¿Qué hace del 'ladrillo' el activo alternativo preferido entre los inversores españoles?

¿Qué hace del 'ladrillo' el activo alternativo preferido entre los inversores españoles?

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"España es un país de ladrillo". Esta expresión que, a veces, parece tan pasada de moda, sigue teniendo su eco en la actualidad. Tras la crisis inmobiliaria del 2008, muchos creían que la época dorada de este activo se había acabado, pero ni mucho menos. De hecho, uno de cada dos inversores españoles afirma que su vehículo alternativo preferido son los bienes inmuebles, según se desprende de una actual encuesta elaborada por EFPA España.

Pero, ¿qué es lo tiene este activo para que sea tan atractivo para los inversores?

La colaboradora en temas de Real Estate de EFPA España y delegada general en Barcelona de Sociedad de Tasación, Cristina Herranz, lo tiene claro: dan seguridad para preservar el capital y tienen una rentabilidad sostenida en el largo plazo.

"Los bienes inmuebles reúnen estos dos requisitos de inversión por su propia naturaleza. En primer lugar, porque son activos fijos y tangibles que se alejan del riesgo a sufrir las fluctuaciones que experimentan los mercados financieros, más aún en el escenario actual. Por otro lado, históricamente los precios de los bienes inmuebles tienden a aumentar con el tiempo y revalorizarse", asegura Herranz.

En este sentido, para realizar esta afirmación Herranz se basa en dos datos claves. El primero de ellos, también proveniente de la encuesta de EFPA, en el que se refleja que debido a la actual incertidumbre, un 49,2% de los asesores priorizan la seguridad que permita preservar su capital y un 40,5% eligen obtener una rentabilidad sostenida en el largo plazo como prioridad. Y el segundo de ellos, el precio medio del conjunto de la vivienda nueva y usada ha crecido un 3,5% anual en España hasta los 1.868 €/m² en marzo de 2024. Una cifra que a pesar de estar ralentizando, no parece encontrar techo.

Todo lo anteriormente mencionado, se refleja en el informe Global Capital Flows del segundo semestre de 2023 elaborado por Colliers, que posiciona España está entre los cuatro países europeos favoritos para invertir en el sector inmobiliario. El Managing Director de Capital Markets en Colliers Spain, Alberto Díaz, cuenta que esta posición de España se debe a la buena evolución de la economía, por el aumento de la renta disponible y por su privilegiada situación geográfica, que actúan de catalizadores de la inversión, sobre todo en el sector hotelero que acaparó el pasado año el 42% de la inversión inmobiliaria total.

2024: un año de retos para el inmobiliario 

Que los inversores lo sigan teniendo en su mira, no quita que el sector haya pasado por un momento difícil. Los incrementos progresivos del euribor y las subidas de tipos de interés fueron los causantes de que el inmobiliario haya tenido un arranque del año cuesta arriba. Según datos de la consultora BNP Paribas Real Estate, la inversión inmobiliaria alcanzó los 2.214 millones de euros en el primer trimestre del año, cifra que representa un descenso del 14% respecto al mismo periodo de 2023.

Sin embargo, esta situación también ha servido de oportunidad para algunos inversores. Como explica Díaz: "El volumen de inversión en España en 2023 se sitúo en el 85% de la media de los últimos 10 años, lo cual es tremendamente positivo si se compara con los niveles de inversión de otros países, y ello se debe en parte a que esta situación está siendo inteligentemente interpretada por algunos Familly Office para adquirir activos que en una situación normalizada no estarían a la venta y en dónde pesa más la calidad del activo que la prioridad por obtener 30-40pbs más de rentabilidad".

En cuanto a expectativas para el final de año, los expertos se muestran cautelosos y expectantes de las decisiones que tome el BCE sobre la bajada de tipos. "A nivel de inversión institucional, estamos viendo un ejercicio 2024 con un limitado apetito inversor, y salvo que los tipos de interés empiecen a corregir de forma agresiva a partir de junio (algo que no prevemos con los datos de hoy), esperamos un comportamiento de la inversión en niveles muy similares al ejercicio 2023", asegura Díaz.

Algo más optimista se muestra Herranz, que afirma que "es esperable que durante esta primera mitad de año las compraventas y la concesión de hipotecas continúen en un proceso de contracción, en línea con la tendencia observada en 2023. Pero, en el momento en que se produzca la primera bajada de tipos, se espera que ello incentive la inversión y el acceso al crédito para proyectos inmobiliarios, trasladándose en un impacto positivo en los volúmenes de actividad tanto inmobiliaria como hipotecaria".

Desajuste entre la oferta y la demanda

Otro de los retos mayúsculos a los que enfrenta el sector inmobiliario a medio y largo plazo es al desequilibrio entre la oferta y la demanda que venimos experimentando en la última década, y que a palabras de Herranz "podría intensificarse durante los próximos 15 años, ante la previsión de que España aumente su número de habitantes cerca de un 9%, incrementando su población en 4 millones de personas".

Para Díaz este desajuste tiene una doble lectura. Por un lado, asegura que se está incrementando el atractivo de los inversores por invertir en activos hoteleros y residenciales ante el buen comportamiento de la demanda y la previsible ocupación y rentabilidad de los mismos. Por otro lado, Díaz opina que se ralentiza la inversión institucional, ya que la corrección de precio que están experimentando los países de nuestro entorno (Alemania, Inglaterra y Francia) , les convierten en mejores alternativas de inversión en términos de riesgo-rentabilidad en el entorno actual.


Este contenido se ha elaborado bajo un criterio editorial y no constituye una recomendación ni propuesta de inversión. La inversión contiene riesgos. Las rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras.


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