Fondos monetarios: ¿Hay que venderlos con las bajadas de tipos?

Fondos monetarios: ¿Hay que venderlos con las bajadas de tipos?

La alegría que sienten los hipotecados con las bajadas de tipos de interés, como los 50 puntos básicos que ha bajado el BCE este año, no la sienten precisamente quienes tienen fondos monetarios, cuentas remuneradas o depósitos.

Si el BCE paga menos, el tipo al que se pagará el ahorro también se reduce. Y, por extensión, la esperanza de rentabilidad de quienes tienen algunos de los fondos de renta fija a más corto plazo. 

Las cifras superiores al 4% que se ha podido obtener en el último año en los productos de este tipo con las comisiones más bajas, como el Groupama Trésorerie, el Amundi Euro Liquidity SRI o el Axa Trésor Court Term ya no serán posible en los próximos 12 meses.

Así como hace poco más de un año escribí que estas rentabilidades del 4% iban a ser posibles y había que aprovecharlas, ahora no queda otra que asumir otra realidad: ya no se podrá conseguir más de un 4% con estos productos.

¿Hasta dónde habrá que reducir las expectativas de rentabilidad? Vamos a hacer una 'cuenta de la vieja' sencilla, aunque lógicamente imprecisa. 

Tras la decisión del BCE esta semana, el tipo de depósito ha bajado al 3,5% (hace un año era el 4%) y se esperan nuevos recortes de aquí a un año. Supongamos que baja entre 50 y 100 puntos básicos más progresivamente, para dejarlos entre el 3% y el 2,5%. 

En este escenario, ¿Qué deberíamos obtener en estos productos en los próximos 12 meses? Una cifra alrededor del 3%, que estaría un poco por encima si los nuevos recortes de tipos tardan más en llegar y por debajo, si se producen entre finales de este año y principios del siguiente. 

¿Pasar de una expectativa del 4% a una del 3% o un poco por debajo es motivo para vender? No y sí. 

Empezamos por el no. 

Si hace un año nos alegrábamos con obtener un 4%... Cuando la inflación estaba en el 3,5%; en teoría, tampoco nos debería cambiar tanto la película si ahora obtenemos un 3%, con la inflación al 2,3% del último dato.

Invertimos y buscamos rentabilidad para nuestro dinero con el objetivo de ganar capacidad adquisitiva. Por lo tanto, lo verdaderamente importante es cuánto le saca nuestro dinero a la inflación. Ahora mismo, la diferencia es mayor incluso que hace un año.

Está claro que el dato de inflación en realidad es 'pasado'; lo que importa es lo que hará la inflación en los próximos 12 meses para poder comparar peras con peras. Y esto no lo sabemos, pero las perspectivas están más bien en la línea de que se mantengan en los niveles actuales o se sigan moderando.

Y ahora vamos a las razones por las que sí deberíamos valorar el cambio. 

Esta menor rentabilidad que se está produciendo en los monetarios no se produce en todos los productos de renta fija. De hecho, en los que invierten a plazos más largos, con duraciones mayores, ahora ha aumentado la rentabilidad en vez de menguar (y le sacan aún más diferencia a la inflación). 

Los gestores de fondos de renta fija a medio plazo y de renta fija a largo plazo por fin sonríen estos días, después de muchos años de penurias. Así, la categoría de deuda a largo plazo en euros ya sube casi un 10% a un año, y la de deuda corporativa europea, cerca de un 9% de media.

Muchos aún están muy lejos de sus máximos y deberían seguir recuperando terreno, si se siguen produciendo las bajadas de tipos de interés. Siempre y cuando el enfriamiento económico que se está viviendo no acabe en una recesión y dispare los impagos.

¿Hay que cambiar los productos de muy corto plazo por renta fija a medio y largo plazo? En realidad, en sus carteras, los gestores globales han venido haciéndolo los últimos meses, en los que casi todos han aumentado progresivamente duración

Cada inversor debe valorar en realidad el nivel de riesgo que quiere para cada parte de su cartera. Si es un dinero que necesitamos tener a mano, por si acaso, como alternativa a la cuenta corriente, creo que todavía sigue siendo muy buena opción el monetario, aunque haya bajado la expectativa de rentabilidad. 

Pero para quienes buscar invertir de verdad, los que están pensando obtener rentabilidad a su dinero a un plazo superior a un año, el momento de moverse desde los monetarios ha llegado ya (el mejor momento incluso ya ha pasado), aunque eso supone asumir más riesgo.


Este contenido se ha elaborado bajo un criterio editorial y no constituye una recomendación ni propuesta de inversión. La inversión contiene riesgos. Las rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras.


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