ETFs activos para batir al mercado: la evolución de la revolución

ETFs activos para batir al mercado: la evolución de la revolución

¿Escuchas la palabra ETF y piensas en gestión indexada? Error. Tienes que actualizarte, porque ya se está desplegando la gran evolución del producto, que a su vez ha revolucionado la inversión en los últimos 30 años.

“Los ETFs activos van a cambiar las reglas de la industria de ETFs a nivel global”, asevera Domingo Barroso, de Fidelity International. “En el mundo de fondos de inversión es la parte que más está creciendo”, añade Nicolás Peña Steffen, de Franklin Templeton.

“Ya son una realidad en el mercado americano y lo van a ser clarísimamente en el europeo también”, añade Lorena Martínez-Olivares, de JPMorgan AM. “Vamos a ver un desarrollo muy claro en los próximos años”, sentencia Daniel Pingarrón, de Natixis Asset Management.

De izda a dcha: Daniel Pingarrón, de Natixis Asset Management; Lorena Martínez-Olivares, de JPMorgan AM;  VIcente Varó, de Finect: Domingo Barroso, de Fidelity International, y Nicolás Peña Steffen, de Franklin Templeton.

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¿Pero por qué? ¿En qué consisten? ¿Qué los hace tan atractivos? Para conocer mejor estas claves y aportar más luz sobre estos novedosos productos, en Finect reunimos en nuestro primer Finect Brunch a estos cuatro expertos, responsables del negocio de ETFs en España de cuatro de las principales gestoras de inversión internacionales. Entidades, por cierto, que se distinguen por ser referentes en gestión activa a través de fondos de inversión.

Empezando por el principio…  ¿Qué es un ETF de gestión activa? ¿Pero no son todos de inversión pasiva?

Una vía para encontrar alpha

“La definición de un ETF, Exchange Traded Fund, es fondo cotizado. En ningún sitio dice o sugiere que sea una gestión pasiva. Históricamente ha sido así, pero no por la definición en sí del vehículo”, explica Martínez-Olivares, responsable de ventas y distribución de ETFs para JPMorgan AM en España. “Es un vehículo, una tecnología, una forma de empaquetar un proceso o una estrategia de inversión”, detalla. Y esa estrategia puede ser de cualquier tipo, también activa.

Es decir, no sólo existe la opción de replicar al índice, sino también de intentar batirlo.  “Creemos que todavía sobrevive un alpha en el mercado, que se puede tratar de perseguir y entregar a los inversores”, explica Daniel Pingarrón, senior sales manager de Natixis. “Creemos en la gestión activa, somos así de románticos”, añade.

Además, el mercado, sobre todo los inversores más sofisticados, demandan estrategias más innovadoras, como explica Domingo Barroso, ETF Director Iberia & LatAm, Fidelity International: “Los clientes a nivel institucional nos están demandando alpha a un coste mucho más competitivo”.  “Y no sólo en renta variable, también en renta fija”, añade Peña Steffen, sales director Iberia de Franklin Templeton. “La gestión activa está en nuestro ADN y es una nueva vía con la que seguir apostando por ella”.

 

Menos costes, más dinámico, transparencia…

¿Pero cuáles son las ventajas? “El ETF es un vehículo que tiene una eficiencia brutal, con mejores costes, mucha más transparencia, mucho más dinámico”, explica Barroso.  Además, la situación de mercado empuja hacia este tipo de productos, en opinión de Daniel Pingarrón: “El escenario es muy propicio para buscar alpha, explotando un poco volatilidad, la correlación entre activos, la fuerte dispersión entre sectores, controlando bastante la beta, limitando el tracking error…  Todo esto te lo ofrecen los ETFs activos”. Y, por si fuera poco, más flexibilidad en la operativa.

¿Pero se puede batir a los índices más eficientes? Los datos de rentabilidades pasadas, que comparan los ETFs indexados con los fondos de gestión activa, muestran estadísticas muy contundentes a favor de los índices. En renta variable de EEUU, por ejemplo, el S&P 500 supera a 5 y 10 años a más del 90% de los gestores, según datos de Spiva. En parte, por las comisiones, que es un lastre que reduce el ETF.

Si un fondo tradicional de gestión activa cobra una comisión del 1,5%, por ejemplo, el gestor del producto ya le tendría que sacar cada año un 1,5% al S&P 500 simplemente para empatar su rentabilidad. La tarea parece menos imposible si los gastos se reducen, por ejemplo, al 0,2% o al 0,3%, como se puede ver en muchos ETFs de renta variable de gestión activa.

¿Pero lo están consiguiendo? La mayoría de los ETFs activos todavía no cuentan con un historial de largo plazo para comparar, pero algunos ya están llegando a los 5 años. “Ahora ya tienes track record, ya puedes probarlo y ya puedes decir si está funcionando o no”, añade Lorena Martínez-Olivares.

La experta de JPMorgan AM afirma que sí lo está consiguiendo de manera consistente su ETF activo sobre el S&P 500, de la gama REI (Research Enhanced Index). En los últimos 5 años, “le hemos batido por 85 puntos básicos anualizados”, afirma. Como también lo está superando, según explica Daniel Pingarrón, de Natixis, su ETF Ossiam Shiller Barclays Cape US Sector Value TR.

Os dejamos aquí una comparación de estos dos ETF activos de renta variable EEUU frente a uno indexado.


Hay tres categorías de ETFs activos donde los expertos contemplan un mayor potencial de crecimiento: la inversión por factores; los temáticos, con un peso importante en sostenibilidad; y la renta fija.   

ETFs de factores: la deconstrucción de la inversión…

Para entender la inversión por factores nos puede ayudar el mundo culinario. Pensemos en una paella que deconstruimos y logramos sacar la esencia de las distintas características: el nivel de proteínas, de hidratos, de grasas, de acidez, la textura… Ahora, imaginemos cocinar una paella, pero dejando sólo el ingrediente principal y añadiendo las esencias que queremos añadirle para cada ocasión. Pues bien, trasladando esto a la inversión, el ingrediente principal sería el índice original y los factores harían el papel de esas esencias.

“El cliente toma como referencia un índice puro pasivo, como el S&P 500 y, a partir de ahí, monta estrategias. Por ejemplo, 2023 es un año para meter factor de calidad y factor de dividendo. Cuando vayamos a un ciclo expansivo, a lo mejor el factor clave a añadir pasa a ser momentum”, explica Domingo Barroso, de Fidelity.     

“Lo que se ha hecho es llevar la innovación a la enésima potencia”, añade Martínez - Olivares. “Es el mundo Smart Beta o Strategic Beta, al final se trata de gestión sistemática a través de factores o de una serie de parámetros”. Es decir, ETFs que vendrían a ser como bloques o piezas de Lego que pueden combinar en sus carteras los clientes…

O incluso las propias gestoras. Natixis resalta como ejemplo su ETF de renta variable estadounidense, que sigue un famoso índice de valoración del profesor Robert Shiller, premio Nobel de Economía, sobre el que, además, han creado una versión incluyendo factores de sostenibilidad. En esta segunda opción, "pesan más las compañías que tienen menor huella de carbono dentro del mismo sector, para reducir un 40% la huella de carbono respecto a la original”, explica Pingarrón.

Verde, que te quiero ETF activo verde

Esta temática, la sostenibilidad, se presenta como la otra gran palanca de crecimiento de los ETFs activos. Ya sea como factor que complementa otras ideas o como estrategia pura: “La sostenibilidad va a crecer mucho, es lo que más tenemos encima de la mesa y lo que más se nos demanda”, explica Nicolás Peña Steffen, de Franklin Templeton.  

Una necesidad que las gestoras están intentando satisfacer con ETFs artículo 8 o artículo 9 del reglamento SFDR, en su mayoría alineados con las referencias de los criterios del Acuerdo de París de 2015 o Paris Aligned Benchmarks (PAB).

“En Europa estamos viendo más la revolución verde, la revolución del clima, la revolución de transición energética”, apunta Domingo Barroso, de Fidelity. “Hay más demanda por transición energética, energía verde y coche eléctrico frente a EEUU, donde vemos más demanda por la tecnología entre los temáticos”, añade.

Daniel Pingarrón confirma, “como casa europea”, estas tendencias: “En Europa lo que se demanda más es sostenibilidad. Nuestra gestora de ETFs, Ossiam, tiene un ESG Machine Learning bastante potente, que está impregnando varias estrategias”. Tanto directas, como indirectas: “Desde las puramente temáticas, por ejemplo, como la que tenemos de Food for Biodiversity, hasta de renta fija, como la de bonos soberanos europeos low carbon, que sobrepondera bonos cuyos países tienen menores emisiones de carbono per cápita”.

En JPMorgan AM destacan que “todos” sus ETFs temáticos están “enlazados con la sostenibilidad” y que están lanzando versiones sostenibles en su gama de gestión activa REI. 

“Los gestores más institucionales, fondos de pensiones, están empezando a cambiar o modificar sus índices a índices sostenibles. No les vale simplemente con el ETF de transición energética global, también quieren bloques de construcción. Es decir, inversión sostenible, pero también factores sostenibles en renta variable americana, renta variable europea o renta variable de emergentes”, apunta.

ETF activos de renta fija: como los tipos, al alza desde abajo

“Quizá hay menos opciones que en la renta variable, pero es un activo donde la gestión activa con ETF tiene un potencial brutal”, proclama Daniel Pingarrón. “Es un mercado gigantesco, donde hay oportunidades para crear alpha, pero también para controlar la volatilidad o la beta”, añade.

Martínez-Olivares destaca las ventajas que aporta: “Ya no es solamente el hecho de seleccionar los bonos, en qué emisiones quiero estar o no, es que le puedes incluir decisiones de duración, de calidad crediticia, de apuesta de curva… Muchos más aspectos que a través de la gestión activa puedes tener en cuenta”, revela. 

Domingo Barroso, de Fidelity, apunta una petición reiterada de los clientes: “Soluciones de ETFs activos en renta fija, que además tengan características sostenibles”, es decir, que incluyan en la cartera del ETF factores verdes, para que “pueda también tener, no sólo una rentabilidad financiera, sino una rentabilidad climática”.

Nicolás Peña Steffen lo considera “el activo que más va a crecer”. “En Franklin Templeton solo tenemos ETFs de renta fija activos, no tenemos pasivos”. Y, en concreto, con el acento sostenible. “Por eso lanzamos nuestro ETF Franklin Euro Green Bond, que es el primero de gestión activa en el segmento de los bonos verdes”.

Aquí la oferta cada vez tiene más amplitud: Fidelity también ha lanzado una gama de productos de renta fija sostenibles, en los que realiza variaciones de los índices de bonos, a partir del conocimiento de los emisores que tiene su potente equipo de analistas.

También JPMorgan AM ofrece opciones de gestión activa en ETF dentro de su gama REI (Research Enhanced Index), en los que selecciona del universo de los grandes índices las emisiones en los que su proceso de inversión ve más valor. “Y lo enlazas también con la parte de ESG en renta fija”, indica Martínez-Olivares.

Por su parte, Natixis destaca el abanico de opciones que se abre en renta fija con la innovación que ofrecen estos productos. “Por ejemplo, tenemos una estrategia, que se llama Ossiam US Steepener, que juega principalmente la positivación de la curva americana”.


 

Cogiendo carrerilla

La industria global de ETFs rondaba los 11 billones de dólares a final de 2022 (11 trillions en la contabilidad anglosajona), una cifra que en JPMorgan AM creen que podría casi duplicarse en los próximos 5 años, para llegar a los 20 billones en 2027. De esta cifra, “los ETF de gestión activa apenas suponían un 4% a principios de 2022, lo que da la visibilidad del enorme potencial”, sugiere Daniel Pingarrón, de Natixis.

Según los datos de Simfunds, los activos globales bajo gestión en ETFs activos alcanzaban los 340.000 millones a cierre de 2022, frente a los 87.000 millones de hace 5 años. Un patrimonio que podría casi duplicarse en los próximos 5 años, hasta cerca de 700.000 millones de dólares, según las estimaciones de ISS Market Intelligence.  En Europa, las cifras resultan más modestas, apenas del 2% del total del mercado de ETFs, “pero es probable que este porcentaje aumente si siguen la trayectoria que observamos en EEUU”, explican desde JPMorgan AM.

De momento, quienes lo usan parecen satisfechos. “Según nuestros estudios -indica Nicolás Peña Steffen-, el 70% de los asesores en Estados Unidos usan ETFs activos. Ya no solo ETFs, sino activos. Y a la pregunta de si piensan incrementar la exposición a ETFs activos en los próximos 12 meses, más de dos tercios dicen sí y el 30%, mantener”. Por eso, poco a poco van arañando cuota de mercado. “En el mercado estadounidense, el 15% de los flujos de ETFs se destinaron a activos en 2022”, explican desde JPMorgan AM.     
 

ETF activos para invertir este 2023

¿Y dónde están viendo ahora más interés las gestoras? ¿En qué tipo de productos confían más para protagonizar esta evolución de la industria en 2023?

Fidelity apuesta por las estrategia en factores de smart beta y especialmente en estrategias que integran “calidad y dividendo”, que reúne en su gama de ETFs Quality Income: “En ese periodo en que la Fed toca techo hasta que empieza a bajar el tipo de interés, el factor que más exceso de retorno genera es la calidad”, explica Barroso.

Por eso apuestan por los "ETFs smart beta o de factores, que incluyen calidad de las compañías, pero también dividendo, porque es un factor que también te incorpora sectores defensivos o calidad defensiva dentro de la cartera con un dividendo atractivo”.

Nicolás Peña Steffen, de Franklin Templeton, propone “una idea sencilla: nuestro Euro Green Bond ETF, que es un ETF sostenible artículo 9, con 4 años de track récord y en las reuniones con los inversores donde vemos más necesidad. Es el primer ETF de gestión activa en el mercado de los bonos verdes”.

En JPMorgan AM, sugieren dos bloques: “Por un lado, ETFs de gestión activa de renta variable, que es nuestra gama REI, Research Enhanced Index, que son bloques de inversiones. Aquí tenemos el REI de Estados Unidos, el REI global, el REI europeo, el REI de emergente y hemos lanzado ahora otras regiones como China, Japón”…

Y, por otro, en renta fija, “nuestra estrategia ultra short, que con el momento de tipos que estamos viviendo ofrece tires muy interesantes. La última en un 3,6% de TIR con una duración de medio año, que empieza a ser atractiva para el inversor europeo”.

En Natixis, a través de su gestora especializada en ETF Ossiam, también proponen dos ideas. En renta variable, la estrategia del ratio Cape de Shiller: “La aplicamos en Estados Unidos y en Europa, y recientemente hemos sacado la estrategia global. Se trata de batir a los índices, con un tracking error limitado”.

Y, en renta fija, el Ossiam US Steepener, para quienes quieran añadir a su cartera la opción de que la curva americana de tipos se vuelva positiva. “Aunque está invertida últimamente,el 80% del tiempo históricamente es positiva y no negativa o invertida”. La estrategia busca capturar cualquier “reversión a una curva positiva, con un multiplicador de 10 a 1. Es decir, cada 1% de positivación de la curva, la estrategia daría un 10%, con un carry muy positivo, tal y como están ahora mismo las curvas, y con una relación rentabilidad riesgo muy interesante”, defiende.

Una miríada de oportunidades para las carteras de los inversores que ofrecen estos ETF activos: cada vez más fáciles de contratar, con costes más reducidos y con una enorme flexibilidad para evolucionar las carteras.    

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