¿Prestarle a una empresa sabiendo que te devolverá menos? ¡Ya pasa!

¿Prestarle a una empresa sabiendo que te devolverá menos? ¡Ya pasa!

Esta semana hemos tenido un acontecimiento histórico. Por primera vez, una empresa no controlada por un Gobierno (accionarialmente) ha emitido bonos con tipos negativos

Las primeras han sido la farmacéutica francesa Sanofi y la compañía de bienes de consumo alemana Henkel, que han emitido bonos 'pagando' un interés del -0,05% en emisiones a devolver en 2018 y 2020, respectivamente. 

Hasta ahora, sucedía que había títulos de empresas cotizando a tipos negativos en el mercado secundario, pero por la propia cotización de los bonos en mercado, no porque de salida los inversores estuvieran a comprar títulos sabiendo que les devolverán menos... Si todo va bien. 

Esto ya venía pasando en los bonos de gobiernos, donde en realidad tampoco tiene mucho sentido, pero más o menos ya estaba incorporado a la extraña lógica de este particular mundo financiero al revés en que vivimos. Pero a los que se asigna esa especie de márchamo de seguridad, pase lo que pase. Pero en el mundo de las empresas aún no.

¿Como es posible? Lógicamente, no tiene ningún sentido económico. Bueno, sólo uno. Normalmente, compras un actvo financiero pensando que el resultado de la operación te permitirá ganar poder adquisitivo.  Si compras un bono siendo tu quien paga un interés (más las comisiones de la operación, más los gastos de custodia...) debería ser porque esperas que el precio de las cosas baje mucho a lo largo del tiempo. Es decir, que aunque tu obtengas un poco menos de lo que pones hoy cuando recuperes el dinero, te sirva para comprar más cosas. 

Es decir, sólo lo harías porque esperas una deflación galopante en los próximos años en la economía europea. 

Dudo mucho de que este sea el motivo, en realidad. El asunto es que el mercado de renta fija europea ahora mismo es un choteo. Todo está en función del BCE y de su plan de compra de deuda privada, además de la pública. Los inversores están comprando esos bonos porque esperan vendérselos después al banco central europeo. O aunque el BCE no pudiera comprar esos bonos en concreto, para beneficiarse del efecto de mucha gente comprando bonos de empresas para vendérselos al BCE.

En nuestro cerebro se activan zonas distintas cuando compramos algo en base a unas valoraciones que cuando lo hacemos pensando en venderle eso mismo más caro a otra persona. Y esto último suele darse por doquier en los periodos de burbuja, previos al pinchazo. ¿Estallará la supernova de la renta fija, la gran burbuja?

Bueno, la diferencia aquí es la naturaleza del comprador de último recurso. El BCE no está comprando esos bonos con ese mismo objetivo, de vendérselos más caros a otro inversores para ganar dinero, sino de impulsar el crecimiento económico. Y ayer dijo Draghi, el presidente del organismo, que estas medidas estaban siendo muy efectivas y estaban funcionando muy bien. 

El gran reto es cómo saldrá de ésta, cómo dejará de manipular y alterar por completo el mercado de deuda, donde es parte clave en la mayoría de las transacciones, sin provocar un terremoto financiero. "El BCE es el mercado ahora mismo", que me dijo hace unos meses Tanguy Le Saout, de Pioneer. Veremos qué ocurre cuando desaparezca... Que en algún momento lo hará. 

Mientras tanto, todos los que llevamos tiempo siendo profetas del apocalípsis en el mercado de renta fija volvemos a meternos en nuestras cavernas.

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