Tipos de fondos de inversión: ¿cómo se clasifican?

Tipos de fondos de inversión: ¿cómo se clasifican?

Tipos de fondos de inversion - clasificacion fondos

¿Qué tipos de fondos de inversión hay? Cuando hablamos de fondos de inversión nos referimos a un producto financiero que permite invertir los ahorros de una persona de forma segura intentando conseguir rentabilidad para nuestros ahorros.

Están gestionados por profesionales y entidades supervisadas por organismos públicos, que son a su vez supervisados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Cómo se clasifican los fondos de inversión

Comenzamos con una primera clasificación que hace la CNMV de los fondos de inversión.

1. Fondos de inversión mobiliaria

La más común de las clasificaciones de fondos de inversión es esta: instituciones de inversión colectiva que invierten en activos financieros. Dentro de los fondos de inversión mobiliaria encontramos estas tipologías:

  • Fondos ordinarios: invierten mayoritariamente en renta fija, renta variable y derivados.
  • Fondos de fondos: invierten mayoritariamente en otros fondos de inversión.
  • Fondos subordinados: invierten en un único fondo de inversión.
  • Fondos índice: cuya política de inversión trata de replicar un determinado índice.
  • Fondos cotizados (ETFs): su peculiaridad es que se negocian en las bolsas de valores, como las acciones.

2. Fondos de inversión inmobiliaria

Instituciones de inversión colectiva que invierten principalmente en inmuebles para su explotación en alquiler. Suelen ser menos líquidos que los de naturaleza financiera.

Antes de seguir con nuestra clasificación de tipos de fondos de inversión, puedes acabar de asentar los conceptos básicos sobre fondos con este vídeo en el que Vicente Varó explica todo lo que necesitas saber antes de empezar a invertir.

Tipos de fondos de inversión

Dentro de los fondos de inversión mobiliaria que acabamos de ver, clasificados por la CNMV, desgranamos todos estos tipos de fondos para entender en qué consiste cada uno de ellos.

Fondos de renta variable

Los fondos de renta variable son una de las categorías más amplias de fondos de inversión, ya que hay diferentes sub clases de fondos en diferentes sectores, compañías, geografías, etc. La principal característica de este tipo de fondos es que por norma general tienen una perspectiva de inversión a largo plazo y una mayor volatilidad, lo que supone un mayor nivel de riesgo, pero también una mayor rentabilidad.

Eso sí, para que un fondo se considere de renta variable, no tiene que estar necesariamente invertido en su totalidad en renta variable. En España, la CNMV establece como fondos de renta variable aquellos que invierten al menos el 75% de la cartera.

Fondos de renta fija

La deuda pública y la deuda corporativa son los principales focos de inversión de los fondos de renta fija.

Cuentan con una política de inversión más conservadora al invertir en activos financieros emitidos por el Estado, además de entidades públicas y / o privadas, como pueden ser las letras del tesoro, los bonos, los pagarés, repos, etc.

Hay opciones tanto para corto plazo, medio o largo, en función de la tipología de bonos en los que invierte, y son ideales para ahorradores más conservadores que los de renta variable, dada la menor volatilidad asociada. Eso sí, obviamente su rentabilidad a largo plazo también es reducida si lo comparamos con los fondos de renta variable o con otro tipo de productos.

Fondos mixtos

Los fondos mixtos son aquellos que invierten parte en renta fija y parte en renta variable, entre otros fondos, dependiendo del perfil del cliente. 

Hay fondos de renta fija mixta, que pueden invertir hasta un 30% en renta variable; y también de renta variable mixta, que puede invertir entre un 30% y un 75% en renta variable.

Inversión por países o zonas geográficas

Dentro de la clasificación de fondos de renta fija, como los de renta variable, como los mixtos, pueden invertir en activos de un sólo país (como los fondos de bolsa española), de un conjunto de países (como los fondos de países emergentes), de una región (por ejemplo, fondos de inversión en Europa) o de todo el mundo, que son los que conocemos como fondos globales. El inversor tiene numerosas opciones, como se puede ver, en cuanto a la localización geográfica hacia la que el fondo dirige su inversión, tales como fondos de inversión en Asia o fondos de inversión en Estados Unidos, por ejemplo.

Al tener tantas opciones, podemos encontrar fondos adecuados para todo tipo de preferencias, rentabilidades y perfiles de riesgo: desde los más conservadores a los más arriesgados, dado que el porcentaje que se invierte en cada uno y su horizonte geográfico dependerá del perfil de riesgo que tenga el inversor, adaptándose completamente a él.

Fondos monetarios

Los fondos monetarios invierten en valores a corto plazo en una moneda determinada, de tal forma que los valores liquidativos se suelen mantener relativamente estables. Esto hace que sean una muy buena alternativa a los depósitos a plazo fijo.

Sus principales características son la liquidez y un riesgo que suele catalogarse como bajo, por la poca volatilidad. La rentabilidad a largo plazo no es su fuerte, pero pueden tener sentido dentro de una estrategia de inversión en un momento puntual.

O, por ejemplo, cuando se quiere pasar el dinero de un fondo con el que tenemos plusvalías a liqudiez, porque pensamos que el mercado va a pasar una fase de bajadas. Si vendiéramos, tendríamos que pagar impuestos. En cambio, si hacemos un traspaso de ese fondo donde tenemos ganancias a uno monetario tendremos un resultado financiero parecido, pero sin tener que pasar por Hacienda. 

Fondos de fondos

Los fondos de fondos son aquellos que invierten en una cartera de fondos para diversificar la cartera del inversor. De esta forma, se diversifica el riesgo para obtener una mayor rentabilidad que si invirtiésemos todo el dinero en un solo fondo.

Para que sea considerado fondo de fondos, la ley establece que el porcentaje de inversión en fondos sea de más del 50% del capital del fondo. También está reflejada la premisa de que se invierta en un mínimo de dos fondos, sin exceder ninguno de ellos el 45% del patrimonio inicial del fondo de fondos. Estos requisitos son tanto para inversión nacional como extranjera.

Una de las principales ventajas de este tipo de fondos además de la diversificación es que, aunque normalmente un inversor individual no tiene recursos suficientes como para poder depositar su dinero en fondos que requieren de un capital elevado, con esta modalidad de fondo esto no sucede.

En cuanto a las desventajas, su coste suele ser mayor porque hay que pagar tanto la comisión de gestión del fondo de fondos, como la de los distintos fondos que componen la cartera.

Fondos de materias primas

Los fondos de materias primas son una tipología de fondo de inversión cuyo epicentro son los mercados de materias primas, tales como el petróleo, el gas, el oro o los metales preciosos, además alimentos como el cacao, el café, el azúcar, etc.

La inversión en este tipo de fondos trae consigo una gran diversificación de la cartera. Muchos expertos suelen considerarlo un valor refugio, pero hay que tener en cuenta que pueden tener fuertes oscilaciones temporales en sus precios.

Se suele invertir en estos fondos buscando la diversificación de la cartera, así como para aprovechar el crecimiento de los mercados de materias primas. Dentro de estos fondos encontramos subclases, tales como fondos de inversión en materias primas que invierten en futuros, en recursos naturales o combinados. ¿Sabes cómo invertir en oro y plata?

Fondos de retorno absoluto

Dentro de los tipos de fondos de inversión, encontramos una modalidad muy particular: los fondos de retorno absoluto. ¿Y por qué particular? Porque no siguen ningún índice de referencia, teniendo como único objetivo conseguir una rentabilidad positiva, los mejores rendimientos, independientemente de las condiciones del mercado.

Es un tipo de fondo que conlleva mayores riesgos en comparación con otros, aunque el objetivo sea el de la mayor rentabilidad. Son un tipo de fondos de inversión alternativa.

Son fondos con una gran capacidad de diversificación y podemos catalogarlos en 5 grandes grupos en función de estas premisas:

  • Según el tipo de activo en el que invierten: renta variable, renta fija, divisas o multi activo.
  • Según su estilo de gestión: de valor relativo u oportunístico.
  • Según el tipo de estrategia de gestión alternativa: fondos market neutral, fondos long/short equity, fondos multiestrategia
  • Según su grado de exposición a mercado (mercado neutral o direccional).
  • Según su nivel de riesgo.

Fondos garantizados

¡Seguimos viendo cómo se clasifican los fondos de inversión! ¿Qué son los fondos garantizados? Pues, tal y como indica su nombre, se nos garantiza que el capital invertido en origen se conservará de una forma total o parcial en una determinada fecha futura.

Estos fondos, debido al poco riesgo que conllevan, tienen una rentabilidad baja y, están hechos para aquellos inversores que no quieren sobresaltos ni preocupaciones con su dinero, además de ser una alternativa a los depósitos a plazo fijo.

Podemos encontrar tres variedades de tipos de fondos garantizados:

  • De rendimiento fijo: nos aseguramos recuperar el dinero de la inversión inicial incluyendo, además, una rentabilidad que se fija previamente.
  • De rendimiento variable: solo garantiza la inversión inicial a la fecha de vencimiento. Tenemos la posibilidad de conseguir una rentabilidad (sin estar asegurada) según el comportamiento de los activos de renta variable.
  • De rendimiento parcial: no asegura la inversión de manera total, si no un porcentaje entre el 85% y el 95%. Tienen más riesgo que los dos anteriores, por lo que la rentabilidad suele ser más alta. 

    Hay que tener en cuenta que estos fondos también pueden tener unas comisiones de gestión elevadas, especialmente en relación a la rentabilidad esperada.

Fondos estructurados

Cerramos nuestra categorización de tipos de fondos de inversión con los fondos estructurados. Estos operan con productos estructurados, es decir, productos cuya rentabilidad depende de una combinación de otros productos.

Los fondos estructurados pueden ser o no garantizados. Además, se suelen construir en torno a estructuras asociadas a índices bursátiles o acciones, tipos de interés, etc. Siempre están vinculados a la evolución de la Bolsa, ya sea por un tipo de interés como el Euribor o el Libor, un índice como el Ibex35 o bien un tipo de cambio como el del Dólar-Euro. Por lo tanto, la rentabilidad de este fondo está marcada por la evolución de los mismos, así como por la propia estructura de la cartera.

También suelen tener comisiones elevadas para la rentabilidad esperada y no siempre tan sencillas de ver como en los fondos más tradicionales.

Fondos de rentabilidad objetivo

Los fondos de rentabilidad objetivo son una categoría de fondos de inversión que se caracterizan por tener un objetivo de rentabilidad específico. A diferencia de otros tipos de fondos que buscan superar un índice de referencia o maximizar el rendimiento, los fondos de rentabilidad objetivo tienen como objetivo alcanzar un rendimiento predeterminado en un plazo determinado.

Estos fondos son diseñados para inversores que buscan una inversión más predecible y estable, ya que se centran en generar una rentabilidad constante en lugar de buscar ganancias significativas en períodos de tiempo cortos.

Por lo general, establecen un objetivo de rentabilidad anual, que puede ser expresado como un porcentaje fijo o como una tasa de rendimiento relativa a una referencia, como la inflación más un cierto margen. Es importante tener en cuenta que si bien los fondos de rentabilidad objetivo buscan cumplir con un objetivo de rendimiento, no hay garantía de que lo logren.
 

Fondos de gestión activa vs fondos indexados

Cada vez más se impone otra división de los fondos por cómo se gestionan. Cuando hablamos de fondos de gestión activa se trata de productos en los que el gestor toma las decisiones de qué acciones, bonos o materias primas comprar para intentar obtener más rentabilidad que la media del mercado. 

En cambio, los fondos de gestión indexada o gestión pasiva lo que hacen es replicar el mercado. Es decir, su objetivo es comportarse exactamente igual que el mercado y no superarlo. Por ejemplo, en bolsa española un gestor activo intentaría ganar más que el Ibex 35, mientras un fondo de gestión pasiva buscaría tener la misma rentabilidad que el índice.

Esta inversión indexada se puede hacer a través de dos tipos de fondos: fondos indexados o ETFs (Exchange Traded Funds). Su finalidad es la misma, replicar el índice, pero el primero funciona exactamente igual que un fondo y tiene su misma fiscalidad, mientras que el ETF se puede comprar y vender varias veces en un sólo día, como una acción cotizada en bolsa, y en el caso de España tiene la misma fiscalidad que las acciones (menos ventajosa que los fondos).

La gran ventaja de los fondos indexados frente a los de gestión activa son sus menores comisiones.

0 ComentariosSé el primero en comentar
User