Mercados emergentes vs. Trump 2.0: M&G (Lux) Emerging Markets Bond Fund
Comunicación de marketing. Exclusivamente para inversores profesionales.
Este artículo fue originalmente publicado en la web de M&G Investments.
Los mercados emergentes (ME) deberían beneficiarse de un trasfondo favorable de fuerte crecimiento, presiones inflacionarias bajo control y normalización monetaria continuada, pero también se enfrentan a obstáculos. En su mayoría proceden de Estados Unidos, donde Donald Trump ha comenzado su segundo mandato presidencial con vigor. No obstante, creemos que las consecuencias podrían no ser tan malas para los ME como se pensaba en un principio.
El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
¿Qué podría suponer Trump 2.0 para los ME?
Las apuestas a la baja en activos del universo emergente han venido aumentando desde octubre del año pasado, cuando quedó claro que Donald Trump tenía posibilidades claras de ganar un segundo mandato no consecutivo como presidente de los Estados Unidos. Ahora que su victoria e investidura ya han tenido lugar, podría ser momento para que los inversores se replanteen su postura respecto a los ME. Con las expectativas en niveles mínimos, no debería descartarse su potencial para protagonizar sorpresas positivas, aunque esto no ocurrirá sin cierta volatilidad.
La evolución de la clase de activos podría estar rodeada de escepticismo inicial debido a los temores de aranceles aduaneros y de un enfoque más nacionalista en Washington, pero la primera presidencia de Trump demostró que el impacto de medidas similares no fue tan generalizado y pronunciado como se anticipaba.
De hecho, la deuda de ME mostró un comportamiento excelente durante esos cuatro primeros años (gráfico 1). Pese a las disrupciones de mercado provocadas por la pandemia de COVID-19 en 2020, las rentabilidades anualizadas permanecieron en niveles atractivos. Y si analizamos cómo afectaron los aranceles al comercio global, no sorprende ver que la primera guerra comercial en 2018 condujo a un descenso de las importaciones estadounidenses de productos chinos, pero las procedentes de México y Vietnam aumentaron (gráfico 2).
Este giro subraya que, incluso en un entorno comercial cambiante, ciertos países pueden beneficiarse y llenar los huecos dejados por otros.
Gráfico 1: Rentabilidades de distintas clases de activos durante la primera presidencia de Trump
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
Fuente: M&G, Bloomberg, JP Morgan.
Gráfico 2: Importaciones de EE. UU. procedentes de México y China; la dinámica comenzó a cambiar en el primer mandato de Trump
Fuente: M&G, Oficina del Censo estadounidense
Repaso a 2024
La deuda de ME denominada en divisa fuerte vivió un 2024 excelente, pese al entorno sumamente complicado para la renta fija en general. Los bonos soberanos en divisa fuerte cerraron el año un 6,5% al alza, mientras que la deuda corporativa en divisa fuerte mostró una evolución mejor si cabe: a fin de diciembre acumulaba una subida del 7,6%, según datos de Bloomberg.
Gráfico 3: Rentabilidad del fondo
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
Rentabilidad en periodos móviles | YTQ2 (%) | En el año (%) | A 1 mes (%) | A 3 meses (%) | A 6 meses (%) | A 1 año (% anual) | A 3 años (% anual) | A 5 años (% anual) | A 10 años (% anual) |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Bruta – Clase A (acum.) en EUR | 11,1 | 11,1 | 0,3 | 4,5 | 6,6 | 11,1 | 4,8 | 3,6 | 6,3 |
Neta – Clase A (acum.) en EUR | 9,6 | 9,6 | 0,2 | 4,1 | 5,9 | 9,6 | 3,3 | 2,1 | 4,8 |
Índice de referencia1 | 10,8 | 10,8 | 0,7 | 4,3 | 6,7 | 10,8 | 2,9 | 1,8 | 4,2 |
Rentabilidad por año natural (%) | 2024 | 2023 | 2022 | 2021 | 2020 | 2019 | 2018 | 2017 | 2016 | 2015 |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Bruta – Clase A (acum.) en EUR | 11,1 | 11,5 | -7,2 | 6,5 | -2,7 | 19,4 | -0,9 | 1,0 | 15,4 | 12,0 |
Neta – Clase A (acum.) en EUR | 9,6 | 10,0 | -8,5 | 4,9 | -4,1 | 17,7 | -2,4 | -0,5 | 13,7 | 10,4 |
Índice de referencia1 | 10,8 | 7,2 | -8,2 | 4,1 | -3,6 | 16,0 | 0,9 | -2,4 | 13,3 | 6,5 |
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
Rentabilidad en periodos móviles | YTQ2 (%) | En el año (%) | A 1 mes (%) | A 3 meses (%) | A 6 meses (%) | A 1 año (% anual) | A 3 años (% anual) | A 5 años (% anual) | A 10 años (% anual) |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Bruta – Clase A (acum.) en USD | 4,4 | 4,4 | -1,2 | -2,8 | 3,7 | 4,4 | 1,9 | 2,0 | 4,7 |
Neta – Clase A (acum.) en USD | 3,0 | 3,0 | -1,3 | -3,1 | 2,9 | 3,0 | 0,5 | 0,6 | 3,2 |
Índice de referencia1 | 3,9 | 3,9 | -1,3 | -3,3 | 3,1 | 3,9 | -0,2 | 0,2 | 2,6 |
Rentabilidad por año natural (%) | 2024 | 2023 | 2022 | 2021 | 2020 | 2019 | 2018 | 2017 | 2016 | 2015 |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Bruta – Clase A (acum.) en USD | 4,4 | 15,7 | -12,5 | -1,8 | 6,4 | 17,1 | -5,4 | 14,6 | 11,9 | 0,4 |
Neta – Clase A (acum.) en USD | 3,0 | 14,1 | -13,7 | -3,2 | 4,9 | 15,4 | -6,8 | 13,0 | 10,2 | -1,1 |
Índice de referencia1 | 3,9 | 11,0 | -13,9 | -3,3 | 5,1 | 13,9 | -4,0 | 11,1 | 10,0 | -4,4 |
YTQ = En el año hasta el fin del trimestre más reciente, a 31 de diciembre de 2024. * Índice de referencia: a partir del 2 de diciembre de 2013, el índice de referencia es un agregado compuesto a partes iguales por los índices JPM EMBI Global Diversified, JPM CEMBI Broad Diversified y JPM GBI-EM Global Diversified. El índice de referencia se emplea como indicador frente al cual comparar la rentabilidad del fondo.
El índice de referencia o benchmark se emplea como indicador frente al cual comparar la rentabilidad del fondo y se ha elegido porque refleja adecuadamente el ámbito de la política de inversión del fondo. El índice se utiliza exclusivamente para medir la rentabilidad del fondo y no limita de ningún modo la construcción de la cartera. El fondo se gestiona de forma activa. Su gestor goza de plena libertad para elegir qué instrumentos comprar, vender y mantener en cartera. Las posiciones del fondo podrían desviarse significativamente de los componentes del indicador de referencia. El índice de referencia indica la divisa de la clase de acciones. La rentabilidad del fondo hasta el 21 de septiembre de 2018 corresponde a un OEIC autorizado en el Reino Unido, que se fusionó en este fondo el 7 de diciembre de 2018. Los cargos y tasas impositivas podrían ser distintos.
Fuente: Morningstar Inc y M&G, a 31 de diciembre de 2024 en las clases de acciones A (de acumulación) en EUR y USD. Las rentabilidades se calculan a precios de mediodía (price to price), netas de comisiones, con reinversión de rentas. La rentabilidad del fondo hasta el 21 de septiembre de 2018 corresponde al M&G Emerging Markets Bond Fund (un OEIC autorizado en el Reino Unido), que se fusionó en este fondo el 7 de diciembre de 2018. Desde entonces, la rentabilidad del fondo corresponde al M&G (Lux) Emerging Markets Bond Fund, una SICAV autorizada en Luxemburgo. Los cargos y tasas impositivas podrían ser distintos. Los datos de rentabilidad no tienen en cuenta las comisiones y costes que puedan incurrirse en concepto de emisión y reembolso de participaciones.
El M&G (Lux) Emerging Markets Bond Fund es un fondo flexible y concentrado en las mejores ideas del equipo. Sus gestores gozan de libertad para invertir en cualquier instrumento de deuda de ME, soberano o corporativo, de calidad elevada o high yield, y denominado en cualquier divisa de la región. Esta flexibilidad, el enfoque de gestión activa y nuestra estrategia de inversión mixta han ayudado al fondo a generar rentabilidades estables y consistentes a largo plazo.
El fondo trata de proporcionar una rentabilidad total (compuesta de renta y crecimiento del capital) superior a la del mercado de renta fija global de ME (medida por un agregado compuesto a partes iguales por los índices JPM EMBI Global Diversified, JPM CEMBI Broad Diversified y JPM GBI-EM Global Diversified) en cualquier periodo de tres años, aplicando criterios ESG.
Fieles a la estrategia de inversión mixta del fondo y en base a una evaluación de factores macroeconómicos globales, regionales y de países específicos, seguida de un análisis exhaustivo de emisores de deuda individuales, los gestores seleccionan los valores de deuda de ME que en su opinión tienen más posibilidades de ofrecer potencial de crecimiento sólido.
El periodo de tenencia recomendado para este fondo es de tres años. En condiciones de mercado normales, su apalancamiento esperado (es decir, la medida en que puede ampliar su posición de inversión tomando dinero prestado o mediante instrumentos derivados) es del 150% de su valor liquidativo.
Ciertas partes del mercado sufrieron un revés en 2024, al intensificarse las tensiones geopolíticas y en un entorno en que los tipos de interés permanecieron más altos de lo que se esperaba al comenzar el año. Dicho esto, hubo varias historias positivas, y consideramos que el fondo está bien posicionado para sacar partido a ciertas temáticas:
Selección de créditos y diferenciales
La selección de créditos, que abarca la asignación por países y la selección de valores, sigue siendo el principal motor de rentabilidad relativa de nuestra estrategia. En 2024, esta aportó 176 puntos básicos (pb) de rentabilidad excedente respecto al índice de referencia. Por lo que respecta a la deuda soberana denominada en divisa fuerte, nuestro sesgo hacia emisores con mayores niveles de rentabilidad al vencimiento (TIR) fue beneficioso, ya que el segmento high yield del mercado superó de manera significativa al de grado de inversión (con respectivas ganancias del 13% y del 0,32% a fin de 2024).
En el índice en divisa fuerte, casi todos los países aportaron rentabilidades positivas. En parte, esto refleja la compresión muy generalizada de los diferenciales de crédito que hemos visto en la clase de activos: tan solo un puñado de países (como Venezuela) vieron ensancharse los suyos. Aunque los diferenciales del crédito con grado de inversión se han estrechado hasta niveles cercanos a los previos a la crisis financiera global, creemos que el segmento high yield todavía ofrece valor en ciertas áreas, sobre todo en mercados como Argentina, Ucrania y Tayikistán, donde nuestras posiciones de sobreponderación a lo largo del año generaron rentabilidad excedente. La exposición a Argentina fue especialmente favorable, pues su deuda repuntó tras la victoria electoral de Javier Milei y sus reformas de política.
Bonos en moneda local y divisas de ME
Con un rezagamiento de 106 pb respecto al índice de referencia, las divisas emergentes supusieron el mayor lastre sobre la rentabilidad de la estrategia. Empezamos 2024 sobreponderando la deuda denominada en moneda local, anticipando que los países con mayor carry[1] (sobre todo en Latinoamérica) proporcionarían algunas de las rentabilidades más sólidas; sin embargo, a fin de año quedó claro que los países con menor carry (especialmente en Asia, que por lo general habíamos infraponderado) se destacaron. Esta dinámica obedeció en parte a factores idiosincráticos (relativos a países individuales) en los primeros, y al descenso de las TIR en los segundos. Mantenemos una posición de sobreponderación selectiva de bonos denominados en divisa local respecto al índice de referencia. Vemos recorrido alcista de la deuda si amainan los problemas de países individuales, así como potencial de apreciación de las divisas de ME, sobre todo ahora que parecen más infravaloradas si cabe.
Duración e inflación
Típicamente no anticipamos que el posicionamiento en deuda soberana (duración) o en la curva de tipos vaya a ser un motor importante de rentabilidad, excepto en periodos de movimientos significativos del precio del dinero. Esto se debe a nuestra posición de duración por lo general ajustada respecto al índice de referencia. En 2024, la duración realizó una aportación marginal de 0,2 pb a la rentabilidad relativa.
A lo largo del año infraponderamos la deuda soberana denominada en dólares y mantuvimos posiciones en bonos soberanos denominados en euros fuera del índice, emitidos por países como Costa de Marfil y Benín.
Las posiciones de menor duración que el indicador en China y Tailandia figuraron entre las que más mermaron el resultado, aunque la sobreponderación de bonos soberanos brasileños también frenó el avance del fondo. Esto se debió a temores en torno a la estabilidad fiscal y la inflación creciente, que llevaron al banco central del país a subir su tipo de intervención y sustraerse con ello a la tendencia vista en Latinoamérica en los últimos dos años. Las sobreponderaciones de deuda soberana de Ucrania y Sudáfrica fueron favorables, en este último caso gracias a las expectativas de reforma tras la formación de un gobierno de coalición a comienzos de año, que permitieron a sus bonos destacarse.
Previsión para 2025
El dólar estadounidense protagonizó un 2024 excelente, ejerciendo una presión significativa sobre las divisas del universo emergente. Durante los tres primeros trimestres del año, la evolución del billete verde reflejó básicamente los datos económicos, lo cual se tradujo en periodos tanto de fortaleza como de debilidad. Sin embargo, el giro más notable tuvo lugar en el cuarto trimestre, debido a dos factores clave: la victoria electoral de Donald Trump y la creciente preeminencia del «excepcionalismo» americano, o el predominio del dólar en los mercados globales que permite a la economía estadounidense funcionar relativamente incluso con déficits fiscales y comerciales elevados y un gasto público considerable.
De esta manera, el dólar cerró el año un 7,01% al alza según el índice DXY, que mide su evolución frente a otras seis grandes divisas. En adelante, la solidez del dólar dependerá en gran medida de las políticas de Trump, pero también de cómo la Reserva Federal y el conjunto de la economía responden a estas medidas. En 2025, es probable que el sentimiento se vea influido por la incertidumbre en torno al segundo mandato presidencial de Trump. El dicho de que «la historia no se repite, pero a menudo rima» es particularmente relevante si consideramos las implicaciones de estas políticas sobre la renta fija de ME.
De cara a 2025 anticipamos una continuación de varios temas en este segmento, y creemos estar bien posicionados para capear los peligros y sacar partido a las oportunidades.
Estos son algunos de los puntos fuertes que vemos en el universo emergente:
- TIR elevadas: pese al estrechamiento de los diferenciales a lo largo de 2024 hasta mínimos históricos, las rentabilidades al vencimiento son muy atractivas en los ME y todavía superan con creces las de otros segmentos del mercado. Tomando la TIR del índice de deuda soberana denominada en divisa fuerte como aproximación para la clase de activos en su conjunto, creemos que no solo nos aporta un margen de error abundante, sino también una TIR de partida muy atractiva (gráfico 4).
- Inflación bajo control: con un puñado de excepciones en países con inflación elevada como Argentina, Turquía, Egipto y Nigeria, la narrativa de desinflación en los ME ya ha llegado casi a su fin, dado que los bancos centrales de la región supieron endurecer sus políticas monetarias antes que sus homólogos de mercados desarrollados.
Además, los ME mantienen una postura proactiva pese a las presiones recientes, y la inflación se halla en su mayor parte bajo control.
- Potencial de crecimiento: en base a pronósticos de crecimiento global optimistas, sobre todo en comparación con los mercados desarrollados, la clase de activos nos parece atractiva. Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipa que el crecimiento de China alcanzará el 4,6% este año, y el de la India el 6,5%. En las economías avanzadas, el FMI prevé un crecimiento económico del 2,7% en Estados Unidos y de un mero 1,0% en la eurozona de cara a 2025[2]
- Ciclo de impagos: la expectativa es que los impagos en los ME permanecerán bajos entre los emisores tanto soberanos como corporativos, significativamente por debajo de los niveles observados desde 2020. Según cálculos de JP Morgan, la tasa de impago del crédito high yield de ME era del 3,5% a fin de diciembre de 2024, frente al 8,7% en 2023. Su nivel pronosticado de cara a fin de 2025 es del 2,7%[3]
Gráfico 4: TIR actual de la deuda soberana de ME denominada en divisa fuerte y rentabilidad subsiguiente a dos años
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
Fuente: M&G, 31 de diciembre de 2024. Rentabilidades del JP Morgan EMBI desde el 31 de diciembre de 1999.
La información puede ser objeto de cambios y no es garantía de resultados futuros.
Gráfico 5: Escenarios de rentabilidad de la deuda soberana de ME denominada en divisa fuerte (%)
Fuente: M&G, JP Morgan, diciembre de 2024. El índice JPM EMBI Global Diversified se utiliza como aproximación de la deuda soberana de ME denominada en divisa fuerte. Se asume un desplazamiento paralelo de toda la curva de tipos. Únicamente a efectos ilustrativos y en base a hipótesis representativas. No constituye una proyección o garantía de resultados futuros. No es posible invertir directamente en un índice.
Los niveles actuales de diferencial reflejan algunos de estos temas positivos, y la deuda de ME no es una excepción respecto a otras partes del mercado de renta fija. No obstante, todavía detectamos abundante valor en varias regiones y países, de la mano de sus circunstancias individuales. A nivel fundamental creemos estar muy bien situados para gestionar la clase de activos, y consideramos que la filosofía de inversión en la que se basa nuestro enfoque es idónea para navegar el panorama actual.
Abogamos por un enfoque con énfasis en la paciencia, los fundamentales y la diversificación. La paciencia nos permite ignorar fluctuaciones a corto plazo y aprovechar oportunidades a largo, mientras que nuestra concentración en los fundamentales nos aporta disciplina a la hora de identificar emisores en base a una rigurosa labor de análisis bottom-up. Por último, la diversificación ayuda a mitigar los riesgos de concentración, aportando estabilidad durante periodos de incertidumbre.
En última instancia, este enfoque ha demostrado su eficacia con el tiempo, permitiéndonos adaptarnos a entornos cambiantes y a proporcionar rentabilidades sólidas.
Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.
Principales riesgos asociados al fondo:
- El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.
- La inversión en mercados emergentes entraña un mayor riesgo de pérdida debido a la intensificación de los riesgos políticos, fiscales, económicos, cambiarios, normativos y de liquidez, entre otros. Por tanto, podrían presentarse dificultades a la hora de comprar, vender, custodiar o valorar las inversiones en tales países.
- Las inversiones en bonos se ven afectadas por los tipos de interés, la inflación y las calificaciones crediticias. Existe la posibilidad de que los emisores de bonos no paguen intereses o rentabilidad del capital. Todos estos supuestos pueden reducir el valor de los bonos poseídos por el fondo.
- El fondo está expuesto a diferentes divisas. Se utilizan derivados con el fin de minimizar el impacto de las variaciones de los tipos de cambio, ya que no siempre resulta posible eliminarlo.
- El fondo podría utilizar derivados para beneficiarse de un incremento o una disminución previstos en el valor de un activo. Si el valor de dicho activo varía de forma imprevista, el fondo incurrirá en una pérdida. El uso de derivados por parte del fondo puede ser amplio y superar el valor de sus activos (apalancamiento). Dicho uso magnifica el volumen de las pérdidas y las ganancias, lo cual da lugar a mayores fluctuaciones en el valor del fondo.
- Invertir en este fondo significa que se adquieren participaciones del mismo, por lo que no se está invirtiendo en el activo subyacente (ej., un inmueble o acciones de una compañía, que solo serían los activos subyacentes de dicho fondo).
Información importante:
Para obtener una explicación de los términos de inversión utilizados en este artículo, consulte el glosario.
Puede consultar la información relativa a la sostenibilidad del fondo en el siguiente aquí.
Descubre más sobre el M&G (Lux) Emerging Markets Bond Fund
1. Aquí, carry se refiere a la rentabilidad adicional que ofrecen los mayores tipos de interés y diferenciales de tipo de cambio.
². World Economic Outlook (informe de perspectivas económicas mundiales) del FMI, enero de 2025.
³. Las tasas de impago están ponderadas por valor nominal y excluyen totalmente a bonos cuasisoberanos.
Por el Equipo de inversión en renta fija emergente de M&G