A propósito de ITX

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Considerar que ITX es una empresa de calidad, bien gestionada, con grandes crecimientos, márgenes excelentes, gran solvencia financiera, y un largo etcétera de virtudes parece obvio y de consenso. Sin embargo lo interesa a un inversor es saber si su precio de cotización es caro o barato, y puesto que las redes están trufadas de análisis numéricos sobre sus ratios, me permito plantear una disyuntiva más “existencial”.  

He leído estos días que Inditex “es prisionero de la exigencia del mercado” pero quizás esté cautiva de sus múltiplos, puede que los crecimientos futuros esperados ya estén implícitos en el precio, y también podría ser que su propio tamaño le empiece a causar dificultades que la excluyan de un crecimiento espectacular, todo ello me gustaría remarcar que lo conjugo en condicional y con el máximo respeto hacia la compañía.

Si la selección de valores fuese un arte negativo (otra vez en condicional), entendido como un proceso de exclusión y rechazo más que de búsqueda y aceptación, tendríamos motivos para descartar la inversión en ITX.

Éstos argumentos serían: la ley de rendimientos decrecientes, el incremento de la competencia a largo plazo en un negocio de amplios márgenes, punto de saturación, prima de riesgo de China, incertidumbre de futuro, etcétera. Asimismo la historia bursátil sería un juicio sumarísimo de como empresas de crecimiento que perdieron su condición de “estrella” en algún momento (IBM, Microsoft, Cisco, Xerox, Intel,…).  

Tengo que reconocer y admitir que hace meses que me equivoco con ITX, y esto puede condicionar psicológicamente mi análisis, pero considero que es posible que las proyecciones de crecimientos en ITX se cumplan y no generen beneficio alguno para el inversor.

Tengo la sensación de que el binomio riesgo/beneficio en estos momentos con ITX se decanta  asimétricamente en favor del primero, puesto que el mercado es implacable con la empresa en rápido crecimiento que súbitamente decepcionan en sus resultados. En este caso puede que llegados a este punto sea más fácil decepcionar que sorprender.

La tesis que sugiero es que si una empresa crece al 30% anual, puede que a PER 36 no está cara, pero si no crece a ese ritmo seguramente sí estará cara y entonces prisionera de sus múltiplos. Una empresa “growth” si pasa a crecer a ritmo mucho menor, por ejemplo el 10% (no es el caso) puede tardar el valor hasta diez años en justificar el precio actual.

Este caso que nos ocupa no es un caso de riesgo por aumento indebido del precio de la acción, puesto que sus crecimientos han sido increíbles durante muchos trimestres, en todo caso el riesgo viene de la incógnita sobre si se pueden mantener indefinidamente dichos aumentos. Si admitimos que éstos no se pueden mantener eternamente, solo nos quedaría “adivinar” en que momento defraudará al mercado. Y por último, si convenimos que no podemos saber en qué momento decepcionará al mercado, entonces por proceso de exclusión me quedaría fuera.     

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