Estimados inversores:
Ya conocemos la práctica totalidad de los resultados empresariales correspondientes al ejercicio 2024. En general, no ha habido sorpresas relevantes, ni en las cifras de ventas y beneficios publicadas, ni en los objetivos fijados por la dirección de las compañías para el ejercicio 2025. Si tenemos que guiarnos por las indicaciones dadas en las presentaciones a analistas, la mayor parte de las compañías esperan crecimientos moderados de actividad y beneficios, no superiores al dígito medio. Ello sería coherente con las expectativas macroeconómicas, que apuntan a crecimientos reales de PIB del orden del 1% en Europa, del 2% en América y por encima del 3% en los mercados emergentes, con inflaciones comprendidas entre el 2% y el 3% para las economías desarrolladas.
Con unos tipos de interés que podrían consolidarse en una curva de entre el 2% a corto y el 3% a largo en Europa, y un punto porcentual por encima en Estados Unidos, estaríamos ante un escenario de la más estricta normalidad según los manuales.
Todo ello, obviamente, en ausencia de graves distorsiones geopolíticas y catástrofes naturales. Lo normal es que no las haya, pero en la última década hemos vivido el Brexit, el Covid y la guerra de Ucrania. En palabras de una de sus dos manos derechas, con Trump hay un nuevo sheriff en la ciudad. Y, de momento, lo que ha demostrado es que es muy rápido enfundando y desenfundando aranceles. Si al final se desata un tiroteo arancelario las consecuencias para la economía no serían positivas: más impuestos, más inflación y peor asignación de recursos, con menor productividad y menor inversión. Parece que algo de ello habrá, aunque es bien posible que el grueso del tiroteo sea con balas de fogueo. Los mercados no perdonan y, de momento, la bolsa americana registra pérdidas moderadas en términos absolutos (y rentabilidades diferenciales negativas muy significativas frente a Europa) y el dólar se debilita (el mejor arancel). El consumo americano se mantiene fuerte, pero lo hace sostenido por el elevado gasto del 10% más rico de la población, especialmente sensible al devenir de los mercados financieros. Y Trump, al fin y al cabo, es un hombre de negocios.
En Europa, con la inminente llegada de Merz al puesto de canciller en Alemania, parece que empiezan a caer algunos tabúes. Invertir en defensa ya no es pecado, y si para ello hay que emitir deuda pública, incluso deuda europea, se hace. En este contexto, el retorno a la disciplina fiscal será más lento de lo inicialmente previsto, lo que a corto plazo tendrá un efecto ligeramente positivo para el crecimiento económico y moderadamente alcista para el escenario de tipos de interés. El sector bancario ha recogido especialmente bien estas noticias, con una revalorización media próxima al 30% en los dos primeros meses del año.
El relevante peso de la banca en nuestra cartera es el mayor factor de contribución a la rentabilidad diferencial frente al índice que hemos obtenido en lo que llevamos de 2025. El valor liquidativo de Abante European Quality registra a 6 de marzo, una rentabilidad desde inicio de año del 16% (tres puntos superior a la obtenida por el Euro Stoxx 50) y se sitúa en máximos históricos, con un 117% de rentabilidad acumulada desde inicio. Hemos realizado dos cambios en la cartera, vendiendo nuestras posiciones en el sector inmobiliario (Vonovia y URW), e incorporando Nestlé y Porsche.
Muchas gracias por su confianza,
Josep Prats
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