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Los riesgos de depender únicamente de inversiones que generan rentas en tiempos de pandemia
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Los riesgos de depender únicamente de inversiones que generan rentas en tiempos de pandemia

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Seguramente los recortes de dividendos y los bajos tipos de interés han afectado las carteras de muchos inversores últimamente. Los rendimientos de algunos instrumentos de renta fija podrían ahondar sus mínimos y algunas empresas podrían rebajar, si no suspender, la remuneración a sus accionistas a causa de las repercusiones económicas de la pandemia del coronavirus. Si bien es cierto que la renta fija y la renta variable que paga dividendos no son los únicos valores lastrados por los recientes acontecimientos, es posible que muchos inversores sean particularmente dependientes de ellos al percibirlas como seguras y fiables en la generación de rentas. A nuestro juicio, el actual entorno de mercado ha puesto de relieve el peligro de fiar exclusivamente a estas inversiones la obtención de ingresos de cara a la jubilación; por suerte, hay más formas de lograrlo, creemos que a menudo conviene construir una cartera de inversión bien diversificada que pueda producir el efectivo que necesita en su jubilación. 

Los peligros de depender exclusivamente de inversiones que generan rentas

Los riesgos de confiar exclusivamente en inversiones que generan rentas no se circunscriben únicamente a épocas de pandemia u otras fases de turbulencias; presentes en momentos de mayor estabilidad, aumentan con la volatilidad. Los dividendos, por ejemplo, los distribuyen las empresas a los accionistas en efectivo o mediante nuevas acciones; algunas realizan remuneraciones periódicas, mientras que otras puede que lo hagan de forma puntual. En todo caso, se trata de pagos completamente voluntarios, sujetos a la discrecionalidad de las compañías que los aprueban, conque pueden recortarlos, reducirlos o suspenderlos en cualquier momento; de ahí que no exista un plazo previsible para retomarlos. Eventos de ámbito planetario, como la crisis sanitaria, pueden influir en la política de dividendos, pero los motivos para cercenarlos son innumerables: un eventual obstáculo para aquellos inversores que dependen exclusivamente de ellos como fuente de ingresos periódicos.

Los valores de deuda son otra clase de activo a la que a menudo se apuesta para conseguir rentas con regularidad. Suelen percibirse como inversiones seguras, si bien acarrean sus propios peligros: el riesgo de impago, que mide la capacidad del emisor para satisfacer la liquidación del cupón o el propio reembolso del principal de la deuda; el riesgo de inflación se relaciona con el poder adquisitivo de las rentas, es decir, si los precios suben con fuerza a lo largo del tiempo, para cuando se recupera el principal de la inversión este podría haberse deteriorado considerablemente; el riesgo de tipos de interés, basado en la relación inversa entre el precio y los intereses de los instrumentos de deuda, se refiere a la posibilidad de que los tipos suban y, por tanto, se deprecie su inversión. Durante la pandemia de la covid-19 hemos asistido a la repentina irrupción de algunos riesgos asociados a la renta fija, como el de impago, sin prácticamente previo aviso. 

La alternativa para captar rentas 

Si desea recibir rentas periódicas durante la jubilación, considere, en primer lugar, la diferencia entre ingresos y flujos de efectivo: ingresos es lo que obtiene de las inversiones, como los dividendos, mientras que los flujos de efectivo no son más que los movimientos de entrada y salida de dinero en su cartera, por ejemplo vendiendo acciones. Diseñar la composición de sus inversiones con vistas a producir liquidez más allá de los ingresos puede reportarle una mayor flexibilidad y seguridad a la hora de cubrir sus necesidades en la jubilación. Es posible vender acciones, bonos u otras inversiones selectivamente para conseguir dinero mientras conserva una buena diversificación en su cartera. Por ejemplo, si el peso de una determinada empresa ha aumentado demasiado, limitando así la diversificación, puede optar por desprenderse de algunos títulos y utilizar el producto de dicha operación para sufragar los gastos que necesite afrontar. 

Centrarse en los flujos de efectivo en lugar de en los ingresos también puede permitirle una mayor flexibilidad en la asignación de activos y la selección de los valores: la primera se refiere a los tipos de instrumentos que compondrán su cartera, o sea, la combinación de renta variable, renta fija y otros activos; en Fisher Investments España pensamos que el grueso de la rentabilidad a largo plazo se atribuye a esta distribución de las inversiones, por lo que es un aspecto importante en que debe acertarse. Otro problema de depender únicamente de inversiones generadoras de rentas es que puede limitar el rango de opciones disponibles o que le obligue a estrechar demasiado su universo de inversión, llevándole a elegir solo acciones que pagan altos dividendos; estas pueden ser apropiadas para parte de su cartera, si bien otras, como las que no remuneran al accionista pero tienen unas mejores perspectivas de crecimiento, también pueden ser interesantes. No olvide que estos títulos pueden venderse de forma selectiva para generar los flujos de efectivo que pueda requerir.

La cartera óptima para un inversor es aquella que presenta una mayor probabilidad de ayudarle a conseguir sus metas financieras en un plazo determinado. Por ello le recomendamos que identifique sus necesidades, sus prioridades y un horizonte temporal, tras lo cual podrá elegir la combinación de activos que mejor se ajuste a sus objetivos. Si adopta este enfoque en que se priman sus deseos, podrá valorar un amplio abanico de posibles opciones. Quizá así encuentre inversiones más adecuadas para su perfil y situación que si solo se hubiera orientado hacia activos que generan rentas. Los recientes recortes de dividendos y los bajos rendimientos de los instrumentos de deuda son solo dos ejemplos de por qué estas tradicionales formas de obtener rentas no son siempre la apuesta más segura pese a lo que podría pensarse. Acciones de altos dividendos, bonos y otros activos que producen rentas con cierta regularidad son candidatos a ocupar un lugar prominente en su cartera, pero centrarse exclusivamente en ellos podría suponerle un lastre en la consecución de sus objetivos a largo plazo. 

Perspectivas de los mercados 2020: un análisis sobre como está comportándose el mercado y que esperar en los próximos meses. Para inversiones superiores a 350.000 €, consiga el informe y actualizaciones periódicas.

Fisher Investments España es el nombre comercial utilizado por la sucursal en España de Fisher Investments Ireland Limited,   (“Fisher Investments España”). Fisher Investments España está inscrita con domicilio social en calle Junta de Castilla y León, 8, 28660 Boadilla del Monte (Madrid), con NIF W0074497I, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, en el tomo 39501, folio 110, inscripción 1, hoja M-701327, y en el Registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores de Empresas de Servicios de Inversión del Espacio Económico Europeo con Sucursal en España, con el número 126.
El presente documento recoge la opinión general de Fisher Investments España y Fisher Investments Europe, y no debe ser considerado como un servicio de asesoramiento personalizado en materia de inversiones o fiscal, ni un reflejo de la rentabilidad de sus clientes. No existe garantía alguna de que Fisher Investments España o Fisher Investments Europe sigan sosteniendo estas opiniones, que pueden cambiar en cualquier momento a partir de nuevos datos, análisis o consideraciones. La información aquí contenida no pretende ser una recomendación o pronóstico de las condiciones del mercado. En su lugar, tiene por objeto esclarecer los aspectos tratados. Los mercados actuales y futuros pueden diferir ampliamente de los que se describen en este documento. Asimismo, no se garantiza la exactitud de ninguna de las hipótesis empleadas en los ejemplos contenidos en este documento. Invertir en los mercados financieros implica un riesgo de pérdida, y no hay garantías de que todo o parte del capital invertido sea reembolsado. La rentabilidad pasada no garantiza ni indica los resultados futuros de manera fiable. El valor de las inversiones y los ingresos procedentes de ellas están sometidos a la fluctuación de los mercados financieros mundiales y de los tipos de cambio internacionales.
 
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