Mutuactivos Semanal | Precauciones
Por Ignacio Dolz de Espejo, director de Soluciones de Inversión de Mutuactivos
Esta nota es una simulación de la típica reunión que estamos teniendo con clientes, en la que destacamos lo que más les preocupa a ellos y nuestro punto de vista sobre los temas que nos parecen claves para la evolución futura de los mercados.
¿Cómo vemos la economía?
Nuestra visión actual de la economía es positiva. En EE.UU, el crecimiento se desacelera del 3% al 2%. Sin embargo, la inflación ha descendido lo suficiente para que la Reserva Federal pueda plantear bajadas de tipos de interés. Este entorno de crecimiento moderado, baja inflación y reducción de tipos, junto con el aumento de los beneficios empresariales, debería sostener la fase expansiva del ciclo económico.
En el centro de Europa, el crecimiento económico es prácticamente nulo. Sin embargo, los planes de inversión en defensa e infraestructuras en Alemania impulsarán el PIB a partir de mediados del próximo año. La inflación, incluso más baja que en EE. UU., se sitúa en torno al 2%, lo que debería permitir tipos incluso más bajos si es necesario. Este contexto, debería favorecer la reaceleración del ciclo de crecimiento.
¿Cómo vemos los mercados?
En EE.UU adoptamos una postura positiva pero cauta. Su mercado presenta una valoración elevada, con un PER de 23 veces, respaldado por un crecimiento de beneficios esperado de casi un 10%. Cualquier desaceleración podría provocar una corrección significativa. Si el crecimiento se mantiene, la bolsa podría sostenerse, aunque es muy probable que tengamos episodios de volatilidad.
Ese crecimiento depende en gran medida de la fuerte inversión (capex) de las grandes compañías de inteligencia artificial. Aunque esta revolución tecnológica beneficia a empresas como Nvidia y a los proveedores de infraestructuras, su impacto aún no se siente en el resto del tejido empresarial.
No somos escépticos con la IA, tenemos claro que supone una revolución. Simplemente todavía no estamos viendo su impacto en beneficios y creemos que el mercado podría impacientarse.
¿Cómo estáis posicionados?
En renta fija, hemos ido moviéndonos poco a poco hacia una postura prudente. Los diferenciales de crédito en investment grade rondan los 60 puntos básicos (0,6%), niveles sustancialmente bajos, aunque no mínimos históricos. En high yield, los diferenciales también son muy reducidos, lo que no se corresponde con el escaso crecimiento del PIB en Europa ni con el riesgo geopolítico existente. No anticipamos una corrección inminente, pero tampoco esperamos que el crédito aporte rendimientos adicionales significativos. Sin embargo, estos niveles sí abren la puerta a una volatilidad que queremos poder aprovechar.
Para gestionar estos riesgos, hemos ido reduciendo la exposición al crédito, generando liquidez para aprovechar futuras correcciones. Reasignamos posiciones desde bonos más agresivos hacia otros de menor riesgo o menor duración.
Estamos ligeramente infraponderados en renta variable y hemos comprado sectores con valoraciones atractivas o que se han perdido parte del rally. Un buen ejemplo es el sector farmacéutico. También disminuimos el peso en EE. UU. y lo incrementamos ligeramente en Europa, buscando valoraciones más atractivas.
¿Qué pensáis del dólar?
Se ha comido gran parte de la rentabilidad en euros de la bolsa de EE.UU. Nuestra visión sigue siendo negativa, ya que la política estadounidense apunta a depreciar el dólar para ganar competitividad. El entorno de Trump, incluidos Scott Bessent y Steven Miran, hablan mucho del “Dilema de Triffin”. Este sostiene que la sobrecompra global de dólares, por ser la divisa de referencia global, ha generado una sobrevaloración injustificada que no permite a la industria de EE.UU. ser competitiva.
Para corregirlo, propone nuevos acuerdos internacionales o, en su defecto, la imposición de aranceles. Ese es el camino que ya ha recorrido Trump (saltándose algunos pasos). El siguiente paso es hacerse con la Reserva Federal y forzarle a bajar tipos para debilitar aún más la divisa. Pero el dólar ya ha retrocedido un 13% en 2025 y el coste de cobertura es de aproximadamente otro 2% al año, por lo que consideramos que es tarde para cubrir la divisa. Recomendamos esperar un rebote técnico para cubrir, o bien reducir la exposición girando parte de la exposición a bolsa europea.
¿Por qué no tener más gestión pasiva?
Nuestras carteras incorporan una elevada proporción de gestión pasiva en mercados donde batir al índice es especialmente difícil, como el S&P 500 o el Eurostoxx. En estos casos, la gestión pasiva resulta más eficiente y reduce costes para el cliente. Sin embargo, en nichos como pequeñas compañías, farma o renta fija, tenemos claro que sí se puede batir a los índices y preferimos apoyarnos en gestores que han demostrado ser capaces de superarlos.
Últimamente me hablan mucho de alternativos. ¿Qué me aportan?
Los activos alternativos, de manera muy simplificada, son más atípicos y con menos liquidez. El private equity supone participar en el capital de compañías como en la bolsa, pero sin que coticen. La deuda privada supone entrar en préstamos en lugar de bonos. La ventaja de estos activos es que a cambio de su iliquidez permiten normalmente extraer una prima extra y menor volatilidad. Añadirlos en una medida razonable a una cartera reduce la volatilidad al aumentar la diversificación y aumenta el potencial de rentabilidad.
Puedes escuchar nuestro análisis semanal en iVoox, Spotify o Apple Podcasts.