Bonos y oro, los grandes refugios tras los aranceles de un Trump que "coquetea con la recesión", según los expertos

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El denominado 'Día de la Liberación', proclamado por Donald Trump como el punto de inflexión para el comercio global, ha resultado ser, según muchos expertos, más bien un “Día de la Demolición” para los mercados.

El anuncio de una batería de aranceles recíprocos a decenas de países ha desencadenado una oleada de inquietud en los mercados financieros internacionales. El presidente de EE. UU. ha fijado un arancel mínimo del 10% a todos los exportadores al país, con tasas aún más altas (como un 34% para China o un 20% para la UE) a aplicar desde el próximo 9 de abril.

Además, la administración Trump ha dejado la puerta abierta a nuevas rondas de aranceles sectoriales en ámbitos clave como los chips, productos farmacéuticos, cobre o transporte. Todo ello, en un momento en que las presiones inflacionistas ya se habían reactivado, lo que complica aún más el margen de maniobra de los bancos centrales.

A la espera de represalias por parte de los países afectados, los analistas coinciden en que la incertidumbre aumentará en los próximos meses. Para los inversores, la recomendación generalizada es mantener una visión defensiva: bonos soberanos, renta variable no estadounidense y oro se perfilan como las mejores coberturas ante esta nueva era de tensiones comerciales.

A continuación, recopilamos las valoraciones y previsiones de gestoras y analistas sobre el impacto económico y de mercado de la posible guerra arancelaria que pueda derivarse de estas medidas.

Reacciones de gestoras y expertos sobre la batería de aranceles impuesta por Donald Trump

Johanna Kyrklund, CIO del Grupo Schroders

Sin duda, la ofensiva inicial de Trump apunta a unos aranceles más elevados de lo que esperábamos, por lo que estamos ajustando a la baja nuestras previsiones económicas con una expectativa de crecimiento del PIB estadounidense en torno al 1% para 2025.

Esto nos lleva a reducir nuestro peso en renta variable, mientras que vemos valor en la deuda pública como cobertura frente al riesgo de recesión por primera vez en este ciclo. Nos sigue gustando el oro, ya que se beneficia tanto de un crecimiento más débil como del riesgo más estructural que plantea el aumento de los niveles de deuda.

De cara al futuro, la reacción del resto del mundo será fundamental. Los países de la lista presentada por Trump tendrán que decidir si toman represalias e intensifican la guerra o si contemplan la posibilidad de reducir su desequilibrio comercial con Estados Unidos. El tiempo que esto lleve también será importante para el mercado.

Pero tratemos también sacar algunos aspectos positivos. El marco de Trump, expuesto sobre el papel, es claro. Puede parecer un juego de niños, pero al menos empezamos a entender las reglas. Eso da a los mercados una base para poner en precio estos riesgos.

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Gregor MA Hirt, Director Global de Inversiones (CIO) de Multi-Asset, y Martin Hochstein, economista senior de Allianz Global Investors

La decisión de la administración Trump de imponer un arancel universal del 10% y aumentar los gravámenes a los principales socios comerciales podría generar volatilidad en los mercados a corto plazo, provocando una huida de los inversores hacia activos refugio como el oro y la deuda pública estadounidense.

Aunque el impacto dependerá de las medidas de represalia de los socios comerciales de EE. UU., el statu quo arancelario desde principios de abril ya supone una reducción significativa del crecimiento mundial, con EE. UU. entre los más afectados. Si las represalias se intensifican, podría desatarse una guerra comercial total, lo que, sumado a la pérdida de confianza de empresas y consumidores, podría llevar a la economía mundial a una recesión.

En un escenario de alta incertidumbre en los mercados, los analistas prefieren la renta variable europea frente a la estadounidense, así como el yen japonés, el oro y los bonos del Tesoro de EE. UU. Dado que el conflicto comercial global seguirá evolucionando, es probable que surjan nuevas oportunidades de inversión.

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Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac

Estimamos que esta nueva conmoción aumentaría el tipo arancelario medio de EE. UU. en más de un 18 %, llevándolo al 31 %, en el extremo superior de las expectativas del mercado. Tal impacto podría reducir el PIB de EE. UU. en otro 1,5 % y hacer subir la inflación subyacente en más de un 1 %.

Así pues, la economía estadounidense coquetea con la recesión este año y la inflación se reactiva. Y esto es antes de que llegue la próxima oleada de aranceles sectoriales, que Trump volvió a mencionar, sobre chips, productos farmacéuticos, cobre, madera y servicios de transporte.

Enguerrand Artaz, estratega en La Financière de l’Échiquier

Algunos se habían burlado del término 'Día de la Liberación' y lo habían llamado 'Día de la Demolición'. Probablemente no creían tener tanta razón. La subida de aranceles anunciada ayer por Donald Trump se sitúa en la parte alta de las expectativas más pesimistas.

Los mercados están en modo 'risk-off'. Y es el impacto negativo de estos tipos sobre el crecimiento lo que está en el centro de los temores, mucho más que el efecto alcista a corto plazo sobre los precios.

¿Hay margen de negociación para estas tarifas? La respuesta parece positiva. Pero estas negociaciones tendrán lugar con aranceles en vigor. Y cuanto más se prolonguen, mayor será el impacto negativo de los aranceles.

¿Puede la renta variable europea obtener mejores resultados en este contexto? Ciertamente, con valoraciones más bajas y presión a la baja sobre el dólar. En términos absolutos, sin embargo, no deberíamos esperar una disociación: en un escenario tan negativo, la tendencia será a la baja para todos los mercados.

¿Hacia dónde dirigirse? Más allá del efectivo y posiblemente del oro, los bonos (evitando los de alto rendimiento y el crédito estadounidense) siguen siendo la tabla de salvación.

Stephen Dover, director del Franklin Templeton Institute

Los nuevos aranceles del presidente estadounidense Donald Trump son, en general, mucho más altos de lo esperado y los más altos en más de 100 años. Se dieron a conocer después del cierre de los mercados bursátiles estadounidenses el 2 de abril, pero los futuros de acciones cayeron junto con los rendimientos de los bonos estadounidenses en las operaciones posteriores al cierre.

Prevemos que los mercados bursátiles extranjeros también caerán a medida que se digiera esta noticia. Mantenemos la cautela en los mercados. La debilidad económica mundial y las decepcionantes ganancias, junto con los episodios de incertidumbre, plantean desafíos para los mercados bursátiles globales.

Si bien los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años están a la par con los tipos a corto plazo, si la economía se debilita aún más y los tipos suben, creemos que los bonos podrían generar ganancias sólidas.

Hilary Blandy, gestora de inversiones en Jupiter Asset Management

Los mercados están tambaleándose ante el peor escenario posible en materia de aranceles y ante la constatación de que el ‘Día de la Liberación’ no ha liberado a los mercados de unos niveles muy elevados de incertidumbre política, mientras esperamos la reacción de los socios comerciales de Estados Unidos.

Queda por ver cómo reaccionarán los consumidores estadounidenses y si los índices de aprobación de Trump podrán resistir mientras el crecimiento de EE. UU. se reduce y la inflación se dispara, aunque aún podría cambiar de rumbo.

El movimiento general de aversión al riesgo en renta variable se ha reflejado también en los mercados de crédito. Los diferenciales se han ampliado de forma generalizada, siendo los nombres de alta beta y los más afectados por los aranceles los que más han sufrido. El high yield estadounidense ha sufrido un mayor impacto que el europeo. La volatilidad del mercado suele provocar una dispersión de diferenciales, lo que genera oportunidades para que los selectores activos de crédito obtengan mejores resultados.

Michaël Nizard, responsable de multiactivos y overlay para Edmond de Rothschild AM

Los anuncios del ‘Liberation Day’ de Trump son peores de lo esperado y no liberan a los mercados de la incertidumbre sobre la continuidad de la agenda de Trump.

En este contexto, mantenemos una visión estratégicamente bajista sobre el dólar, ya que, aunque este proyecto ‘Mar-a-Lago’ todavía está poco comunicado, está lo suficientemente latente y asentado como para no ignorarlo.

En cuanto a la renta variable, mantenemos una visión estructuralmente prudente, en particular sobre la renta variable de los mercados avanzados, aunque a más corto plazo no descartamos que las próximas medidas relacionadas con los recortes fiscales puedan dar un respiro a este movimiento bajista.

Paul Diggle, economista jefe de Aberdeen

El riesgo es que el comunicado de ayer, por dramático que fuera, no represente el “pico arancelario”. Seguimos pensando que se avecinan nuevos aranceles sectoriales, en particular sobre los semiconductores, el cobre, la madera y los productos farmacéuticos.

De hecho, estos productos se mencionaban en la orden ejecutiva, especificando que no se les aplica la política de aranceles recíprocos, por lo que se deja abierta la posibilidad de que pronto se apliquen tipos específicos. Además, la orden ejecutiva otorga al Presidente el derecho a modificar los tipos arancelarios en caso de medidas de represalia.

Queda margen para que los aranceles estadounidenses se establezcan finalmente a un nivel más bajo, y probablemente esta siga siendo la previsión generalizada.

Chris Iggo, CIO (Director de Inversiones) de AXA Investment Managers

Algunos analistas sugieren que el crecimiento económico de EE. UU. podría reducirse entre un 1% y un 2%, mientras que la inflación aumentará. Esto se considerará una estanflación para la economía estadounidense."

Los aranceles sobre los bienes del resto del mundo deberían reducir el crecimiento de las exportaciones y supondrán un impacto negativo en el crecimiento, siendo Asia y Europa las más afectadas debido al tamaño de los aranceles propuestos.

Brij Khurana, gestor de carteras de renta fija de Wellington Management

Hasta ahora, los rendimientos de los bonos están cayendo a escala global y de manera uniforme en toda la curva. El mercado interpreta los aranceles como un golpe al crecimiento al que responderán los bancos centrales. Yo no estoy tan seguro de ello.

Una reacción sorprendente del mercado ha sido el debilitamiento del dólar estadounidense desde el anuncio de los aranceles, a pesar de la debilidad de la renta variable global, que normalmente apoyaría a la moneda de reserva global.

Sin embargo, es probable que los mercados estén reaccionando a las medidas en respuesta que probablemente adopten muchos países, añadiendo más estímulos fiscales para apoyar a la industria nacional, lo que debería servir de apoyo a sus divisas.

Mathieu Racheter, Head of Equity Strategy Research en Julius Baer

Los anuncios de aranceles fueron mucho más punitivos que las expectativas del mercado y crean las condiciones para un resultado significativo de carácter estanflacionario. Esto debería beneficiar a los rendimientos reales globales (ajustados a la inflación), que suelen tener un buen comportamiento en un entorno de menor crecimiento y mayor inflación.

El anuncio de aranceles por parte del presidente Trump ha reconfigurado el panorama comercial global, con aranceles específicos por país que superan las expectativas y sacuden los mercados bursátiles. Las repercusiones golpearán modestamente los beneficios, pero afectarán más a las valoraciones, sobre todo en sectores exportadores como el del automóvil y el hardware tecnológico.

Los sectores más afectados serán aquellos intensivos en manufactura y con gran exposición a las cadenas de suministro globales. Desde una perspectiva de beneficios, si las empresas absorben un 30% de los aranceles, el impacto directo podría suponer una caída del 2% en el BPA global.

Europa y Japón, con ratios de exportaciones/PIB más elevados, son especialmente vulnerables. Aun así, compañías estadounidenses centradas en el mercado doméstico y con baja dependencia de importaciones podrían salir reforzadas. Pero el riesgo de nuevos aranceles sectoriales sigue presente.

Por ahora, recomendamos utilizar repuntes puntuales en la renta variable estadounidense para reducir exposición y diversificarse hacia acciones no estadounidenses, como las europeas y chinas.

Adam Hetts, director global de multiactivos y gestor de carteras en Janus Henderson

Los aranceles exorbitantes país por país gritan «táctica de negociación», lo que mantendrá a los mercados en vilo en el futuro inmediato. Afortunadamente, esto significa que hay un margen sustancial para reducir los aranceles a partir de ahora, aunque con una base del 10 %.

Hemos visto que la administración tiene una tolerancia sorprendentemente alta al dolor del mercado. Ahora la gran pregunta es cuánta tolerancia tiene para el verdadero dolor económico a medida que se desarrollan las negociaciones.

Libby Cantrill, directora de Políticas Públicas de EE. UU. en PIMCO

Trump 2.0 ha sido maximalista en casi todos los sentidos, y la política comercial no es una excepción. Cualquiera que haya dudado de la seriedad de Trump a la hora de reequilibrar la economía a través de los aranceles y de su profunda creencia en que los aranceles funcionan, debería estar convencido a estas alturas.

Aunque esperamos que Trump suavice al menos algunos de estos aranceles en algún momento, queda por ver cuál es el límite, político o de otro tipo, para que cambie de rumbo y lo haga.

Suponiendo que los aranceles se mantengan, aunque sea durante unos pocos trimestres, cabe esperar que se produzcan daños económicos, tanto en términos de lastre para el crecimiento, que quizá incluso desemboque en una recesión, como de presión alcista sobre la inflación.

Al mismo tiempo, es posible que Trump se incline por los recortes de impuestos, el postre proverbial, que podría acelerarse y ser mayor de lo que se pensaba en un principio, en un esfuerzo por dar al mercado lo que sería un ‘postre’ muy bienvenido, después de una estricta dieta de verduras hasta ahora.

Guillermo Santos Aramburo, socio de iCapital

Ahora llega el momento de analizar con frialdad los efectos directos y colaterales de estas medidas e intentar plantear negociaciones, bien por sectores bien más globales, entre cada país/zona geográfica y la Administración Trump.

A medida que nos adentramos en un período de mayor incertidumbre, los inversores se plantean: ¿efectos inflacionistas?, ¿bloqueo de los bancos centrales en sus bajadas de tipos?, ¿incremento del desempleo? Conclusión: menor crecimiento de la economía global y, para los inversores, en principio, caídas en el corto plazo para los mercados de acciones y de bonos.

Raphael Olszyna-Marzys, economista internacional en J. Safra Sarasin Sustainable AM

Esperamos una cierta escalada antes de una eventual desescalada. Fuera de EE.UU., el impacto más significativo se producirá en Alemania y en las economías asiáticas.

Es probable que el deterioro de las perspectivas de crecimiento empuje a los bancos centrales a bajar los tipos de interés, pero tendrán que asegurarse de que las expectativas de inflación a largo plazo se mantengan fijas.

A pesar de esto, creemos que los rendimientos de los bonos seguirán bajando y continuarán favoreciendo los vencimientos intermedios. Las valoraciones actuales de la renta variable estadounidense no están preparadas para una desaceleración significativa.

Continuamos prefiriendo la renta variable británica, los valores defensivos frente a los cíclicos y el value frente al growth. Por último, es probable que el dólar estadounidense se vea afectado por los vientos en contra del crecimiento relativo. Las divisas refugio deberían funcionar bien a corto plazo.

Eiko Sievert, analista del sector público y soberano de Scope Ratings

La escalada de la guerra comercial impulsada por el presidente Trump aumentará la inflación, ralentizará el crecimiento económico y provocará ajustes en las cadenas de suministro globales.

Por ello, hemos reducido nuestra previsión de crecimiento de EE.UU. para 2025 aproximadamente un 1% (frente al 2,7% estimado en nuestras perspectivas de diciembre) y al 1,5%-2% en 2026 (por debajo del 2,2%). Esto contrasta con un crecimiento anual promedio del 2,7% en los últimos tres años.


Este contenido se ha elaborado bajo un criterio editorial y no constituye una recomendación ni propuesta de inversión. La inversión contiene riesgos. Las rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras.


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