La rebaja de Moody’s a Estados Unidos encarece el bono y lastra al dólar
Malas noticias para Estados Unidos. La primera economía del mundo ha perdido la máxima calificación crediticia para su deuda soberana por parte de las tres grandes agencias del sector: S&P Global, Fitch Ratings y Moody’s. El otrora considerado bono refugio por excelencia se ha visto lastrado por los problemas fiscales del país norteramericano. Tras el recorte, los intereses de los bonos del Tesoro han subido este lunes, mientras que el dólar ha caído.
La última agencia de calificación crediticia en tomar esta decisión ha sido Moody's, que rebajó el pasado viernes por la noche la calificación de solvencia de la deuda de EEUU en un escalón. En concreto, ha pasado de triple A (AAA) —la máxima valoración— a situarse un escalón por debajo (Aa1) debido al elevado déficit fiscal, al aumento de la deuda pública y al pago de unos intereses superiores a otros países homólogos.
Moody’s ha seguido así los pasos dados antes por sus principales competidoras: S&P Global Ratings y Fitch Ratings, ya que ambas agencias habían rebajado anteriormente la economía estadounidense de la posición de la triple A. Fitch tomó esa decisión en 2023, mientras que S&P lo hizo en 2011.
"Se trata de la primera rebaja de la calificación de EEUU desde agosto de 2023, cuando Fitch la redujo a AA+. Anteriormente, Standard and Poor's fue la primera agencia que situó a EE.UU. por debajo de AAA, en 2011. La calificación de Moody's para EEUU está ahora alineada con la de S&P y Fitch", ha contado Benoit Anne, director del grupo de estrategia de MFS Investment Management, en un comentario enviado a medios.
Este recorte no ha resultado una sorpresa para los analistas, puesto que ya habían advertido de los problemas estructurales de la economía de EEUU. "La medida no resulta chocante. La deuda pública estadounidense ha aumentado hasta superar los 36 billones de dólares (más del 120% del PIB) y desde hace tiempo se viene señalando que los elevados déficits fiscales y los ratios de pago de intereses son negativos desde el punto de vista crediticio", ha asegurado Dario Messi, responsable de análisis de renta fija de Julius Baer, en un comentario enviado a medios.
"La rebaja de la calificación por parte de Moody’s supone un golpe para Estados Unidos, aunque no debería sorprender a nadie. Los mercados no necesitan que las agencias de calificación les digan que Estados Unidos tiene un problema de deuda", ha señalado Matthew Amis, director de inversiones en Aberdeen, en un comentario.
"La decisión de Moody’s del viernes de retirar la calificación AAA a la deuda soberana estadounidense puede ser simbólica —era la última agencia que la mantenía—, pero pone de relieve el enorme desafío fiscal al que se enfrenta el país", ha apuntado Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers, en un comentario.
Aunque el recorte se ha producido con Donald Trump en la Casa Blanca, los analistas de la agencia han lamentado que no ha habido interés por mejorar la situación por parte de los últimos Gobiernos de EEUU. "Las sucesivas administraciones y el Congreso de Estados Unidos no han logrado un acuerdo sobre medidas para revertir la tendencia de grandes déficits fiscales anuales y el aumento de los costes de los intereses", ha apuntado la agencia Moody’s en un comunicado.
"La cuestión más relevante para los mercados es si la administración estadounidense está dispuesta a tomar decisiones difíciles para iniciar el arduo proceso de saneamiento de las cuentas públicas. Con la desescalada de la guerra comercial, los aranceles no van a convertirse en una gran fuente de ingresos", ha apuntado Amis (Aberdeen).
"Aunque la rebaja de Moody’s no tiene un efecto práctico inmediato, sí impacta en la
percepción del riesgo en un momento especialmente delicado, con el foco puesto en el
déficit, el endeudamiento y la aparente falta de preocupación en Washington sobre su
trayectoria", ha señalado Anthony Willis, economista senior de Columbia Threadneedle Investments, en un comentario enviado a medios.
Las perspectivas del déficit público de Estados Unidos de cara al futuro no son nada halagüeñas. "Moody's prevé que el déficit fiscal siga aumentando, alcanzando posiblemente casi el 9% del PIB en 2035, frente al 6,4% en 2024, impulsado principalmente por el aumento de los pagos de intereses de la deuda, el incremento del gasto en prestaciones sociales y la relativamente baja generación de ingresos”, ha señalado Benoit Anne (MFS IM).
"Nuestros economistas esperan desde hace tiempo que el déficit fiscal anual de EEUU se deteriore hasta el 7% del PIB en los ejercicios fiscales de 2026 y 2027. Esta cifra dista mucho del objetivo de déficit anual del 3% del PIB fijado por el Secretario del Tesoro Bessent", ha afirmado Bank of America en un informe de Bank of America Liquid Insight.
El club de la triple A pierde a EEUU
Tras la salida de Estados Unidos, el grupo de países que mantienen la máxima calidad crediticia por parte de las tres agencias se ha visto reducido. El club de la triple A ha quedado limitado a una decena de países.
En Europa, Alemania, Dinamarca, Luxemburgo, Países Bajos, Suecia y Suiza son los países que mantienen la máxima calificación crediticia. Más allá del Viejo Continente, otros países figurantes en esa lista son Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Singapur.
"El cambio en la calificación no ha sido una gran sorpresa. Esto deja solo a 10 países con la codiciada calificación crediticia soberana AAA: Australia, Alemania, Suiza, Canadá, Países Bajos, Singapur, Dinamarca, Suecia, Noruega y Nueva Zelanda!", han señalado Greg Wilensky, director de renta fija estadounidense, y John Lloyd, responsable de estrategias crediticias multisectoriales de Janus Henderson.
El interés del bono de EEUU a 30 años repunta al 5%
La rebaja de calificación crediticia por parte de una agencia suele implicar que los inversores piden unos intereses más altos por comprar esa deuda. Este encarecimiento de la deuda se debe a que si la calificación es peor existe una mayor riesgo de impago.
Así ha ocurrido este lunes con la rentabilidad exigida en el mercado secundario a los bonos del Tesoro de Estados Unidos a más largo plazo, que ha experimentado un repunte. "El mercado reaccionó a la rebaja de rating con una cierta volatilidad en los bonos del Tesoro, sobre todo en los de mayor duración", ha apuntado Willis (Columbia TI).
En concreto, el rendimiento de los bonos del Tesoro de EEUU con vencimiento a 30 años ha escalado este lunes hasta superar el 5,02%, su máximo desde noviembre de 2023, según ha publicado Bloomberg y ha recogido la agencia Europa Press.
"Tras el anuncio de Moody’s, los rendimientos de los bonos del Tesoro a 30 años superaron el 5% por primera vez desde noviembre de 2023, reflejando una disminución en la confianza de los inversores y una mayor percepción de riesgo asociado a la deuda estadounidense", ha contado Juan José del Valle, analista en Activotrade SV, en un comentario enviado a medios.
A pesar de este repunte, los expertos han descartado que la rebaja de la calificación crediticia vaya a tener un impacto duradero en los mercados financieros. "No creemos que la rebaja tenga un impacto importante en sí misma, pero recuerda una vez más a la comunidad inversora que la actual dinámica fiscal de EEUU no es sostenible a largo plazo”, ha afirmado Dario Messi (Julius Baer).
"La acción de Moody's no nos ha dicho nada que los inversores globales no supieran ya. Además, el movimiento de calificación de Moddy’s es técnicamente una puesta al día tardía con respecto a sus homólogos", ha apuntado Benoit Anne (MFS IM).
"Se espera que la rebaja afecte negativamente a la confianza en los UST [bonos del Tesoro de EEUU], pero es poco probable que provoque ventas forzosas. No ha habido una respuesta coherente del mercado a anteriores rebajas de la calificación de EEUU", ha señalado Bank of America en un informe.
El cambio de calificación crediticia tampoco no ha sentado bien al dólar, que ha caído en el mercado de divisas debido a la inquietud de los inversores. El euro se ha apreciado este lunes más de un 1% frente al dólar hasta cambiarse la divisa europea por 1,1282 billetes verdes, según recoge la agencia Europa Press.
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