Gestión pasiva (o una conversación que me cambió la vida)

Gestión pasiva (o una conversación que me cambió la vida)

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Hace algunos meses tuve una conversación con mi mejor amiga que marcó un antes y un después en mi vida. Carla (así se llama mi mejor amiga) ha empezado a salir con Cristian, un chico que trabaja en una gestora de fondos de inversión, en el departamento de Relación con Inversores. Desde entonces, no para de hablar de fondos, de gestión activa y pasiva, de rentabilidades y de otros términos parecidos. Al principio no le presté demasiada atención, Carla es una persona muy curiosa a la que le emociona aprender cosas nuevas y compartirlas con los demás, sea cual sea el tema del que se trate. Pero la conversación que mantuvimos en aquella ocasión me abrió las puertas a un mundo nuevo, extraño (para mí) y apasionante que me encantaría conocer y entender cada día mejor: el mundo de la inversión.

Me gustaría compartir con vosotros esta conversación por si os pudiese ser tan útil como me ha sido a mí.

Carla: Naiara, ¿tú inviertes?

Naiara: ¿Invertir? ¿A qué te refieres? ¿A comprar acciones?

Carla: Sí, bueno, te preguntaba que si tus ahorros se encuentran en la hucha de tu habitación, en tu cuenta bancaria o que si has comprado algún producto de inversión como acciones, bonos o fondos de inversión.

Naiara: No Carla, nunca he comprado ningún producto de ese tipo. No tengo ni idea de esos temas. Invertir es algo tan arriesgado... Además, no tengo demasiados ahorros. Lo de la inversión es para gente con mucho dinero.

Yo guardo mis ahorros en la cuenta bancaria que me recomendó el chico del banco. Es lo más seguro.

Carla: Naiara, yo pensaba exactamente lo mismo que tú hasta que conocí a Cristian. Él me explicó por qué es tan importante ahorrar e invertir parte de nuestros ahorros. ¿Sabes qué es la inflación?

Naiara: ¿Una subida de precios?

Carla: Sí, la inflación es la subida (generalizada y sostenida) de los precios de los bienes y servicios de un país durante un periodo de tiempo determinado. ¿Y sabes qué quiere decir esto? Quiere decir que, cada año, tu poder adquisitivo se reduce. Antes, por ejemplo, para ir al cine necesitabas 4 euros y ahora necesitas 7,5, casi el doble. Los 4 euros que empleabas antes para ver una película en el cine han perdido valor, ya no son suficientes para comprar una entrada.

Naiara: O sea que, ¿con mi dinero puedo comprar cada año menos cosas?

Carla: Eso es. Por culpa de la inflación tu dinero vale cada vez menos. ¡Mira! Con este vídeo vas a entender perfectamente cómo afecta la inflación a tus ahorros: “La inflación, el enemigo silencioso de los ahorradores”.

Naiara: ¡Madre mía! Con lo que me cuesta ahorrar… Entonces… ¿la solución es invertir?

Carla: ¡Exacto!

Naiara: Pero, ¿invertir cómo? Que hay gente que ha perdido todo lo que había ahorrado por jugar a la bolsa...

Carla: Hombre, es que no se trata de jugar a la bolsa… Es cierto que cuando inviertes, asumes cierto riesgo para lograr una rentabilidad determinada. Te arriesgas a perder porque existe la posibilidad de ganar. Y también es verdad que, para invertir de forma adecuada, debes tener claros algunos conceptos básicos. Pero Naiara, mantener todos tus ahorros en una cuenta corriente es una pérdida segura y hoy, existen multitud de formas de adentrarse en este mundo de la inversión, hay muchísima información disponible, solo necesitas ser consciente de lo importante que en realidad es este tema para tu vida y tener una pizca de curiosidad.

Naiara: No sé, Carla…

Carla: Otra razón más para invertir: la magia del interés compuesto.

Naiara: ¿La magia del interés compuesto?

Carla: ¡Sí! La inflación juega en tu contra y el interés compuesto, a tu favor. La magia se produce cuando reinviertes los beneficios que logras con tus inversiones, de esta forma, el capital sobre el que se calculan los intereses es cada vez mayor. Por ejemplo, hoy decides invertir 1.000 euros y el primer año consigues una rentabilidad del 2%, es decir, 20 euros que vuelves a invertir junto con los primeros 1.000 euros. El segundo año, el capital invertido es mayor que el primero, en esta ocasión inviertes los 1.000 euros iniciales más los 20 euros que ganaste el primer año. Si al final del segundo año la rentabilidad obtenida vuelve a ser del 2%, tus ganancias esta vez serán mayores que las del ejercicio pasado, porque son del 2% sobre un capital de 1.020 euros. Durante el segundo año habrás ganado 20,4 euros y así sucesivamente. Con el ejemplo de Alicia y Leticia lo vas a entender mucho mejor: “Alicia y Leticia: dos mejores amigas separadas por... ¡el interés compuesto!

¡Mira Naiara! Tienes que echar un vistazo al artículo de @carlosalosete, “Iván Martín (Magallanes): "No hacer nada cuesta dinero, la inflación hace que desaparezca", aquí  también te explica cómo funcionan la inflación y el interés compuesto (y te presenta a uno de los gestores españoles más reconocidos).

Naiara: Bueno, Carla, puede que tengas razón… Pero, ¿por dónde empiezo? ¿Qué es lo primero que tengo que estudiar para empezar a invertir?

Carla: Pues yo, si fuese tú y por lo que Cristian me ha contado, comenzaría por la gestión pasiva. ¿Sabes lo qué es?

Naiara: Ni idea. Sobre acciones he oído algo, pero “gestión pasiva” no lo he escuchado nunca.

Carla: La gestión pasiva es una estrategia de inversión que consiste en adquirir activos, como acciones y bonos, con el objetivo de replicar el comportamiento de un índice de mercado de referencia para obtener su misma rentabilidad.

Por ejemplo, si tomamos como referencia el mercado español y su índice, el IBEX 35, compraremos acciones de las 35 compañías que componen el selectivo exactamente en las mismas proporciones: invertiremos un 18,09% del capital en acciones de Iberdrola, un 12,67% en acciones de Inditex, un 7,68% en acciones del Banco Santander y así sucesivamente hasta adquirir los 35 valores en las proporciones correspondientes. ¿Para qué? Para obtener los mismos resultados que el mercado español. Si invertimos hoy 1.000 € con el fin de recuperar nuestra inversión 10 años más tarde y durante esos diez años el IBEX ha obtenido una rentabilidad del 20%, nuestros ahorros crecerán prácticamente el mismo 20%.

Pero no seremos nosotros los que nos encarguemos de comprar los activos necesarios para imitar el comportamiento del mercado, lo haremos a través de los productos financieros de gestión de pasiva: los fondos de inversión indexados y los ETFS.

  • Los fondos de inversión indexados son fondos de inversión que replican un índice de referencia logrando las mismas rentabilidades y soportando las mismas pérdidas.
  • Los ETFS son fondos cotizados, fondos de inversión que imitan la evolución y el comportamiento de un índice de referencia y cuyas participaciones se compran y se venden en el mercado como si fuesen acciones. Se trata de un instrumento de inversión híbrido que comparte características de los fondos de inversión (permite invertir en varios activos y, por tanto, diversificar) y de las acciones (permite negociar sus participaciones con la misma liquidez e inmediatez).

En la gestión indexada, el gestor no es el protagonista, la gestión que realiza es una gestión “pasiva” si la comparamos con la que lleva a cabo el gestor de inversión activa (otra forma de entender la inversión), pues, mientras el primero se encarga de estudiar la composición de un índice con el objetivo de replicarlo, el segundos busca, analiza, investiga y valora las acciones o activos más rentables existentes en el mercado tratando de obtener una rentabilidad superior a la de su índice de referencia.

Naiara: Jolín, cuánta información…

Carla: ¡No, Naiara! En realidad, con tener claras cuatro ideas es suficiente:

  1. La mayoría de los gestores activos no logran batir al mercado. Invertir en todas las compañías que componen un índice es, en la mayor parte de los casos, más rentable que invertir solamente en las empresas mejor valoradas por los gestores activos.
  2. No podemos predecir el futuro, por ello, lo más sensato es diversificar, es decir, invertir en varios activos, sectores o mercados.
  3. A largo plazo y a pesar de los altibajos del mercado, la economía crece.
  4. Las comisiones que pagamos al optar por la gestión activa destruyen una parte muy importante de nuestra rentabilidad (y el resultado obtenido es, normalmente, inferior al del índice de referencia).

Naiara: Pero, no todo serán ventajas, ¿no?

Carla: No, claro. Los inconvenientes que suelen señalar los expertos al hablar de este tipo de inversión son estos tres:

  1. Al caer el mercado, también cae nuestro fondo indexado. Es necesario tener en cuenta que la gestión pasiva es una estrategia de inversión a largo plazo, pero, ¿qué ocurre si necesitamos recuperar nuestros ahorros cuando el mercado atraviesa una fase bajista? En ese caso, cabe la posibilidad de que la rentabilidad obtenida no coincida con la esperada.
  2. Es importante analizar la diversificación real que logramos al invertir en el fondo indexado o en el ETF seleccionado. Como explica @Josetrecet en su artículo “Qué es la gestión pasiva: ventajas y desventajas”, si nuestro fondo indexado o ETF imita la evolución del IBEX 35, nuestra inversión se concentrará, fundamentalmente, en el sector financiero español, debido al peso de dicho sector en el índice (más de un 18%).
  3. Cuando el mercado cae significativamente de forma repentina, numerosos inversores, presos del pánico, tratan de vender sus participaciones lo antes posible, pudiendo dar lugar a problemas de liquidez si una elevada cantidad de partícipes solicitase el reembolso de sus ahorros al mismo tiempo.

Naiara: Jolines, esto es un mundo…Oye, y si al final me decido y quiero comenzar a invertir en un fondo indexado, por ejemplo, ¿qué tendría que hacer?

Carla: Según me ha dicho Cristian y por lo que he podido leer en el blog de La Hormiga Capitalista, debes seguir básicamente tres pasos:

  1. Decide qué tipo de cartera de inversión es la más adecuada para ti en función de tu perfil de riesgo: necesitas definir el porcentaje de tu inversión que vas a destinar a acciones (renta variable) y el porcentajes que vas a destinar a bonos (renta fija).
  2. Elige los fondos indexados que formarán tu cartera: los fondos indexados pueden replicar, por ejemplo, el comportamiento del mercado español (IBEX 35), del americano (SP500) o del mundo entero (MSCI World Index).
  3. Escoge un banco o bróker para comenzar a invertir: Las gestoras de fondos indexados más populares son, entre otras, BlackRock, Vanguard, Amundi y Pictet. Estas gestoras ofrecen fondos de inversión que imitan el comportamiento de un mercado geográfico, de un sector o de una clase de activos (renta fija (bonos), renta variable (acciones) y renta mixta (bonos y acciones)).

También puedes invertir tus ahorros en un fondo indexado a través de los supermercados de fondos de un banco como Openbank, Renta 4 o MyInvestor.

Aquí tienes una guía detallada de este bloguero que te puede ayudar muchísimo: “Cómo Invertir en Fondos Indexados: Guía práctica”.

Aquí, otra elaborada por Jordi García Lorenzo, autor del blog Dinero Bolsa: “Fondos Indexados”.

¡Mira este vídeo! También te podría ser muy útil: “¿Cómo empezar a INVERTIR en fondos de inversión INDEXADOS?

Y una vez que has decidido dónde vas a invertir, necesitas pensar cómo vas a hacerlo. Lo más interesante, según afirman numerosos expertos, es invertir de forma periódica y a largo plazo, realizar cada mes (por ejemplo), una aportación de un porcentaje determinado de tus ingresos, una parte que no vayas a necesitar en el corto / medio plazo. En este vídeo, @Kaloxa te explica por qué: “Por qué recomiendo a mis amigos la inversión periódica aunque pueda ser menos rentable que de golpe

Naiara: ¡Cuántas decisiones! Y tú cuando empezaste ¿qué elegiste?

Carla: Mi primera inversión la realicé en el fondo Vanguard Global Stock Index Fund, a través de MyInvestor.

Pero, además de los fondos indexados, existen otras opciones para empezar a poner en marcha tus ahorros, en este otro artículo “¿Dónde empezar a invertir mis primeros ahorros?”, @AsunInfante te cuenta qué productos existen y cuáles son las características más importantes de cada uno de ellos.

Otra opción que te podría resultar interesante es la inversión a través de roboadvisors. Un roboadvisor es un gestor de patrimonio automatizado. Se trata, en realidad, de un robot que, gracias a sofisticados y complejos algoritmos, diseña la cartera que mejor se ajusta al perfil del inversor y la mantiene constantemente adaptada a dicho perfil tomando decisiones de forma automatizada, sin intervención humana. Entre las utilidades de los roboadvisors se encuentran: el seguimiento de la marcha del mercado para la toma de decisiones, la confección de una cartera teniendo en cuenta el perfil del inversor y la reinversión de dividendos.

Si quieres saber más sobre estos robots, puedes descargarte el ebook actualizado (y gratuito) para elegir roboadvisor que han elaborado desde Finect: “Roboadvisors. Guía práctica para elegir el mejor para tus ahorros”.

Naiara: ¡Jope! Cuántas formas diferentes de hacerlo y cuánta información… Lo de imitar economías es muy curioso, la verdad. ¿A quién se le ocurriría?

Carla: ¡A John Bogle! John C. Bogle fue el creador del primer fondo indexado abierto a inversores particulares, el Vanguard Total Stock Market Index Fund. Se trataba de un fondo comercializado a través de su gestora, Vanguard Group, que replicaba el índice americano S&P 500.

Bogle fue objeto de las burlas y de las bromas de otros gestores. Al principio le decían que su planteamiento era un absoluto disparate, después le acusaban de promover la mediocridad, y hoy, sin embargo, es recordado como el hombre que democratizó la inversión. Su primer fondo acumuló a cierre de 2019, $874.000 millones en activos bajo gestión y su gestora se ha convertido en la segunda más grande del mundo.

Naiara, si te ha parecido curiosa la gestión pasiva, no te puedes perder el blog Inversobrio, de Marcos Pérez.

Naiara: Esto es muy interesante pero, hay tanta información y yo tengo tan pocos conocimientos… Bueno, de momento, has logrado convencerme de que necesito invertir parte de mis ahorros, tendré que seguir investigando…

 

Desde que Carla me insistió en lo importante que podría llegar a ser la inversión en mi vida, no he parado de leer, de escuchar y de empaparme de cualquier tema relacionado con inversión y finanzas. Y, como en el fondo, me parezco bastante a Carla, yo tampoco he podido evitar decirles a todos mis amigos que debían hacer algo con sus ahorros, ¡que tenían que ponerlos a trabajar cuánto antes!

Gracias a Carla, no solo entendí lo necesario que era cuidar mis finanzas, además, descubrí mi vocación profesional: la comunicación, una vocación algo tardía que, como todo lo bueno, me ha llevado algún tiempo encontrar. Me di cuenta de cuánto me gustaba dar a conocer y acercar a los demás, las ideas, las personas, los productos y los servicios que pudiesen serles de utilidad, aquellos que, aunque fuese mínimamente, conseguirían mejorar sus vidas y hacer de algunos de sus sueños, una auténtica realidad.

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