¿Una nueva emergencia de los emergentes?
El 2 de septiembre pasado, dos de los medios financieros más
prestigiosos coincidieron en un mismo enfoque en una de sus noticias:
"Hora de revisitar los mercados emergentes para los
inversores", se podía leer en Financial Times, mientras Bloomberg
destacaba " La reemergencia de los mercados emergentes".
Las rentabilidades explican esta vuelta al centro del interés. El MSCI Emerging Markets sube cerca de un 15% en el año, mientras el MSCI World se mueve en un retorno del 2%. Justo al revés de lo ocurrido los últimos cinco años. En el lustro finalizado el 31 de diciembre de 2015, el índice de emergentes había perdido un 21,8% acumulado mientras el índice global había subido un 44,2%. Pero para muchos comentaristas, la marea podría estar cambiando hacia un mejor comportamiento de los emergentes.
¿Cómo ven los distintos equipos dentro de Schroders?
Si miramos al equipo multiactivo, vemos que han ido ganando confianza en la evolución de los emergentes, como se reflejó en el cambio desde infraponderar a neutral que aprobaron a principios de año. "Creemos que las valoraciones de los emergentes no son exigentes y se han ajustado para reflejar una previsión de menor crecimiento. Aun así, sería incauto elevar hasta "positivo" el activo antes de ver una sólida mejora en el trasfondo económico", matizan.
En cuanto al equipo multigestor, su responsable Marcus
Brookes también empieza a ver señales positivas tras tener
una posición muy infraponderada desde 2011. "La caída de
las materias primas que tanto daño ha hecho a los
emergentes ha cesado y los precios se han
estabilizado", señala como una de las razones para la
esperanza. También resalta que tensiones políticas como la de Brasil
con Dilma Rouseff han mejorado.
Desde el punto de vista de valoración, como muestra el gráfico de arriba, Brookes considera que los emergentes "cotizan ahora con un descuento significativo respecto a los desarrollados, después de haberlo hecho peor por la razón correcta: la debilidad de los fundamentales. Ahora están baratos, los fundamentales mejoran y están infraponderadas en las carteras, lo que lo convierte en una clase de activo interesante para nosotros", añade.
Pero también hay quien se muestra más precavido, como Robin Parbrook, director de acciones asiáticas en Schroders, sobre todo en algunos mercados como China, donde se muestra muy cauto en especial en sectores con elevada influencia estatal. " La realidad es que nada ha cambiado en China en los últimos 5 años. No al menos en nuestra visión de que los bancos chinos suponen la mayor burbuja crediticia del mundo, ya que están sentados en una montaña de créditos morosos que a la hora de limpiar supondría entre un 30% y un 50% del PIB. Si no hay un esfuerzo real en las reformas, China se encamina a una crisis financiera. Por eso, recomienda a los inversores mucha cautela con las acciones asiáticas".
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