Ferrovial: "Sayonara, baby"

Ferrovial: "Sayonara, baby"

Hace mucho tiempo un compañero de trabajo decía en una reunión de trabajo, “no hay castigos sólo consecuencias”; y la salida de Ferrovial de España es sólo una consecuencia de las políticas impuestas por el Gobierno actual, un pie en pared que quizás otros no se han atrevido a llevar a cabo de momento…, no siendo la única que vayamos a ver posiblemente, porque vivimos con libertad de acción económica y empresarial más allá de lo que pasa en otros países como Venezuela o Rusia.

 

Si viviésemos en esos países veríamos cómo el Gobierno usa la palabra mágica, “expropiación” con Ferrovial, como pasó en Argentina con la filial de Repsol, YPF, y que tras 10 años, vale un 75% menos; pero como vivimos en un sistema social y económico capitalista, no lo puede hacer y sólo le queda el derecho al berrinche, que es lo que vemos en medios de comunicación, un berrinche infantil con insultos hacia otro Juan Roig, presidente ejecutivo y máximo accionista de Mercadona; pero en este caso con Rafael del Pino, Presidente de Ferrovial.

 

La palabra capitalismo proviene de la idea usar el capital como herramienta de producción, producción de bienes y servicios de forma privada e interdependiente, para su posterior intercambio mediante comercio libre con el objetivo de obtener beneficios; y el pago de impuestos minora el beneficio. Como yo digo: “ Hacienda somos todos y más lo que pagamos impuestos”; y en el caso Ferrovial algún que otro impuesto venía pagando en diversas formas y modalidades, curiosas cantidades que se van a esfumar como por arte de magia para el heraldo público a golpe de carta a la CNMV, con un simpático “hasta nunki”, “hasta luego Mari Carmen” o “Sayonara, baby”

 

Tenemos un Gobierno que se jacta de ser el propulsor en Europa de impuestos especiales a eléctricas y bancos, con un apetito impositivo voraz, para conseguir fondos, para a posteriori llevar políticas de gasto que contenten a sus socios de Gobierno y a su electorado, no olvidemos que el objetivo de un político es perpetuarse en el poder y para ello busca ayudar a su masa electoral, con la libertad de gastar más o menos en función de sus propios intereses, esto es totalmente lícito, quieren quedarse en el poder y hacen todo lo que tienen que hacer para ello, al igual que las empresas también tienen que buscar sus propios intereses, maximizar su beneficio para que sus accionistas,  que ponen el capital necesario encima de la mesa, quieran seguir manteniéndolo y poniéndolo en riesgo.

 

Al igual que:

a) Te cambias de aseguradora si te incrementan la prima del seguro.

b) Optas por otra compañía eléctrica si te sube la factura mensual en exceso.

c) Te divorcias de tu banco porque no te bajan el interés de tu hipoteca.

d) Decides abandonar tu proveedor de telefonía por otro con tarifas más atractivas.

 

También tú buscas la manera de reducir tu factura con Hacienda cada año cuando haces la declaración de renta en verano, buscas lo mejor para ti y los tuyos, y la familia del Pino al igual que la de Roig hacen lo mismo, velar por sus intereses.

 

Señores del Gobierno… parafraseando al Sr Escrivá, “qué mala consejera es la codicia”… impositiva.

 

Un saludo. José Manuel Marín Cebrián – El Robin Hood de las Finanzas.

 

NOTA: no me gusta que se vaya Ferrovial, pero las reglas del juego son así.

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