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¿Frustrará el desbordamiento del desempleo la recuperación del mercado?
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¿Frustrará el desbordamiento del desempleo la recuperación del mercado?

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La paralización económica a raíz de las bienintencionadas medidas impuestas en todo el mundo para frenar la propagación del coronavirus ha causado estragos en el mercado laboral. Millones de personas se registraron en las listas de desempleo de EE.UU., España e Italia en marzo y principios de abrili; un millón de canadienses perdió su trabajo en el mismo periodo; y otro tanto sucedió con más de un millón de británicosii. El daño es real, no podemos más que lamentar esta destrucción de empleo, si bien la experiencia nos dice que, además, genera un riesgo a los inversores, quienes se preguntan si la recesión durará eternamente: ¿cómo pueden recuperarse los mercados y la economía cuando el desempleo se traduce en que los consumidores no pueden gastar? Los analistas de Fisher Investments España perciben que una respuesta habitual a este temor es reducir la exposición a renta variable en el momento más inoportuno. A continuación abordaremos esta cuestión sirviéndonos de la historia y la teoría.

Según nuestros conocimientos acumulados, que muchos consideren las altas tasas de paro un obstáculo para la expansión económica y la recuperación bursátil no es algo descabellado. Gran parte de los inversores saben que el consumo de los hogares representa una gran parte de la actividad económica: de media el 60% del PIB en los 36 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE)iii. De ahí se sigue que, si el desempleo aumenta y la renta de los consumidores disminuye, el gasto se reduce. En teoría, esto crea una espiral negativa que desata más despidos y el gasto merma aún más, lo que conduce, a su vez, a una mayor contracción económica y así sucesivamente. 

Tras estudiar la historia de las recesiones y el desempleo, en Fisher Investments España hemos concluido que esa dinámica es falsa. Nuestro análisis demuestra que el crecimiento económico genera empleo, pero al revés no ocurre lo mismo. También que la bolsa es un indicador adelantado de la coyuntura económica, que tiende a mejorar antes que los demás datos. A nuestro juicio, por eso los mercados bajistas –un retroceso del 20% o más causado por los datos fundamentales– se instalaron en los parqués en febrero, anticipando las repercusiones de la paralización de la vida económica impuesta por las medidas adoptadas para frenar la pandemia.

Por otra parte, el estudio histórico nos revela que el mercado laboral es un indicador atrasado. Ilustra esta idea el hecho de que en 2020 hasta que las empresas no se han visto obligadas a cerrar, el desempleo no ha repuntado. Pensamos que esto obedece a que se suele tardar en ajustar las plantillas, ya sea mediante contrataciones o despidos, dado que es una ardua tarea que consume recursos, incluido tiempo. Por eso lo habitual es que el mercado financiero alcance su máximo en primer lugar, y después lo hagan el PIB y el mercado de trabajo consecutivamente.

Examinemos la reciente historia de la eurozona. Entre 2011 y 2013 la crisis de deuda soberana en la región desató una recesión económica. Los mercados de renta variable, en pleno mercado alcista –un ciclo de crecimiento generalizado de las cotizaciones– desde marzo de 2009, alcanzaron su máximo el 18 de febrero de 2011iv. El Centro de Investigación de Política Económica –o CEPR, por sus siglas en inglés, un organismo oficial que fecha los ciclos económicos en la eurozona– señala que la recesión comenzó en el tercer trimestre de 2011, entre 5 a 7 meses más tarde del techo de mercado; el desempleo no comenzó a ascender hasta el mes de juliov. El índice MSCI EMU, que mide la evolución de las acciones en la eurozona, tocó fondo el 22 de septiembre de 2011 y, pese a ello, el CEPR no marca el final de la recesión hasta el primer trimestre de 2013, más de un año despuésvi; el empleo no empezó a recuperarse hasta julio de 2013vii.

Esta secuencia se repite una y otra vez en todas partes. Si nos fijamos en EE.UU. durante la Gran Crisis Financiera, nos daremos cuenta de que el máximo bursátil tuvo lugar en junio de 2007viii. Sin embargo, su Oficina Nacional de Investigación Económica –o NBER, entidad análoga al CEPR– identificó ese diciembre como fecha tope de la expansión económica; la tasa de desempleo no aumentó siquiera un punto porcentual desde el histórico 4,7% de octubre de 2007 hasta julio de 2008.

El final de la recesión replica la misma tendencia. El mercado estadounidense alcanzó su mínimo en marzo de 2009ix, mientras que el NBER señaló que la contracción económica se prolongó tres meses más. Por su lado, el desempleo siguió escalando hasta octubre de 2009x.

Como el mercado laboral normalmente va rezagado, establecer perspectivas sobre el mercado bursátil y el PIB basándose en su evolución es como hacerlo al revés. Actualmente, en un escenario de repunte del paro e inversores asustados, parece lógico que cunda la preocupación de que la falta de trabajo impedirá la recuperación. Esta, a nuestro juicio, representa un riesgo para los inversores que necesitan las revalorizaciones de la renta variable, pues perderse las primeras ganancias de los mercados alcistas puede revelarse un lastre excesivamente caro a largo plazo.

Reconocemos que los mercados bajistas son aciagos y este no es una excepción. De hecho, podría serlo más que nunca, dado el súbito impacto económico que ha provocado una enorme ola de paro, indicador definitivo de la penuria económica. Sin embargo, la idea de un ciclo perpetuo de contracción económica y depreciación bursátil por el desempleo carece de fundamento histórico. Por difícil que sea, no permita que el miedo afecte a sus perspectivas de inversión.

¿Cómo actuará el mercado en los próximos meses? Los inversores son conscientes de la situación actual de los mercados y de cómo esto esta afectado a las bolsas y carteras de inversión. Descubra como la situación global afecta a sus inversores. Si está pensando en invertir 350.000 euros, consiga el informe y actualizaciones periódicas.

Fisher Investments España es el nombre comercial utilizado por la sucursal en España de Fisher Investments Ireland Limited,   (“Fisher Investments España”). Fisher Investments España está inscrita con domicilio social en calle Junta de Castilla y León, 8, 28660 Boadilla del Monte (Madrid), con NIF W0074497I, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, en el tomo 39501, folio 110, inscripción 1, hoja M-701327, y en el Registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores de Empresas de Servicios de Inversión del Espacio Económico Europeo con Sucursal en España, con el número 126.
El presente documento recoge la opinión general de Fisher Investments España y Fisher Investments Europe, y no debe ser considerado como un servicio de asesoramiento personalizado en materia de inversiones o fiscal, ni un reflejo de la rentabilidad de sus clientes. No existe garantía alguna de que Fisher Investments España o Fisher Investments Europe sigan sosteniendo estas opiniones, que pueden cambiar en cualquier momento a partir de nuevos datos, análisis o consideraciones. La información aquí contenida no pretende ser una recomendación o pronóstico de las condiciones del mercado. En su lugar, tiene por objeto esclarecer los aspectos tratados. Los mercados actuales y futuros pueden diferir ampliamente de los que se describen en este documento. Asimismo, no se garantiza la exactitud de ninguna de las hipótesis empleadas en los ejemplos contenidos en este documento. Invertir en los mercados financieros implica un riesgo de pérdida, y no hay garantías de que todo o parte del capital invertido sea reembolsado. La rentabilidad pasada no garantiza ni indica los resultados futuros de manera fiable. El valor de las inversiones y los ingresos procedentes de ellas están sometidos a la fluctuación de los mercados financieros mundiales y de los tipos de cambio internacionales.
 
<sup<>i Esta afirmación se basa en el número de solicitudes de prestaciones por desempleo registrado por la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. en las semanas terminadas el 21 y 28 de marzo, y el 4 de abril de 2020.
El dato de Italia se basa en las solicitudes de prestaciones temporales. Fuente: “Cassa Integrazione Guadagni in Deroga 2020: Chi Ha Diritto e Tempi di Pagamento” (‘Fondo de Prestaciones Complementarias de Rentas Excepcionales de 2020: Quién tiene derecho y plazos de pago’), Matteo Prioschi, Il Sole 24 Ore, 10 de abril de 2020.</sup<>

 
Para España, fuente: “Los ERTE para 3,5 millones de trabajadores desbordan las oficinas públicas de empleo”, Josep Catà Figuls y Manuel V. Gómez, El País, 14/4/2020.
ii Fuente: Estadísticas de Canadá y Ministerio de Trabajo y Pensiones del Reino Unido, a 14/4/2020.
iii Fuente: OCDE, a 14/4/2020.
iv Fuente: FactSet a 14/4/2020. Índice MSCI EMU con reinversión de dividendos (9/3/2009-31/12/2013).
v Fuente: FactSet a 14/4/2020. Tasa de desempleo de la eurozona (febrero de 2011-julio de 2013).
vi Fuente: FactSet y CEPR a 14/4/2020. Índice MSCI EMU con reinversión de dividendos (18/2/2011-28/09/2011).
vii Véase nota v.
viii Fuente: FactSet a 14/4/2020. Índice S&P 500 con reinversión de dividendos (10/9/2002-3/9/2009).
ix Ibidem.
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