Las dudas sobre la economía de China asaltan a los inversores: ¿podrá salir de esta?

Las dudas sobre la economía de China asaltan a los inversores: ¿podrá salir de esta?

Parque Beihai, en Pekín (China). Foto de Zhang Kaiyv (Pexels).

China suponía la gran esperanza blanca de los inversores para este año tras un 2022 aciago para los mercados financieros. Sin embargo, las dudas sobre la economía del gigante asiático poco a poco han asaltado a muchos de ellos. ¿Podrá salir China de esta situación?

La reapertura de China tras el final de las restricciones de la política covid cero había despertado el interés de los analistas. Se esperaba que la segunda economía del planeta recuperara su papel de locomotora del crecimiento mundial, pero las últimas noticias del país son preocupantes.  

Los malos datos sobre la economía se acumulan semana tras semana: la reactivación pierde fuelle. La caída de las exportaciones, la posibilidad de que haya deflación y el envejecimiento poblacional al alza son algunas de las preocupaciones de los expertos. La Bolsa tampoco tira. El Hang Seng Index —índice de referencia de la Bolsa de Hong Kong— lleva unas pérdidas superiores al 12% en lo que va de año. 

Gran parte de la debilidad de la economía china se explica por su débil demanda interna. Por eso, el Gobierno ha intentado estimularla. "El anuncio realizado recientemente por el Politburó del Gobierno, en el que se comprometía a apoyar la economía, sigue a las medidas adoptadas por el banco central para apuntalar la moneda. En particular, las medidas de apoyo a la demanda interna reveladas en el comunicado del Politburó son positivas", apunta David Rees, economista jefe de mercados emergentes de Schroders.

A diferencia de la mayoría de bancos centrales, el Banco Popular de China ha rebajado este lunes los tipos de interés a un año —utilizado como referencia para los préstamos corporativos— para reforzar la economía. "La bajada de los tipos de interés debería respaldar el crecimiento económico, ya que a los consumidores y a las empresas les resulta menos costoso endeudarse, lo que significa que tienen más dinero para gastar", explica Christiaan Tuntono, economista senior para Asia Pacífico de la gestora Allianz Global Investors, en un artículo publicado en Finect.

Sin embargo, el BPC no ha recortado la LPR a cinco años, utilizada como referencia en los préstamos hipotecarios, lo que ha generado confusión entre los inversores. "La decisión del Banco Popular de China de no rebajar el tipo de interés de los préstamos a 5 años y de recortar el tipo a un año menos de lo que se esperaba ha decepcionado al mercado, al tiempo que lanza señales confusas", señala Aninda Mitra, responsable de macroeconomía y estrategia de inversión en Asia de la gestora estadounidense BNY Mellon Investment Management.

Este recorte de tipos del banco central de China ha sido menor a lo esperado por los analistas y ha frustrado las expectativas de una rápida flexibilización. "El mercado esperaba que el banco central chino rebajase sus tipos de interés, sobre todo después de la semana pasada hubiese recortado en 15 puntos básicos los tipos de financiación (la facilidad de préstamo a medio plazo y el tipo repo inverso a 7 días), en un momento en el que los precios generales registran deflación y teniendo en cuenta que los datos de actividad de julio que hemos conocido recientemente sorprendieron a la baja", apunta Aninda Mitra (BNY Mellon IM).

En consecuencia, estas medidas no han logrado calmar los ánimos de los mercados financieros. La moneda tampoco atraviesa su mejor momento: el yuan se ha depreciado en la última semana hasta niveles de 2007, hace 16 años. 

"Las ventas retail y la producción industrial de China en julio no cumplieron las expectativas. El banco central bajó inmediatamente los tipos, pero no consiguió tranquilizar a los inversores", ha señalado", señalan desde la gestora francesa Edmond de Rothschild Asset Management en su último informe breve sobre la situación del mercado (Market Flash).   

Uno de los grandes problemas de la economía china es el sector inmobiliario. Una parte del crecimiento del gigante asiático en los últimos años se había basado en el ladrillo, lo que ha generado una burbuja inmobiliaria. La inmobiliaria Evergrande ha atravesado un proceso de reestructuración en los últimos meses tras ser incapaz de pagar sus deudas y se ha declarado recientemente en bancarrota en Estados Unidos

No ha sido la única compañía del sector con problemas. La promotora inmobiliaria Country Garden ha sufrido un desplome en Bolsa tras suspender la negociación de varios bonos y anunciar que espera unas pérdidas de hasta 7.000 millones de euros. Tras la debacle de la cotización, este lunes se ha conocido que dejará de cotizar en el índice Hang Seng el próximo 4 de septiembre. 

Muchos inversores han expresado sus preocupaciones por la situación económica del gigante asiático y, en particular, por el sector inmobiliario. "Los activos de riesgo han perdido terreno desde principios de agosto. Ha aumentado la preocupación por el sector inmobiliario chino. Esto se ha producido después de que el grupo inmobiliario Country Garden dejara de pagar dos cupones de bonos en dólares", apuntan desde Edmond de Rothschild AM.

Los inversiones tienen miedo a que los problemas del sector inmobiliario contagien al resto de la economía, sobre todo, al sector financiero. "El panorama macroeconómico chino está empeorando decididamente, con cifras de crecimiento significativamente inferiores a las previstas, temores de deflación y un sector inmobiliario en grandes dificultades que pone en riesgo la estabilidad del sistema financiero/crediticio, especialmente el no bancario (el llamado sistema bancario en la sombra)", asegura Salvatore Bruno, director de inversiones de Generali Investments, en un comentario remitido a medios.

El objetivo de las autoridades de chinas es impulsar la demanda y, así, tirar de la economía. El Gobierno pronosticó un objetivo crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 5% en 2023, considerado prudente por los analistas. A inicios de año, la mayoría daba por descontado que el país superará esta marca. 

Sin embargo, el crecimiento del 6,3% en el segundo trimestre (respecto al año anterior) resultó decepcionante para muchos de ellos. Ante estos datos, algunas gestoras han empezado a rebajar su optimismo sobre la economía china

"El PIB chino creció un 4,8% en la primera mitad del año y tanto el nivel de endeudamiento como las probabilidades de un contagio financiero, en un contexto de debilitamiento de la demanda externa, incrementan el riesgo de que el país no cumpla con su objetivo de crecimiento", asegura Aninda Mitra (BNY Mellon IM).

"La falta de medidas concretas y la lentitud en la aplicación de las políticas están dificultando la estabilización de la economía. Esto está llevando a los inversores a cuestionar el objetivo de crecimiento del 5% fijado por el Gobierno", coinciden desde la gestora estadounidense Muzinich&Co.

Las predicciones apuntan ahora a que la ralentización continuará. Eso sí, nadie prevé que la economía del gigante asiático entre en recesión, a diferencia de lo que piensan que ocurrirá en Occidente. 

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