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Inflación y subidas de impuestos: ¿qué podemos esperar de los mercados?
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Inflación y subidas de impuestos: ¿qué podemos esperar de los mercados?

Los bancos centrales están haciendo frente a una inflación fuerte y persistente. Por eso han empezado a subir los tipos, una política que incide en las perspectivas económicas. ¿Podría la inflación volver a sus niveles anteriores a la crisis? ¿Qué efecto podría tener esto en los mercados y en las clases de activos? Lea las respuestas de nuestros expertos cubriendo todas las clases de activos de M&G. 

El valor de los activos de la cartera podría tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Cuando se mencionen rentabilidades, tenga en cuenta que las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras. Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.

Gracias a la globalización y a los avances tecnológicos, «la mayoría de nosotros hemos visto cómo la inflación desapareció durante muchos años», afirma Jim Leaviss, director de inversiones (CIO) de renta fija. Pero la globalización ahora está amenazada en diferentes frentes, especialmente desde la pandemia del coronavirus, que alteró las líneas de producción mundiales al provocar cuellos de botella. Y si a esta ecuación le añadimos las tensiones del mercado laboral y la subida de los precios de la energía, obtenemos un potente impulsor de la inflación.

Los bancos centrales están actuando, pero su poder es limitado

Para hacer frente a esta tendencia, los bancos centrales han tomado la drástica medida de subir rápidamente sus tipos de interés de referencia. Sin embargo, los expertos de M&G consideran que los bancos centrales siguen teniendo una influencia limitada.

«Los bancos centrales se han atribuido el mérito de que la inflación haya bajado en los últimos treinta años. Pero probablemente habría caído de todas formas, con o sin ellos. Por tanto, para luchar contra la inflación, es poco probable que ejerzan tanta influencia como creen que tienen», explica Jim Leaviss, para quien las subidas de tipos del BCE no surtirán, por ejemplo, «ningún efecto en los precios del gas importado de Rusia».

Para Steven Andrew, gestor de fondos multi-activos de reparto y de sostenibilidad , los responsables de los bancos centrales saben que su poder es limitado, pero están utilizando una «ventana de oportunidad» para salir del estancamiento de sus políticas sumamente moderadas. E igual opina Fabiana Fedeli, directora de inversiones (CIO) de renta variable y multi-activos. Coincide en que los bancos centrales solo disponen de «herramientas preestablecidas» para hacer frente a la inflación, pero admite que es el único medio que tienen. Fedeli cree que las subidas de tipos serán probablemente más eficaces en EE. UU. que en Europa, pues los factores de su inflación son más «endógenos» que los europeos.

La inflación va a seguir alta y el riesgo de «aterrizaje forzoso» aún no se tiene en cuenta

Los tres gestores están de acuerdo en que es poco probable que la inflación vuelva a su nivel anterior a la crisis a corto plazo. Fedeli cree que la inflación podría remitir gradualmente en los próximos seis meses, pero manteniéndose en niveles altos durante más tiempo.

La energía será probablemente el factor dominante en el comportamiento de la inflación a partir de ahora. Fedeli observa que la presión al alza de los precios del gas en Europa ya está creando un problema inflacionista y que la inquietud por la seguridad energética hace necesario el «paso a las energías sostenibles». Aunque las inversiones públicas a gran escala en energías renovables a ambos lados del Atlántico pueden alentar una mayor inflación a corto plazo, la diversificación del suministro y el desarrollo de infraestructuras de energías renovables podrían reducir gradualmente el precio de las energías renovables a largo plazo, reforzar la seguridad energética y contrarrestar las presiones inflacionistas actuales.

Aun así, a corto plazo, el endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales podría frenar de golpe la economía. En opinión de Andrew, «Los mercados parecen vulnerables en la medida en que la expectativa generalizada de que un aterrizaje suave parece ser el mejor escenario para las previsiones de beneficios corporativos que  sostienen las valoraciones de las acciones. Un aterrizaje forzoso echaría por tierra estas convicciones». Así pues, quizás los mercados no hayan tenido en cuenta el riesgo que viene. Fedeli añade que también depende de cómo se defina un aterrizaje forzoso, «hay muchos acontecimientos exógenos», sobre todo la «crisis energética» en Europa y también las perspectivas de una «crisis de crédito», aunque esta última no es una hipótesis de base. Comparando la situación actual con la crisis financiera de 2008, apunta que «los bancos están mejor capitalizados ahora», por lo que el escenario de crisis crediticia es menos probable y quizá solo veamos una desaceleración más pronunciada desde el punto de vista de la demanda.

Estrategias de inversión: ¿dónde están las oportunidades?

Los mercados financieros no han tenido en cuenta el peor escenario posible, pero ya han caído mucho en lo que llevamos de año. «¡Todo es más barato!», afirma Steven Andrew. Este entorno podría generar nuevas oportunidades, aunque los inversores, como siempre, deben ser prudentes. «Las rentabilidades disponibles en ciertos mercados son suficientes para los niveles de riesgo que conllevan. Por ejemplo, estamos sobreponderados en renta variable japonesa y algunos segmentos de los mercados de Europa y EE. UU., especialmente los bancos estadounidenses, que creemos que podrían estar en buenas condiciones para beneficiarse de la subida los tipos de interés», añade Steven Andrew.

Leaviss cree que «por primera vez en mucho tiempo, puede obtenerse valor de los mercados de bonos. Antes de la COVID-19, el riesgo de crédito no remuneraba bien. Pero ahora ofrece rentabilidades sustanciales». Por ejemplo, en el mercado de bonos high yield de EE. UU., los diferenciales de rentabilidad (TIR) han vuelto a situarse en 500 puntos básicos con respecto a los bonos soberanos con unas rentabilidades (TIR) que también han aumentado. Aunque los diferenciales de rentabilidad (TIR) podrían seguir aumentando, Leaviss prefiere una estrategia de “comprar y mantener” a tres años en este segmento. «Estos niveles descuentan un escenario de aterrizaje forzoso de la economía, lo que en nuestra opinión no está claro en absoluto», afirma Jim Leaviss. «Además, las rentabilidades disponibles en algunas regiones de los mercados emergentes parecen muy altas pese a los limitados riesgos de impago». Los bonos ligados a la inflación de EE. UU. también podrían estar entre los segmentos con potencial de protección contra algunos riesgos. Ahora, ofrecen rentabilidades reales positivas, es decir, rentabilidades (TIR) un 1% o incluso un 1,5% por encima de la inflación para los bonos a 10 o 30 años.

En los mercados de renta variable, Fedeli afirma que «no vemos que este sea un mercado para realizar grandes apuestas por sectores o estilos». En la reciente temporada de publicación de resultados, incluso empresas dentro de un mismo sector han tenido resultados muy distintos, debido a factores como la diferente exposición a determinados mercados finales, los niveles de deuda o la naturaleza de la estrategia de gestión. Para ella, es importante buscar valores que «puedan lidiar con la volatilidad que probablemente viviremos en los próximos seis meses». ’

En EE. UU., Fabiana comenta que, aunque los mercados de renta variable en general no parecen especialmente atractivos, estamos encontrando oportunidades interesantes entre los valores tecnológicos no expuestos a la debilidad del consumo, sino que operan en áreas de crecimiento, como los servicios empresariales, la nube y los datos. Andrew piensa que los bancos estadounidenses podrían ser un sector ventajoso, ya que suelen beneficiarse directamente de un entorno de tipos más altos.

Según Fedeli, los mercados del Reino Unido y Japón también pueden ofrecer oportunidades idiosincrásicas atractivas , pero advierte que «la clave es actuar de forma selectiva». Asimismo, prefiere las temáticas a largo plazo que sean capaces de soportar la independencia del entorno de mercado imperante y que se beneficien de una mayor inversión. En concreto, las energías renovables (incluidos los proveedores y las empresas que utilizan tecnologías con bajas emisiones de carbono para mejorar la eficiencia), junto con las empresas de infraestructuras (muchas de ellas con ingresos ligados a la inflación y que ofrecen dividendos más altos y cada vez mayores).

Para los expertos de M&G, actuar de forma selectiva y diversificar siguen siendo las claves para afrontar la incertidumbre económica actual.

Consulte el glosario para obtener una explicación de los términos utilizados en este artículo.

Por M&G Investments

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