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¿Marcará el Covid-19 un cambio económico permanente?
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¿Marcará el Covid-19 un cambio económico permanente?

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En las últimas tres décadas sólo en contadas ocasiones se ha producido un cambio estructural que haya requerido una gran reevaluación sobre cómo se quería invertir o qué se quería hacer, en lugar de simplemente comprar las acciones habituales a precios más baratos.

Una de ellas fue la crisis financiera asiática de 1997-98, que desencadenó todo un reajuste en el funcionamiento del mercado. Uno de los legados ha sido que las empresas y los consumidores asiáticos se endeudan menos, porque la conmoción de esa crisis fue muy fuerte. La otra gran conmoción fue la crisis financiera global que desencadenó un cambio masivo en la política monetaria, como la aplicación de tipos de interés cero y la expansión cuantitativa. 

Como inversores no podemos pensar que se trata de una corrección cíclica y que el mundo volverá a ser como que era antes. Esto va a ser muy diferente. La respuesta a la crisis actual por parte de muchos gobiernos de todo el mundo ha sido aumentar los niveles de gasto. 

El Covid-19 no tiene precedentes. Nunca hemos tenido una pandemia de este tipo, al menos desde que los mercados han sido verdaderamente globales como lo son ahora. Los gobiernos de todo el mundo se han visto obligados a intervenir masivamente en las últimas semanas, pues la única manera de salir de esta crisis es que los gobiernos gasten dinero. Aunque podría costearse imprimiendo dinero (expansión cuantitativa), la subida de impuestos será claramente inevitable. La única cosa en la que los gobiernos suelen ser bastante creativos es en la creación de nuevos impuestos. Todos pagaremos más impuestos. Por ejemplo, los impuestos sobre la gasolina podrían subir, particularmente si los precios del petróleo se mantienen bajos. Los impuestos del rango más alto claramente aumentarán. 

Cambios en el estilo de vida

Por otro lado, la vida en la oficina y la semana laboral de 8 horas podría llegar a su fin. Tal vez no nuestros hijos, pero sin duda nuestros nietos encontrarán muy peculiar que alguien se suba a un vagón de metro lleno de gente a las 8:30 de la mañana para ir a una oficina con otras 7.000 personas, cuando en realidad no es necesario. Schroders tiene actualmente al 98% de su personal trabajando desde casa y es notable lo bien que funciona la empresa. Por supuesto, ahora tenemos la tecnología para permitir esta forma diferente de trabajar. Esto no podría haber sucedido hace 20 años.

El virus ha actuado como catalizador y los índices de adopción de estos cambios se han disparado porque no hemos tenido otra opción. Hemos tenido que usar esta tecnología y en realidad ha funcionado muy bien. Esto es algo tremendamente positivo.

Ser cauteloso en el largo plazo

La perspectiva a corto plazo es muy deflacionaria. Obviamente, el shock en la demanda es enorme. Sin embargo, a medida que los gobiernos empiezan a gastar dinero, y en algunos países podría ser una cantidad enorme, esto tendrá que ser financiado. Como hay una cantidad limitada que puede ser recaudada a través de los impuestos, muchos gobiernos recurrirán a la Teoría Monetaria Moderna, también conocida como la impresión de dinero. Cuando se sigue este camino, en última instancia se empieza a ver el retorno de la inflación, sobre todo si se combina con la represión financiera y los controles de capital.

Hay que ser bastante cauteloso sobre las perspectivas de numerosas clases de activos, incluyendo las acciones. Sin duda tendremos que ser selectivos a medida que aumenten los costes de la deuda y la viabilidad y la sostenibilidad del flujo de caja se haga más importante. Algunas inversiones no ofrecerán rentabilidades muy positivas en el futuro, en particular si los gobiernos están apoyando algunas de estas áreas de forma agresiva en lugar de dejar que las fuerzas del mercado hagan su trabajo.

Consecuencias de esta nueva era económica para la inversión

Esto tendrá algunas implicaciones bastante significativas. Habrá una divergencia entre las áreas en las que se están adoptando nuevas tecnologías y procesos empresariales -que mostrarán un crecimiento muy fuerte- y las áreas que se estancarán, en particular si los gobiernos apoyan el exceso de capacidad en esas áreas.

Por ejemplo, se incorporará mucha más Inteligencia Artificial, algo que está significativamente subestimado por el mercado actualmente. El sector de la salud también será muy diferente en el futuro. Se volverá mucho más proactivo y preventivo, en lugar de receptivo, y usará la tecnología big data de manera más eficiente.

Estas tecnologías favorecen la inversión en lo que llamamos “crecimiento no anticipado”, que es un crecimiento que no ha sido reconocido por el mercado, pero que tiene implicaciones a largo plazo. 

A la hora de construir nuestras carteras, nuestro proceso de inversión no ha cambiado: analizamos las tendencias a largo plazo de la industria y cómo las empresas se están adaptando a estas tendencias. Además, nos aseguramos de que realmente entendemos los balances y los flujos de caja, la deuda en el balance, cómo está estructurada, cuáles son los pactos. Y luego nos preguntamos, si el Covid-19 dura otros 18 meses, ¿puede este negocio sobrevivir?

Información importante: Los puntos de vista y opiniones aquí contenidos son los de Alex Tedder, responsable de renta variable global, y Robin Parbrook, Co director de inversiones alternativas de renta variable asiática, de Schroders, y no necesariamente representan puntos de vista expresados o reflejados en otras comunicaciones, estrategias o fondos de Schroders. Este material tiene la intención de ser sólo para fines informativos y no tiene la intención de ser material promocional en ningún sentido. El material no pretende ser una oferta o solicitud de compra o venta de ningún instrumento financiero. El material no tiene la intención de proporcionar y no se debe confiar en él para la contabilidad, asesoramiento jurídico o fiscal, o recomendaciones de inversión. No se debe confiar en las opiniones y la información de este documento cuando se toman decisiones individuales de inversión y/o estratégicas. Las rentabilidades pasadas no son una guía para las rentabilidades futuras y es posible que no se repitan. El valor de las inversiones y los ingresos de las mismas pueden disminuir o aumentar, y los inversores pueden no recuperar las cantidades invertidas originalmente. Todas las inversiones implican riesgos, incluido el riesgo de una posible pérdida de capital. Se cree que la información aquí contenida es fiable, pero Schroders no garantiza su integridad o exactitud. No se debe confiar en las opiniones y la información de este documento cuando se toman decisiones individuales de inversión y/o estratégicas. Los dictámenes de este documento incluyen algunos pronósticos. Creemos que estamos basando nuestras expectativas y creencias en suposiciones razonables dentro de los límites de lo que sabemos actualmente. Sin embargo, no hay garantía de que se vayan a realizar previsiones u opiniones. Estos puntos de vista y opiniones pueden cambiar.

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