JPMorgan AM: "La incertidumbre económica es una gran oportunidad para los gestores de hedge funds"
La incertidumbre económica ha llevado a muchos inversores particulares a optar en los últimos meses por vehículos de inversión más conservadores como las Letras del Tesoro, los fondos monetarios y los fondos de renta fija. Los inversores institucionales, las oficinas de gestión del patrimonio familiar (family offices) y los altos patrimonios han puesto el foco en los activos alternativos para diversificar riesgos.
Tradicionalmente, la cartera 60/40 era una modalidad muy utilizada por los inversores en la gestión de activos. Esta estrategia consiste en asignar el 60% del capital a inversiones en acciones y el 40% restante a inversiones en bonos. El objetivo es lograr un equilibrio entre el crecimiento que ofrecen los mercados de valores y la estabilidad que proporciona la renta fija. Sin embargo, esta estrategia de 60/40 sufrió mucho en el año 2022, cuando tanto las Bolsas como la renta fija sufrieron pérdidas.
"En teoría, cuando la parte de renta variable sube, la renta fija debería bajar, pero en la realidad no ocurre siempre así. Desde los años 60 hasta los años 2000, donde la inflación era la principal preocupación de los inversores, la correlación entre renta variable y renta fija era positiva. Sin embargo, entre los años 2000 y 2020, los bonos sí hicieron una buena diversificación en la cartera frente a las acciones. En 2020, con la llegada del covid, vimos que la correlación volvió a ser positiva y eso perjudicó a este tipo de carteras", ha contado Pilar Martí-Fluxá, responsable de desarrollo de negocio de alternativos de J.P. Morgan Asset Management en España, en la presentación de la última Guía de alternativos de la gestora estadounidense, correspondiente al tercer trimestre de 2024.
Por eso, muchos inversores han optado por incluir activos alternativos en sus carteras para lograr una mayor diversificación. ¿Qué exposición tienen a estos activos? Actualmente, los inversores institucionales destinan alrededor de un 20% de la cartera a estos activos. "Los inversores institucionales tienen en torno al 20% en activos alternativos. Las mayores posiciones las tienen en hedge funds y activos inmobiliarios", ha apuntado Martí-Fluxá.
Los planes de estos inversores de cara al futuro pasan por aumentar la exposición a estos activos alternativos en los próximos años. "Todos tienen la intención de aumentar su asignación de activos o, como mínimo, mantenerla. Se concentran en capital riesgo, deuda privada, infraestructuras e inmobiliario", ha señalado.
A la hora de escoger qué clase de activo alternativo incluir en una cartera, esta experta de JPMorgan AM recuerda que se ha de tener en cuenta cuál es el objetivo de la inversión. "Depende de lo que se quiera. Los activos inmobiliarios son generadores de rentas por antonomasia. Si se quiere una revalorización, se tiene que añadir capital riesgo. Si se quiere diversificación, se puede recurrir a infraestructuras", ha apuntado.
Oportunidades en inmobiliario, infraestructuras y hedge funds
Si la inflación era la principal preocupación de los mercados, ahora los inversores han puesto el foco sobre el crecimiento económico. Ante el debilitamiento del mercado laboral estadounidense, la Reserva Federal de Estados Unidos aprobó una bajada de tipos de interés en 50 puntos básicos en la reunión de septiembre. La debilidad de China, la inestabilidad geopolítica y el conflicto bélico en Oriente Medio son otras de las preocupaciones.
¿Existen oportunidades en el escenario actual? Martí-Fluxá ha señalado algunas oportunidades dentro del sector inmobiliario. "El activo inmobiliario encaja muy bien en cartera si se quiere reducir la volatilidad. Los ingresos operativos netos de estos activos han rebotado desde la pandemia. Hay sectores dentro de los activos inmobiliarios, como las viviendas multifamiliares o sectores industriales, vemos oportunidades de inversión interesantes. Porque la demanda supera a la oferta", ha asegurado.
Por otro lado, el cambio climático supone una oportunidad de inversión en infraestructuras. "El calentamiento global va a significar un aumento de las exigencias de nuestras infraestructuras. Vamos a necesitar más energía, porque va a aumentar la demanda. También se va a producir un aumento de las inversiones, porque se va a necesitar mantener las infraestructuras existentes y construir nuevas", ha dicho.
Asimismo, el equipo de JPMorgan AM también ha puesto la mirada sobre los fondos de inversión libre, más conocidos como hedge funds, que pueden beneficiarse de la actual situación económica. "La incertidumbre que estamos viendo en la economía es una gran oportunidad para los gestores de hedge funds. Los gestores que siguen estrategias macro utilizan las divergencias de opiniones para aprovechar las oportunidades”, ha apuntado.
En opinión de la gestora, los hedge funds pueden tener un papel muy importante en los próximos años debido a la mayor necesidad de diversificación por parte los inversores, la situación de incertidumbre económica y la previsión de un entorno de tipos de interés elevados.
Este tipo de activos han experimentado un crecimiento en los últimos años. "Hemos visto un aumento de la asignación, del 2% al 9% actual. Se está ampliando el universo de partícipes, ya no son solo los inversores institucionales. También son clientes de la banca personal o clientes particulares", ha afirmado.
Este contenido se ha elaborado bajo un criterio editorial y no constituye una recomendación ni propuesta de inversión. La inversión contiene riesgos. Las rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras.
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