Fuente: Carpatos.
http://www.serenitymarkets.com/index.asp
Ya saben que llevo años luchando intentando erradicar ese mito tan dañino para las carteras de los particulares de que la bolsa siempre sube. A pesar de que basta con ver un gráfico del Nikkei de los últimos 20 años para darse cuenta de la falacia, es algo que interesadamente por parte del stablishment sigue anclado en el inconsciente colectivo.
Para seguir profundizando en este tema, hoy quiero hablar de un
estudio de los profesores David Le Bris y Pierre Hautcoeur, que
demuestra de manera rigurosa y científica la falsedad de que a largo
plazo la bolsa siempre sube.
He profundizado sobre el tema y el
estudio me parece que debe ser conocido por todo el mundo, para
desterrar de una vez por todas mitos, como ese precisamente. Un mito
que puede hacer mucho daño a la larga.
Para el que esté
interesado en leerlo al completo le dejo el enlace de la Escuela de
Economía de París, donde está en inglés al completo.
http://www.pse.ens.fr/document/wp200821.pdf
Voy a destacar algunas cosas que más me han llamado la
atención.
1- Se dice que la bolsa siempre sube a largo plazo,
pero no se tienen en cuenta cosas que literalmente las borran del
mapa. Por ejemplo la revolución bolchevique interrumpió el Rusia el
mercado de valores durante 70 años, desde 1917 a 1992.
Sin ser
situaciones tan graves, también hubieron interrupciones temporales, en
algunos casos muy largas, en las bolsas de Milán, Bruselas, Amsterdam,
París, Berlín entre otras.
En todos ellos las bolsas no subía,
en realidad tampoco bajaba, es que... no había bolsa...
Se
tiende a olvidar todo esto en las estudios...
2- Los autores
igualmente recuerdan que cuando se hacen estudios de largo plazo, no
se tienen factores clave en cuenta que lo desvirtúan todo. Por ejemplo
las empresas que quiebran, o las empresas que son nacionalizadas.
3- Han creado un muy eficiente índice de largo plazo, para ver
de verdad cómo se comporta la bolsa de París desde 1854 a 1998,
teniendo en cuenta todas esas cosas, a diferencia de otros estudios, y
cuidando mucho el sistema de ponderaciones para que todo sea lo más
realista posible, y los resultados son bastante duros.
- Sin
tener en cuenta dividendos la bolsa sube menos que la inflación de
1854 a 1998, con lo cual no se habría ganado realmente nada en casi
siglo y medio invertido.
- Si tenemos en cuenta dividendos y
considerando que no hay impuestos sobre ellos, lo cual es mucho
suponer, en mi opinión, aún así, de 1854 a 1914, la bolsa mereció la
pena, ya que ganó 5 % de media al año neto de inflación.
- Pero
entre 1914 y 1983, estuvo por debajo del rendimiento cero de forma
consistente.
- Si tenemos en cuenta impuestos los resultados
son mucho peores, y el oro habría sido la mejor inversión en ese siglo
y medio.
- Es decir que entre 1914 y 1983, la bolsa de París no
ha rentado nada, al contrario se ha perdido dinero y bastante. Se dice
que la bolsa a largo plazo sube, pero que se defina largo plazo,
porque entre 1914 y 1983 hay 70 años de no ganar nada, toda una
generación. Resulta por tanto una broma pesada seguir afirmando eso.
Podemos pasar toda una generación esperando que la bolsa nos dé
dinero. Y desde luego queda muy claro que una persona que hubiera
invertido todo su dinero desde 1854 en la bolsa y que siguiera vivo,
cosa imposible, pero imaginemos que fuera así, muy al contrario de lo
que tenemos en la cabeza no habría podido vivir de las rentas de su
inversión en bolsa, la inflación se habría comido lentamente su
dinero. Ya ven que este es un dato realmente demoledor. Entre 1914 y
1982, y aún reinvirtiendo dividendos se habría perdido dinero a razón
de un 2,82 % anual.
4- Vamos con la tabla clave del estudio.
- Desde 1854 a 1913, la bolsa francesa ganaría de media anual
deducida inflación el 5.7%, los bonos del tesoro francés el 4,72%, el
oro hubiera perdido el 0,08% y la deuda a muy corto el 3,35 %.
Es decir, que 60 años de idas y venidas en bolsa, sólo hubieran
dado una rentabilidad de algo menos del 1 % anual de más que los
simples bonos y a no complicarse.
- Desde 1914 a 1982, la bolsa
francesa perdería de media anual deducida inflación el 2,82 %, los
bonos del tesoro francés el 4,92%, el oro hubiera ganado el 5,49% y la
deuda a muy corto habría perdido el 4,78% incapaz de compensar la
inflación. Este fue un período donde no sólo la bolsa poco nos hubiera
dado, sino que lo único rentable habría sido el oro. Curioso a más no
poder, ¿estaremos ahora en otro período así?
-Pero llega el
período bueno de las bolsas. De 1983 a 2006.
La bolsa ganó en
ese período de media el 13,50% anual, y como esto es lo más reciente
en el recuerdo, sembró el mito de que siempre sube la bolsa. Pero
atención, que esto es muy curioso, los bonos del estado rentaron nada
menos que el 11,97%. La deuda a corto el 3,94% y aquí el oro pinchó
perdiendo el 4,03 % anual de media.
5- A la vista de estas
tablas, vemos algo claro, el oro va muy bien cuando lo demás va mal, y
muy al contrario de lo que parece, los bonos no son el reverso de las
bolsas. Como vemos en estas tablas de muy largo plazo, si hacemos
entrar en juego el descuento de la inflación que es absolutamente
vital, los bonos van muy bien cuando la bolsa vive su época dorada, y
muy mal cuando ella lo hace mal. Eso año a año no se ve, pero sí en
estas series de largo plazo.
6- Resumen final no menos
importante.
- Desde 1854 a 2006:
- La bolsa gana de
media anualizado, descontando la inflación y reinvirtiendo dividendos
3,06% anual, que es bastante pero no da la rentabilidad tan grande que
podríamos pensar. Y todo esto gracias a que el estudio se terminó en
2006, justo cuando aún se estaba en tendencia alcista, si se
incluyeran los dos últimos años las medias serían más bajas.
-
La deuda del estado gana en el mismo período el 1,50%. La mitad, pero
a cada uno discernir si mereció la pena sufrir lo indecible en bolsa
durante 150 años para sacar 1,5 % más al año.
- El oro el
mejor, tras la bolsa, con una ganancia media de 1,83 % año.
-
La deuda a muy corto, el equivalente a nuestros monetarios actuales,
ruinoso, no protege contra la inflación, y habría perdido el 0,25 %
anualizado y como en toda la serie descontada la inflación.
7-
¿La cifra que más me ha impactado?
La que dice que en la época
dorada de las bolsas de 1983 a 2006, la bolsa, que tantos ríos de
tinta ha hecho correr, en periódicos, webs, televisiones, informes de
bancos, de analistas, que tantas pasiones ha despertado, ganó de media
un 13,50 cuando la deuda del estado, que solo ocupó unas pocas líneas
y algunos comentarios de pasada, dio el 11,97%. ¿Mereció la pena estar
en bolsa? Cada uno tiene la respuesta, teniendo en cuenta el
sufrimiento en una cosa u otra.
Al margen de estas opiniones
subjetivas, creo que debe quedar claro, que la renta fija, siempre
debe ocupar un porcentaje importante de las verdaderas carteras de
largo plazo. Puede que ahora no sea su mejor momento, pero la vida es
muy larga...
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