Fidelity: Comentario sobre el acuerdo de reconstrucción de la Unión Europea
Tras cinco días de intensas negociaciones, e inusualmente antes de lo previsto para lo que es la UE, se ha llegado a un acuerdo sobre el paquete de recuperación de la crisis del coronavirus. Los componentes clave se han mantenido sin cambios por un importe total de 750 mil millones de euros. El componente de subvenciones por 390 mil millones, aunque está por debajo de la propuesta inicial de 500 mil millones, muestra un compromiso significativo con los estados miembros más afectados por la crisis.
Se han requerido diversos compromisos y soluciones ad-hoc para lograr el acuerdo, por lo cual es importante destacar que la gobernanza del Plan de Recuperación se ha hecho más compleja. Si bien ningún estado miembro tiene poder de veto para detener la distribución de ayuda a otro estado miembro, la adopción del nuevo "superfreno de emergencia" le da a cualquier estado miembro el poder de oponerse a cualquiera de los diferentes planes individuales de recuperación, lo cual requerirá una decisión de los ministros de finanzas o los líderes de la UE. Esto podría ocasionar demoras en los desembolsos. Además, una mayoría ponderada de los gobiernos de la UE podría decidir suspender los desembolsos por completo a un país en caso de evidencia de cualquier violación de las reglas por su parte.
A pesar de los compromisos, el acuerdo sobre el Fondo de Recuperación envía una fuerte señal política que podría marcar un nuevo capítulo en la historia de la Unión. La emisión de bonos de la UE creará un precedente que podría convertirse en una característica permanente del marco institucional en el futuro. Con la política fiscal finalmente avanzando para facilitar la recuperación post-covid 19, el BCE ya no es "el único jugador en la ciudad". Esta poderosa combinación de política monetaria y fiscal -así como la fuerte voluntad política de no solo garantizar la supervivencia de la UE, sino también su éxito en una serie de dimensiones- tiene el potencial, tal vez más que nunca, de mejorar fuertemente la economía de la UE en los años venideros.
Anna Stupnytska, Economista macro global de Fidelity