Perspectivas de los mercados para la segunda mitad de 2020
“Tengan miedo cuando reine la codicia y sean codiciosos cuando reine el miedo”. Las sabias palabras de Warren Buffett cobran una nueva dimensión en tiempos de la Covid-19. El desencadenamiento de la pandemia ha tenido un efecto devastador a todos los niveles, pero si se pone el foco en los mercados, estos se están comportando como se podría esperar ante una fuerte contracción. Y es precisamente en estos momentos cuando el inversor que busca crecimiento a largo plazo tendrá que prestar mucha atención a las oportunidades que presenta el mercado.
Después de que los mercados se desplomaran en el primer trimestre al pasar de máximos históricos a entrar en territorio bajista debido al impacto de la Covid-19, nunca antes la sociedad había reaccionado a un virus cerrando gran parte de la economía. Por ello, es evidente que la velocidad y la severidad con la que se ha desarrollado esta recesión aflige a los inversores. Desde Fisher Investments España–de acuerdo con su análisis sobre los mercados bajistas (disminuciones prolongadas y fundamentalmente impulsadas del -20% o más), se indica que los mercados deberían haber empezado a recuperarse antes de que se materialice cualquier solución.
Dado el carácter excepcional de las causas y la rapidez del mercado bajista actual, los mercados siguen funcionando como de costumbre, con la diferencia de que el ciclo se ha comprimido y no ha presentado un descenso típico. Por otro lado, si la sociedad no hubiera decidido interrumpir la actividad económica con el propósito de contener el virus, es probable que los mercados hubiesen seguido su ciclo de expansión económica.
Tras producirse una corrección, (descensos cortos, agudos y basados en el sentimiento de alrededor de -10% a -20%) las categorías de acciones que dominaban los mercados antes de la desaceleración recobraban su liderazgo en la posterior fase de recuperación. Si las empresas durante este periodo reanudan su actividad pronto en EE.UU. y en Europa, las empresas con características de crecimiento continuaran en cabeza durante la recuperación. No obstante, si el periodo de interrupción de la actividad se dilata y la contracción económica resulta ser más brusca, los mercados mostrarán un desempeño similar a la fase final de un ciclo de mercado.
Sin embargo, no se sabe con certeza cuando se producirá un cambio de ciclo hasta meses después de que comience. Aun así, Fisher Investments España mantiene una actitud positiva respecto al horizonte temporal a medio y largo plazo, aunque es posible que se produzca otro descenso en el futuro. Este mercado bajista, de la misma manera que el resto de mercados bajistas en el pasado, también llegará a su fin y es probable que se observe una mejora en los datos económicos o que los inversores empiecen a recuperar la confianza. Por lo tanto, el mejor momento para comprar acciones es cuando nadie las quiere.
Pero, ¿cómo afecta la respuesta monetaria y fiscal a nivel mundial? Ante una economía sacudida por las políticas de contención a raíz de la Covid-19, las autoridades gubernamentales mundiales anunciaron una serie de medidas monetarias y fiscales destinadas a ayudar a los sectores. Estos ‘planes de estímulo’, que afirman impulsar el crecimiento económico, puede que no consigan frenar la contracción económica, dado que no pueden abordar el problema de fondo actual: la interrupción de la actividad empresarial debido a las restricciones. La respuesta está en el regreso a la normalidad.
Por esa razón, la firma cree que la economía mundial no está sufriendo una recesión tradicional, sino una contracción inducida por las restricciones decretadas a nivel institucional relacionadas con la Covid-19. Los paquetes de ayudas sirven principalmente para reemplazar de manera temporal la pérdida de ingresos y como resultado, los gobiernos de todo el mundo no fomentan la recuperación, sino que amortiguan el golpe de la contracción.
La contracción artificial originada como consecuencia de la Covid-19 por ahora no ha destruido una gran cantidad de riqueza de manera permanente (tal y como sucede en una recesión típica). La pandemia ha desencadenado una contracción brusca y repentina, pero es probable que también se disparen los niveles de demanda acumulada, lo que prepara el terreno para registrar un gran repunte una vez las empresas puedan retomar su actividad con normalidad.
En momentos de incertidumbre como el actual, es fundamental contemplar un futuro más allá del marco temporal. Aunque puede resultar complicado, el futuro después del coronavirus será prometedor, por lo que el inversor que busque crecimiento a largo plazo tendrá que estar atento a las oportunidades que presenta hoy el mercado y seguir la luz que brilla al final del túnel.