan aumentar la exposición al mercado de valores británico en previsión de que se encuentre una vacuna podrían, por tanto, adoptar un enfoque relativamente neutral en cuanto al tamaño de las acciones del Reino Unido hasta que las perspectivas nacionales sean más claras. Quizás el momento de aumentar la exposición a valores de pequeña y mediana capitalización del Reino Unido llegará una vez que finalice el programa de ayudas a los trabajadores y se despejen las nubes de la incertidumbre en torno al Brexit.
Crecimiento a largo plazo a un precio razonable en mercados emergentes
Las acciones de los mercados emergentes presenta un PER a futuro de 15x y el índice MSCI China también de 15x los beneficios, a pesar de su fuerte recuperación este año. La oportunidad de crecimiento a largo plazo en los mercados emergentes está bien documentada. En resumen, los ingresos tienden a aumentar a medida que la urbanización y el impulso de inversión incrementan la productividad y una mayor demanda de productos y servicios que antes eran inasequibles. Esta historia no es nueva, pero la diferencia es que en 2007 el índice MSCI Emerging Markets tenía una relación precio/valor contable de 3 en comparación con solo 1,8 en la actualidad. Por lo tanto, la recesión provocada por el Covid-19 puede brindar una oportunidad para obtener exposición a la historia de crecimiento a largo plazo disponible en algunos mercados emergentes con una valoración razonable.
Por supuesto, aunque China ha contenido el virus relativamente bien, muchos otros mercados emergentes han tenido serias dificultades a causa del virus y pueden tardar más en recibir e implementar una vacuna que las economías desarrolladas. No obstante, los mercados de valores están mirando hacia el futuro y podrían descontar una recuperación económica mucho antes de que una vacuna esté completamente disponible, suponiendo que se anuncie una.
Como siempre, cuando se trata de los mercados emergentes, es probable que algunas economías, mercados y empresas prosperen o tengan más dificultades que otras. Por lo tanto, probablemente sea prudente un enfoque selectivo. Partes de Asia, y China en particular, pueden ser un buen lugar para que los inversores comiencen a aumentar su exposición si otras áreas, como América Latina, todavía parecen presentar demasiado riesgo. Las tensiones comerciales siguen siendo un riesgo, pero podrían disminuir potencialmente después de las elecciones estadounidenses.
Resumen
Si bien algunas acciones ya están descontando muchas buenas noticias, sigue habiendo oportunidades para los inversores con un horizonte de inversión a largo plazo que confían en que se desarrollará una vacuna con éxito. Esos inversores quizás deberían reducir su exposición a activos más caros, como la deuda pública y determinadas acciones de EE. UU., y reequilibrarla en acciones más baratas, tanto dentro de EE. UU. como en áreas más baratas como el Reino Unido y los mercados emergentes.