Outlook 2025
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Schroders: “Ser selectivos será clave en 2022”

Schroders: “Ser selectivos será clave en 2022”

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Schroders

Finect celebrará el 2 de diciembre a las 18:00 horas la segunda edición de Outlook, un evento en el que las grandes firmas de inversión contarán cuáles son sus perspectivas para 2022, cómo prepararse para el año y dónde poner el foco de las inversiones. Los representantes de Schroders, BNP Paribas Asset Management, Natixis Investment Managers, Nordea Asset Management y Edmond de Rothschild tendrán que verse las caras con tres periodistas financieros de Expansión, El Español y El Economista y con tres selectores de fondos de BBVA AM, Abante Asesores y Singular Bank, en cinco bloques temáticos: inflación, oportunidades en China, transición energética, tecnología e inversión en nuevas tendencias y hábitos sociales. Hoy entrevistamos a Borja Fernández Canseco, director de Cuentas de Schroders. Este encuentro está dirigido a profesionales de la inversión.

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¿Piensa que la alta inflación será transitoria o permanente/duradera?

Nuestro escenario central con la inflación (con probabilidad del 65%) es que sea transitoria, pero que nos movamos en niveles superiores a los niveles pre-pandemia. La incógnita que hay que despejar es qué entendemos por transitoria, en cuanto horizonte temporal, y eso es más complicado de determinar.

Esperamos una inflación para este 2021 a nivel global del 3,4% y del 3,8% para 2022. Por tanto, el entorno en el que nos vamos a mover es el de revisión generalizada a la baja del crecimiento a nivel global y una inflación que se mantiene en los niveles actuales o se revisa al alza. El riesgo de estanflación, entendido por crecimiento a la baja e inflación disparada, lo vemos menos probable.

Pensamos que será una primera mitad de año donde la inflación se mantendrá elevada hasta que acabe la disrupción en la cadena de suministros y, como consecuencia, los precios de las materias primas desciendan. Esas presiones empezarán a remitir para irnos a un entorno de inflación en 2023 del 2,7% (algo más razonable y controlado por las grandes fuerzas deflacionistas como deuda, demografía, disrupción y desigualdad). Históricamente una inflación entre el 2,5% y el 3% no es terrible para los mercados. Por encima del 3% empieza a ser difícil de digerir para los mercados.

El mayor riesgo de los mercados para el año que viene (con una probabilidad del 13%) es un error de política monetaria desencadenado por una inflación persistente de oferta o un shock del petróleo (en ambos casos la inflación se dispararía). La respuesta de los bancos centrales desarrollados sería la de subir tipos por encima del consenso (en el caso de la FED dejando los tipos en el 1,5% a finales de 2022). El impacto en crecimiento sería de un 1%.

¿Qué perspectivas tiene para China y los mercados emergentes en 2022?

China y en menor medida los mercados emergentes han sido la gran decepción en los mercados este 2021. Es cierto que China es el responsable de gran parte del peor comportamiento relativo frente a mercados desarrollados. La región emergente en general se ha beneficiado del escenario de recuperación de la primera mitad de 2021 (16 países emergentes han logrado batir al MSCI Emerging Markets). Hemos tenido mercados, especialmente en Europa del Este, con retornos extraordinarios por encima del 30%.

De cara a 2022, en un entorno de contracción del crecimiento, inflación al alza, menor demanda por exportaciones y una política monetaria restrictiva en algunos países (subida de tipos), pensamos que será una primera mitad de año compleja para la región emergente. Esperamos un crecimiento para emergentes del 4,5%, donde China pasará de crecer un 7,7% a un 4,7%. Las medidas de política monetaria implementadas en muchas economías emergentes tienen un efecto retardo de unos 4-6 meses, por lo que nos cuesta ver que los mercados no se resientan en la primera mitad de año (un ejemplo de ello es el colapso del crédito en China). A eso hay que sumarle el riesgo regulatorio, donde en el caso de China con todas las medidas anunciadas por el Gobierno, que empezarán a entrar en márgenes de determinadas empresas. De cara a la segunda mitad de año esperamos algún tipo de estímulo por parte de China para amortiguar la ralentización económica global.

No obstante, el dibujo a medio y largo plazo sigue siendo positivo. Nos parecen mercados estructurales en una cartera de inversión, sobre todo China. Las grandes bondades de crecimiento, consumo, demografía o tecnología siguen vigentes. Ser selectivos será clave en 2022, donde entender el contexto regulatorio y las implicaciones a nivel micro evitarán muchos “baches” en el camino. Mantenemos preferencia en el largo plazo por Asia frente al resto de mercados emergentes.

Hay incertidumbre entre los expertos sobre los precios de la energía. ¿Se mantendrán altos el próximo año o bajarán?

Esperamos un año con precios de la energía elevados, al menos hasta 2023. El entorno energético estará marcado por una demanda en aumento y una oferta estática o incluso reduciéndose. Estamos viendo a empresas como Gazprom produciendo cerca del pico de 10 años y no se da abasto para atender la demanda. El mercado energético de los últimos años ha estado marcado por la poca inversión en CAPEX antes unos precios deprimidos.

A esto hay que sumarle que por el lado de la demanda se tendrá que atender a todos los planes mastodónticos de infraestructura y transición energética anunciados por los gobiernos en 2021. Por el lado de la oferta, vemos una tendencia donde grandes empresas están reduciendo su negocio tradicional de exploración y producción hacía la transición energética (por tanto esperamos que se mantenga estable o colapse).

De cara a cumplir con la agenda climática, vemos difícil que muchas empresas energéticas financien proyectos de petróleo y gas de larga duración, ya que los precios del carbono siguen subiendo (quién contamina paga) y se toman muy en serio la transición de su negocio. Nuestro pronóstico por tanto es un mercado energético, especialmente del gas, deficitario hasta 2025.

¿Continuará el rally de máximos de empresas y fondos tecnológicos?

Es otra de las grandes incógnitas que nos tocará despejar en 2022. Atendiendo a ratios de valoración ajustados al ciclo, nos encontramos en el momento más caro desde el año 1999 de este tipo de empresas frente a las denominadas “value”. A eso hay que sumarle vientos de cara adicionales como son:

  • La ralentización de flujos de entrada por parte del inversor internacional a renta variable americana, que vemos desde el primer trimestre de 2021.
  • La contracción del crédito en China y el impacto que eso tiene en los mercados de renta variable a nivel global.
  • El entorno de estanflación en el que nos movemos y la sensibilidad que pueden tener los tipos de interés en este tipo de compañías.
  • El escenario de crecimiento de beneficios: pasaremos del 40% de media al 8% en 2022. Este año la rentabilidad de la renta variable ha venido íntegramente por crecimiento de beneficios.
  • Las valoraciones de muchos tramos de la tecnología parecen vulnerables ante la retirada de estímulos de liquidez.

Nuevamente será un año para ser claramente selectivos y seleccionar aquellas empresas con capacidad de fijación de precios y amortiguar el impacto en márgenes (ya no solo en el sector tecnológico sino en general). En ese sentido, mantenemos preferencia por: ciberseguridad y almacenamiento en la nube, consumo digital, fintech y semiconductores.

Los hábitos de consumo han cambiado con la pandemia. ¿Cuáles se consolidarán y cómo se reflejarán en las carteras? 

Venimos viendo que muchas de las megatendencias y cambios en los patrones de consumo se han acelerado a raíz del Covid. Prueba de ello es como se han ampliado los universos de inversión en algunas de ellas, más relacionadas con la sostenibilidad y el cambio climático.

A nuestro juicio temáticas como la demografía, el movimiento poblacional a las grandes ciudades, la transición energética, el cambio climático o la disrupción tecnológica son tendencias que se han consolidado en las carteras de los inversores. La clave seguirá estando en identificar los hábitos de consumo y tener un universo de inversión lo suficientemente grande como para no convertirse en “tomadores” de precio a cualquier coste.

¿Qué tres fondos de inversión cree que se beneficiarán más de este contexto en 2022?

Desde Schroders apostamos por:

Schroder GAIA Helix: Fondo de retorno absoluto que consideramos un buen complemento a la renta fija y un buen pilar para construir carteras conservadoras en 2022 con un escenario de tipos tan difícil. El fondo pretende generar retornos independientemente de la dirección que tomen los mercados de renta variable y fija. La volatilidad desde el lanzamiento es del 3,4% y ha generado una rentabilidad anualizada del 6,8%.

Schroder ISF Asian Equity Yield: Es una cartera que pretende aprovecharse de la tesis de inversión a largo plazo en Asia, marcada por consumo, demografía, digitalización y crecimiento. Es la cartera más defensiva que tenemos: invierte en compañías con alto reparto de dividendo o con perspectivas de incrementar dicho reparto. Hay que recordar que después de Europa, Asia es la región con mejor reparto de dividendo y donde dos tercios del retorno que se ha generado históricamente  en Asia se deben al dividendo.

Schroder ISF Global Energy Transition: Una de las temáticas que se han visto más reforzadas en la reciente pandemia es la de la transición energética. La agenda climática y el camino a ser neutrales en huella de carbono suponen una de las mayores oportunidades de inversión nunca vistas. Nuestro fondo invierte en tres pilares fundamentales: descarbonizar el planeta, electrificar el uso de la energía y hacer una utilización más eficiente de la misma.

Outlook no sería posible sin el patrocinio de Schroders, BNP Paribas Asset Management, Natixis Investment Managers, Nordea Asset Management y Edmond de Rothschild. Tampoco sin el apoyo de los colaboradores del evento: EFPA España, CFA Society Spain y Aseafi.

Si eres miembro de CFA y tienes el Certificado Certified Advisor CAd, la participación en Outlook es válida para 2 CPD Credit de formación estructurada, que se obtendrán una vez superado el test que se enviará a continuación del evento. Por su parte, la visualización del evento y superación de la prueba en EFPA será válido por 1,5 horas de formación EIA, EIP, EFA y EFP.

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